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La rubia se sentó cabizbaja en el mismo bar que conoció a Goku, tomó un largo trago de su vaso y sintió las lágrimas bajar por sus mejillas, hicieron recortes de personal y ella fue la desdichada, cada uno de sus trabajos los iba perdiendo y de niñera faltaba mucho para que una nueva ocasión se abriera o que confiaran en una adolescente

Con el extraño presentimiento de que la vería, Goku fue al bar en donde conoció a aquella rubia que le mantuvo distraído esas semanas, su mente había estado perdida y nublada en un más allá de cosas no tan puritanas y su sonrisa había crecido levemente, ya no estaba tan amargado

Cuando el hombre vio a la chica, fue directo a hablarle. Sintiendo el ambiente depresivo, Goku le quitó el vaso a la rubia lo bebió él mientras veía como ella tenía su cabeza apoyada en la mesa, sus mejillas estaban sonrojadas y tenía la nariz rojiza junto con los ojos levemente hinchados y rojos

— ¿Mal día? —preguntó

— ¡Malas semanas! —chilló la rubia y miró a Goku con los ojos lloroso— ¡Perdí todos mis trabajos! No puedo creerlo, ¡Con lo tanto que me costó conseguirlos! Todos se escaparon de mis manos como granitos de arena, ¡¿Y cómo se supone que pagaré el próximo mes?! ¡Tengo que pagarle los medicamentos a mi hermana! ¿Qué sucede si se lastima y tiene que ir al hospital de urgencia? ¡No podría pagarlo! La rubia pegó su frente contra la mesa— Soy un desastre total, una decepción

— Vamos, no pienses así —Goku acarició la cabellera de la rubia, la verdad es que hace bastante tiempo que quería hacerlo, desde que la vio—. Saldrás adelante, yo lo sé

— Adelante hay un agujero negro —la rubia volteó su rostro con pesadez hacia Goku y no le importó que este tuviera la mano en su cabeza—. Que se lleva mis energías y rueda y rueda —la rubia le miró con los ojos brillosos—. Necesito un trabajo señor Goku, ¡Cualquiera! La verdad es que me da miedo perder todo por lo que mis padres lucharon

— ¿Tan desesperada estás? —preguntó sorprendido

— Vamos, tanto que si alguien me dijera que bailara afrente de todas esas personas con un disfraz de gallina lo haría —sonrió con gracia, la chica sintió un leve jalón en su cabello no le tomó importancia, Goku sonrió de lado acercándose a ella invadiendo su espacio personal

— ¿Cualquiera? —preguntó roncamente

— Cualquiera —la chica se encogió de hombros y se sentó derecha a la vez que miraba con curiosidad al azabache— ¿Por...?

— Se mi baby —murmuró tocando su cintura y acercando sus labios al cuello de la chica, sin besarlo ni tocarlo—, me mi pequeña baby girl

— ¿B-Baby girl? —preguntó sorprendida

— ¿No querías cualquier trabajo? ¿No estabas abierta a cualquier posibilidad? —murmuró contra el cuello de la fémina— Dijiste que querías experimentar cosas nuevas, virgen pero no santa. Déjame mostrarte lo que se siente ser una mujer —un suave beso fue depositado en el cuello de la chica y ella se estremeció—, déjame ser el hombre

— ¿Qué...? —preguntó anonadada la chica sintiendo como el hombre se iba pegando más a ella, abrazándola

— Ya sabes mi nombre, pero esta noche quiero que me llames Daddy. Lo que tú tienes, yo lo quiero —habló roncamente y la chica se estremeció

— ... —la chica abrió sus ojos cuando sintió sus mejillas sonrojarse y su cuerpo sintió el calor corporal del hombre que mantenía sus manos pegadas a su cintura, sin moverlas ni un milímetro

— Te pagaré mejor que todos esos trabajos en los que has estado, dilo, dilo y todo será tuyo —sonrió de lado, separándose levemente y rozando sus labios—. Baby girl, ¿Dirías mi nombre?

— G-Goku... Daddy Goku —murmuró la chica, hipnotizada

El hombre sonrió y besó los labios de la chica la cual se dejó guiar, quizás la adrenalina, el licor o la forma tan seductiva en la que se vestía el hombre fue lo que le atrajo. La rubia le miró con las mejillas sonrojadas y lo llevó a la pista de baile en donde bailaron pegados el uno al otro

Son Goku era un hombre viudo de treinta y cuatro años, con un hijo de dieciocho que estaba planeado su boda con su pareja, un hombre fuerte que muchas veces salvó a la tierra con su gran poder, pero algo solitario, no siempre se podía estar cerca de los amigos como él quisiera

Jobu Sekuchi, una mujer algo atrevida, luchona e infantil, que haría todo y más por su familia, ¿Cómo decirles a los brillantes ojos de su hermana que apagasen ese brillo y dejase de soñar con un futuro prometedor? ¡Jamás! Sus padres eran cariñosos y amables, ¡No podía evitar querer cuidarlos a todos! Ella iba a salir adelante sea como sea, cueste lo que cueste

Sekuchi tomó una de las grandes manos de Goku guiándolas a su trasero y lo tomó por el cuello pegándole más a ella, bailaron pegados pecho con pecho, sus cuerpos moviéndose al ritmo de la música, sin llamar la atención de nadie de las personas que seguían en su propio mundo de intoxicación

El alcohol es para ahogar tus penas, para escapar de la triste y aburrida realidad, la rubia lo sabía bien y solo en momentos muy necesarios iba, pero ahora encontró una leve salida, tal vez no la más correcta pero una salida, al fin y al cabo

El trato fue sellado cuando la rubia fue quien besó los labios del azabache y este sonrió de lado, la chica estaba siendo bastante atrevida para una virgen, tal y como ella le había dicho, ella era virgen, no santa

La rubia despertó con dolor de cabeza al día siguiente y miró su habitación, ¿Acaso todo fue un sueño? Porque vaya sueño más currado que había creado su mente, casi se orgasmeaba con tal hombre mirándola como carne recién hecha, ni que hablar de esos labios devorando los suyos o ella guiando las manos del hombre por su cuerpo

«Bha, como si alguien como él se fuera a interesar en alguien como yo, seguro le gustan las ricachonas y experimentadas» pensó la rubia y miró su celular, una manía era ver si tenía nuevos mensajes, le sorprendió bastante ver uno en su buzón de entrada

-Daddy

Buenos días, Baby Girl

Espero que no pienses que todo fue un sueño, bebiste bastantes rondas anoche, fue una suerte que no te desmayaras

La rubia miró sorprendida el mensaje en su celular, pero solo movió sus labios como sin decir nada y tomó temblorosa el celular

Buenos días, Daddy

¿Qué haremos hoy?

Vaya, respondiste, la verdad creía que te arrepentirías, pero veo que no es así

¿Qué te parece juntarnos en mi casa para esclarecer todo?

Me parece bien

Mandaré a alguien para que te traiga, alístate. Llegará en una hora

Claro

¿Claro qué?

Claro Daddy

La rubia se pasó la mano por el rostro avergonzada y se fue a la ducha no sin antes tomarse una pastilla para la resaca de la noche anterior. Sekuchi miró su cuerpo desnudo en el espejo, «¿Qué podría atraerle de mí? No tengo nada destacable.» pensó la chica y tomó uno de sus pechos entre sus manos a la ver que se quedaba de perfil en el espejo y miraba su trasero y luego lo apretaba, no veía nada interesante ni fuera de lo común en ella

Pasando el jabón por todo su cuerpo la chica cerró sus ojos y se sonrojó al pensar en que fueran las manos de Goku, en algún momento él tendría que hacerlo, ¿No? Porque si no lo hiciera le parecería muy raro, ¿Tendría que portarse mal? Para que le castigaran y él dejase sus manos marcadas en su trasero, ¿Qué tipos de juego le gustarían al hombre? sería raro que solo quisiera el fetiche de ser llamado «Daddy»

La chica ya lista, se subió al auto enfrente de su casa y el chofer le saludó levemente. «Un momento, ¿Cómo supo donde vivía?» se preguntó la chica mirando perturbada por las ventanas del lujoso auto

My Good Baby Girl [Son Goku/CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora