Depresión.

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¡Una palabra o medio tabúes en nuestra sociedad! Tener depresión hoy en día, puede ser un verdadero fastidio. No puedes contárselo a nadie sin esperar que se rían, que digan que estás tratando de llamar la atención, o incluso, que estás como una auténtica cabra y que deberían ingresarte o medicarte.
No señores, la depresión no se trata con pastillas o con machacarse en el gimnasio, la depresión es un grave problema psicológico que puede llevarnos a autolesionarnos, tener problemas sociales, suicidios, etc., pero también se puede curar y la mejor forma de hacerlo es primero reconocer que tienes un problema, que algo no va del todo bien contigo, y después hablarlo, no hace falta que se lo cuentes a nadie o lo admitas delante de alguien, la depresión es algo tuyo, algo con lo que tú tienes que lidiar, podrás hablar con gente todo lo que te dé la gana pero, ¿de qué te va a servir? de nada, al fin y al cabo, cuando el día acaba el único que se enfrenta a esa depresión eres tú, no esa persona a la que se lo cuentas, al final del día estáis tu cabeza y tú, solos.

A menudo, la depresión viene acompañada de su mejor amiga la ansiedad. Oh, esos horribles ataques que te anulan completamente la capacidad de respirar, empiezas a sentir cómo el aire no consigue llegar a tus pulmones, notas cómo se acelera el corazón, lo oyes palpitar, lo sientes contra el pecho, y notas como éste se oprime hasta tal punto que no puedes más, a veces, incluso, rompes a llorar, otras sin saber por qué, te llenas de ira, reconozcámoslo, la sensación de angustia que provoca el no ser capaces de respirar nos cabrea a todos, no es nuestra hora, al menos, no de momento. En un ataque de ansiedad o de pánico, no te mueres, al contrario, sientes que te mueres, y eso es debido al simple hecho de que tu queridísima cabecita está maquinando contra ti, te hace pensar en esa falta de oxígeno, en lugar de ayudarte a tranquilizarte y a darte cuenta de que todo estará bien, que nada malo va a pasar.

Así que por favor, cuando tengas un ataque de ansiedad, de pánico o estés bajo los efectos de la condenada depresión, no te hunda, puedes con ello y con mucho más, eres fuerte, lo sabes, sólo te falta descubrir la forma de salir, no están difícil, engaña a tu cabeza, guíate por tu corazón, en este mundo falta gente que se guíe por el corazón, sé el primero en hacerlo, porque de los que se guían por su cabeza ya hay demasiados.

Cuestión de ConfianzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora