Pensando en "Dani"

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Pov Poché

Como era costumbre en mi, desperté demasiado tarde, hoy comenzaba el dichoso campamento, realmente si asisto es por remediar mi situación con Camila, desde lo que pasó me he disculpado un millón de veces y con mucha suerte logré que me volviese a hablar pero este campamento es la oportunidad perfecta para lograr rescatar nuestra relación y para apartar mis pensamientos de Daniela, no verla por una semana será bueno para mi, ¿Qué como se que no irá? Fácil, los campamentos no son lo suyo, a simple vista y sin ser científico puedes notarlo, ella prefiere algo más sofisticado que un campamento escolar.
Me levanté lo más rápido posible de la cama, me bañe y cambié con lo primero que tuve a la mano, salí a la sala y papá ya estaba esperándome con la maleta en la mano y la puerta semi abierta, me despedí rápida mente de Vale y salimos casi corriendo del apartamento, bajamos al estacionamiento, subimos al auto y tomamos camino al colegio que sería el punto de reunión.

-Poché- Dijo mi padre mientras conducía.
-¿Que ocurre papá?- pregunté mientras apartaba mi mirada del camino y volteaba a verlo.
-¿Estas emocionada por el campamento? Porque no noto mucho entusiasmo en ti.
-Si lo estoy pa, es solo que mi relación con Cam no anda bien y eso me tiene preocupada, sabes que odio discutir con ella y mas si soy yo la culpable de dicha discusión- Respondí con algo de frustración en mis palabras.
-Cariño- hizo una pausa y me miro por un par de segundos mientras seguía conduciendo. -Ninguna relación es perfecta, tu madre y yo tuvimos muchos problemas a pesar de que nos amábamos tanto, y al igual que tu también muchas veces yo fui el causante de ellas, pero no hubo nada que no solucionáramos hablando, en el campamento tendrás mucho tiempo para hablar y remediar todo con ella ¿No crees?- Dijo el con esa voz que tanta paz me daba mientras esbozaba una pequeña sonrisa que sabía que iba a tranquilizarme.
-Lo se, es solo que me da miedo que no exista mucho por hacer en este caso, fue una discusión fuerte y sin querer la herí un poco, estoy pensando como voy a remediarlo- Dije bastante cabizbaja
-Si ella realmente te ama y el arrepentimiento es sincero, ella te perdonará, pero también estará en ti demostrarle que realmente te arrepientes y que eso que la lastimó no volverá a pasar.

Tenía mucha razón, tenía que hacer sentir segura a Camila de que Daniela no significa nada para mi y que jamás fue mi intención hacerle mal.

-Te agradezco mucho tu consejo papá, no se que haría sin ti- dije mientras lo miraba y una pequeña sonrisa se dibujaba en mis labios, por fin en mucho tiempo tenía claridad en mis pensamientos y todo gracias a mi padre.

Recorrimos unos cuantos kilómetros mas y por fin habíamos llegado al colegio, era tarde y pudimos ver como el autobús se arrancaba, bajamos casi corriendo ambos del auto mientras corrí tras el bus y logré golpear la puerta, el chofer se percató y frenó instantáneamente, inmediatamente abrió la puerta permitiéndome el acceso, volteé y ahí estaba papá extendiéndome la mano con mi maleta en ella, sin pensarlo la tomé y subí, ni si quiera pude darle un abrazo de despedida, abordé y todos me miraban, me sentía avergonzada por semejante escena, caminé por el pasillo y oh sorpresa, Daniela estaba ahí con los ojos fijos en mi, no podía creerlo, ¿Qué hacía Daniela ahí? Peor fue mi suerte cundo vi que el único asiento disponible era el que estaba a lado de ella, me senté e inmediatamente me coloqué los audífonos para que no tuviese oportunidad de hablarme, el bus se puso en marcha y de nuevo mis pensamientos eran una licuadora, sería una semana difícil.
El tiempo transcurrió rápido y los kilómetros también, por fin habíamos llegado. En cuanto el bus se detuvo no lo pensé dos veces e inmediatamente bajé, mi meta era no darle ni la más mínima oportunidad a Daniela de acercarse, busqué rápidamente a la coordinadora y pregunté por la cabaña que me habían asignado, amablemente respondió y dijo 5A, pregunté por donde quedaba y apenas lo dijo me dirigí a ella, llegue y noté que solo había 3 camas, lo cuál era extraño pues según sabía iba a haber como mínimo 4 personas en cada una. Sin darle tanta importancia elegí una y comencé a desempacar la maleta, no había nadie mas en aquel lugar y pensé que tal vez estarían ocupadas en otro asunto pues al llegar ya había varias actividades disponibles para hacer en el lugar. Continué desempacando cuando de pronto algo interrumpió mis pensamientos y me hizo estremecerme, era la puerta abriéndose abruptamente, volteé casi al instante y ahí estaba, era Daniela entrando en la cabaña, en mi cabaña. ¿Qué demonios hace ella aquí? Pensé, no podía ser tan mala mi suerte como para que nos tocara la misma cabaña, hicimos contacto visual inmediatamente, ninguna de las dos lo rompió en ningún momento. Pasaron algunos minutos que puedo jurar que se sintieron como horas en los que ninguna dijo nada, ninguna se movió, ninguna hizo nada, solo mirarnos hasta que Juliana entró repentinamente en aquella cabaña y con su chillante voz rompió la tensión que se había formado en aquel lugar.

Contigo todo lo que con nadie nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora