Contigo todo lo que con nadie nunca

Escribiendo nuestra historia.

POV CALLE

Varias semanas habían pasado desde el campamento, todo parecía como sacado de un cuento de hadas en cuanto a mi lo que me estaba pasando con Poché.

Casi del diario estábamos juntas, tanto en la escuela como a la salida ya fuese en mi casa o en la de ella y algunas veces en el cine, algún restaurante o algún picnic sorpresa en algún parque, definitivamente era muy perfecto, aunque nada podía ser tan bueno siempre, sabía que tarde o temprano algo vendría a arruinar mi felicidad; pero prefería que eso pasara más tarde que temprano.

Honestamente hoy no quería levantarme para ir al colegio, pero el simple hecho de pensar que iba a verla hacia que levantarme de esta cama tan cómoda fuese menos complicado. Me metí en la ducha para intentar terminar de despertar, una vez hecho eso salí y comencé a colocarme el uniforme para posteriormente ondular y peinar mi cabello un poco y colocar algo de maquillaje en mi cara pues mis ojeras parecían que no había dormido un siglo entero y no era para tanto, pero las últimas noches me había desvelado texteando hasta muy tarde con la peli azul.

Cuando estuve lista tomé mi bolso del colegio en la mano y me dispuse a bajar a desayunar con mi papá y Juliana, mi hermana. Llegue al comedor y ambos me recibieron con una gran sonrisa.

-Buen día Cariño ¿dormiste bien? - preguntó mi padre mientras colocaba una servilleta de tela sobre sus piernas para disponerse a comer lo que había en su plato.

-Increíble pá, aunque la verdad me costó un poco levantarme- pronuncie al tiempo que dejaba mi bolso sobre un extremo de la mesa y posteriormente me sentaba a lado de mi hermana.

-Yo también tendría sueño si me desvelara hablando hasta altas horas de la noche- intervino mi hermana en un tono un poco sarcástico mientras me miraba con picardía.

-Deberías decirle a Sebastián que no te escriba a horas tan altas de la noche, hija- pronunció mi padre.

-Sebastián ya no es mi novio- Musite

- ¿Qué? ¿Desde cuándo y por qué yo no lo sabía? –Dijo algo desconcertado el hombre.

-Ya no nos estábamos entendiendo bien y era lo mejor- respondí.

- ¿Tu sabías de esto, Juliana? - interrogo el mayor.

-Tal vez- contesto aquella rubia con una semi sonrisa en el rostro

- ¿De qué hablas? Nadie en esta casa lo sabía- pregunté desconcertada.

-JAJAJA! Hermanita, yo se cosas, además ¿recuerdas que también vivo en esta casa? Bueno, a veces veo cosas- dijo mientras introducía un trozo de fruta en su boca y seguía con esa semi sonrisa en el rostro.

¿A qué demonios se refería? Yo no le había contado nada a Juliana ¿Qué había visto?

Y entonces un relevante recuerdo vino a mi mente.

*FLASHBACK*

-Pasa, ponte cómoda, podemos quedarnos aquí en el sofá de la sala o podemos subir a mi habitación- Dije colocando mi bolso a mis sobre el sofá.

-Me sentiría más cómoda en tu habitación, tengo miedo de que alguien llegue- dijo la más pequeña caminando detrás de mí.

-¡Ay linda! Eres muy tierna cuando te pones nerviosa, pero no entiendo porque lo dices, no haremos nada malo, solo veremos pelis- Dije acercándome a ella para tomarla de la cintura.