Baile de las medias naranjas

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POV POCHÉ

Me quedé estática simplemente parada en el marco de la puerta de aquella cabaña, hasta que su voz me sacó de aquel pequeño lapso de ausencia.

- ¿Poché? ¿Cuánto tiempo llevas parada tras esa puerta? - preguntó ella, con cierto miedo en cada palabra que gesticuló en ese momento.

-Muy poco, prácticamente vengo llegando ¿a qué se debe la pregunta? – respondí.

-No, por nada, simple curiosidad- dijo mientras una pequeña y nerviosa sonrisa se dibujaba en sus labios.

Casi instantáneamente Juliana intervino en nuestro pequeño intercambio de palabras tan incómodo, espontaneo y algo extraño, a decir verdad.

-Chicas, yo me iré a caminar un poco antes de las competencias ¿alguna quiere acompañarme?

-No- respondimos ambas al mismo tiempo

-De... de acuerdo chicas, nos vemos más tarde- pronuncio aquella morena mientras se levantaba de la cama de Daniela y caminaba en dirección a donde yo aún me encontraba, la puerta.

Juliana salió de aquella cabaña en pocos segundos dejándonos completamente solas a Daniela y a mí, quien a decir verdad se notaba demasiado incomoda, nerviosa y preocupada. Me adentré en aquel lugar cerrando la puerta a mis espaldas con un suave golpe y podía sentir como ella solo seguía con la mirada cada paso o acción que yo realizaba mientras ingresaba en la cabaña, al darme cuenta de esto quise hacerme un poco la misteriosa y seguir matándola de intriga, así que sigilosamente hacía el pequeño mueble que estaba junto a mi cama sin decir palabra, una vez estuve ahí enfrente me arrodille, abrí un cajón y misteriosamente saqué una pequeña caja de metal que guardé entre mi ropa, podía sentir aun la mirada de Daniela posada en mi con demasiada intriga, tome la caja entre mis manos, me puse de pie y gire lentamente hasta quedar de frente a ella, quien me observaba demasiado desconcertada.

- ¿Juegas domino? - pregunte en una tierna y dulce voz mientras mostraba la caja de domino que tenía entre mis manos.

Pude ver claramente como su cuerpo se relajaba ante mi pregunta.

-Por supuesto, pero solo si estas dispuesta a perder contra mí, no es por alardear, pero soy de las mejores- alardeo aquella chica de ojos marrones

-Ni lo sueñes Daniela Calle, la mejor soy yo y tú vas a ser quien pierda ante mí- pronuncie desafiantemente mientras caminaba hasta su cama y me sentaba en ella para quedar de frente a ella. Quité la tapa de la caja y la volteé dejando caer todas las piezas sobre aquella cama.

Jugamos por aproximadamente una hora hablando de cualquier cosa, riendo y mostrando ambas lo competitivas que éramos cuando de juegos se trataba, lo curioso era que a pesar de todo parecía que nos habíamos olvidado del resto del mundo, éramos solo ella y yo, jugando y sin preocupaciones y lo digo porque nuestro juego se vio interrumpido por unos golpes en la puerta de la cabaña, me levante y abrí, se trataba de la señorita Gómez apresurándonos pues sí, era día de competencias y ya íbamos tarde, afortunadamente yo me había bañado y cambiado en la cabaña de Paula, con quien había pasado la noche anterior pues no me sentía bien para estar en el mismo sitio que Daniela pues había muchas cosas que pensar con respecto a los hechos recientemente acontecidos.

-Niñas, lamento interrumpir su interesante juego de domino, pero me temo que si no salen ahora mismo no llegaran a tiempo a sus actividades de el día de hoy- dijo la señorita Gómez de manera amable pero determinante.

Contigo todo lo que con nadie nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora