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No tenían la menor idea de cómo habían llegado a ese extremo, ¿porqué debían de abandonar sus cálidas y cómodas camas, para tener que dormir en el patio, en unas casas de campaña?

Aquello le molestaba, se arrepentía el haber dejado libre a Sukuna, porque si, el responsable de todo esto, es ese rey de las maldiciones.

Sintió como unos brazos acariciaban con amor su cintura, y como un pequeño beso marcaba su cuello.

Yu~ji, ¿en qué piensas? -

El pelirosa sólo volteo y se acomodó entre los brazos de su alfa, le encantaba esa unión con ese hombre, el poder oler su aroma y el sentir esa calidez que sólo él puede tener.

En que nos corrieron -

Buuueno, nosotros decidimos salir, o acaso querías escuchar los gemidos de fushiguro? -

Cla.. ¡Claro que no! - frunció el ceño, recargo su cabeza en el pecho del alfa, sonriendo y deleitándose por su aroma - sabes.. Me alegra que estés a mi lado

Yuji...pero yo no estoy contigo -

Ante aquellas palabras, el omega se levantó, las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas al ver ese maldito cubo en donde su alfa estaba encerrado.

Ahora todo su alrededor había cambiado, ya no estaba en el patio de su casa. Si no, en esa estación en donde perdió a grandes compañeros y al amor de su vida.

Podía ver la sangre en el suelo y un poco en su ropa, ese sentimiento de dolor y desesperación volvía a estremecer su cuerpo.

No.. No.. NOOOO-

¡YUJI! -

El omega miro con algo de confusión el lugar en donde estaba, era la misma casa de campaña, pero la única diferencia era que su alfa estaba abrazándolo.

Todo había sido una pesadilla.

Ya...yuji..Tranquilo, estoy aquí -

Go.. Gojo - paso sus brazos por el cuello del peliblanco, tratando de detener sus sollozos - no te vayas.. No me dejes

Satoru acariciaba la espalda de su amado omega, podía sentir como su cuerpo temblaba y una parte de su pijama estaba mojada.

No debía de ser un genio para entender que su pareja había tenido una pesadilla, de seguro soñó con su separación.

Con ese momento en donde él fue encerrado y la masacre se desató

Con delicadeza separó su cuerpo del omega y tomó entre sus manos el rostro del pelirosa, haciendo que este lo mirara fijamente a los ojos

Escúchame bien yuji, te amo, y nunca nos van a volver a separar-beso la nariz del menor, sonriéndole con ternura.

¿Siempre a mi lado? -

Siempre a tu lado -

Yuji sonrió abrazando con fuerza a su pareja, escuchando los latidos de su corazón y deleitándose por ese aroma que lograba tranquilizarlo.

Pero el recuerdo seguía ahí, el miedo de cerrar sus ojos y ver que todo lo que está viviendo es un sueño, le aterraba

Gojo se dio cuenta de esto, por lo que cargo entre sus brazos a su pareja y lo sacó de esa casa de campaña.

Se.. Sensei? -

El alfa no pudo evitar reír un poco ante ese honorífico, su amado omega le seguía diciendo sensei, cuando eran otra cosa, aunque aquello tenía mucho morbo

Movió su cabeza de lado a lado, tratando de eliminar esos pensamientos y no excitarse, debía de hacer olvidar a su pequeño amor.

Yuji cierra los ojos -

El omega hizo caso a aquella instrucción, sintió como el aire se hacía más frio, como el ruido de las calles se escuchan muy lejos, y como sus piernas flotaban entre los brazos de su pareja.

No sabía que estaba pasando, por lo que abrazo con más fuerza a su alfa, tratando de ocultar sus nervios.

Satoru rio ante esta acción - ya puedes abrirlos

Yuji poco a poco abrió sus ojos, por unos momentos estaba confundido, pues al voltear lo único que veía era el cielo y las estrellas, pero al bajar su mirada todo cobro sentido

Estaban flotando sobre la cuidad.

Quedo fascinado al ver lo lejano que estaba la cuidad, como las luces parecían pequeñas estrellas que al alzar su mirada se asemejaban a las que adornaban el cielo.

Te gusta?.. Creí que sería algo bueno para que olvidarás ese horrible sueño-

Ante esas palabras solo sonrió, y beso la mejilla de su pareja - gracias

Satoru recargo su barbilla en el hombro de su omega, sonriendo al escuchar ese pequeño susurro.

Una idea cruzó por su mente, algo que podía hacer de esa velada, aún más mágica.

Qué tal si bailamos? -

Q.. Que... E.. Espera - el pánico invadió su cuerpo al sentir como era bajado de esos brazos y como su cuerpo quedaba al aire. - se.. Sensei

Tranquilo, no te dejare caer -

Aún con esas palabras, no podía evitar tener miedo, su cuerpo estaba flotando en el aire, mientras que lo único que evitaba que cayera, era el agarre de su alfa.

Aún con esas palabras, no podía evitar tener miedo, su cuerpo estaba flotando en el aire, mientras que lo único que evitaba que cayera, era el agarre de su alfa

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(créditos a quien corresponda)

Unos, dos, tres - tarareaba mientras acercaba y alejaba el cuerpo del omega

De vez en cuando daban una vuelta, algo lento para que el omega no tuviera miedo.

Las risas no se hicieron esperar y ese momento lleno de amor el corazón lastimado de yuji.

Gojo acerco su cuerpo al omega y lo tomó de las caderas, provocando que itadori pasara sus manos por el cuello del alfa.

Gojo comenzó a moverse al ritmo de un vals, siendo lento, tranquilo y muy romántico

Sus miradas estaban fijas en el contrario, admirando la belleza de su pareja y sonriéndose mientras movían sus cuerpos a un ritmo que solo ellos podían entender

Yuji ya no sentía ese dolor producto de su pesadilla, la angustia se había esfumado, ahora siendo reemplazada por las risas y esos latidos llenos de un profundo amor.

Gojo acercó su rostro al omega y junto sus labios en un lento y tranquilo beso que lo único que buscaba era demostrar el amor que el alfa siente por su omega

Al separarse yuji le dio una sonrisa tan tierna y sincera que provocó que su corazón latiera a mil por hora.

Te amo Satoru -

Aquello había sonado tan lindo, tan hermoso, que su cabeza no descansaría ni un momento para recordarle esas palabras.

Yo también te amo yuji -

Siempre A Tu Lado - Gojo x ItadoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora