Siempre A Tu Lado - Gojo x Itadori

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Gojo no sabía qué hacer, estaba apuntó de comentar una locura si no obtenía respuestas.

Era el hechicero más fuerte del mundo pero su poder no servía en esos momentos.

Para su mala suerte en esos momentos no había nadie en la casa, Choso había salido a un lugar el cual desconocía

Sukuna y Megumi habían sido expulsados de la casa, por sus propias manos, pues no quería que ese par estuvieran como conejos las 24 horas de día, infestando con sus feromonas su hogar.

El único que podía tener sexo todo el día era él y su yuji, nadie más.

Y ese era el problema, su yuji había estado comportándose muy extraño, tenía mareos, vómito y muchos, pero muchos cambios de humor

Algo que comenzaba a preocuparle, pues no quería que su adorado y hermoso omega estuviera enfermo.

O peor aún, que sea una enfermedad terminal.

Ante ese pensamiento, se levantó del sillón y corrió hacia la habitación que compartía con su pareja.

¡Yuji nos vamos al doctor! -

El omega se encontraba acostado en la cama, tranquilamente, mientras comía unas papas y veía series en nextflix.

Por qué? estoy bien -

No, no lo estás - caminó hacia el omega y se sentó en la cama - debo asegurarme que esos síntomas no sean nada grave.

A yuji no le agradaba la idea de ir al doctor ¿qué tal si los descubrían? ¿Si los reconocían y lo volvían a separar de su amado?

Aquellos pensamientos no le gustaron, él no quería volver a esa soledad y desesperación que vivió al perder a su amado.

Sin poder evitarlo, sus feromonas comenzaron a inundar el lugar, algo que asusto al alfa, pues logró sentir la tristeza de su omega.

Yu.. Yuji - quiso abrazarlo, pero quedó shockeado cuando el omega comenzó a llorar.

Aquello era algo que no se esperaba, el ver a su omega llorar mientras intentaba golpearlo era algo nuevo para él.

¡Satoru idiota! -

Yuji trataba de golpear al alfa desde su cama, tenía sus ojos cerrados y las lágrimas bajaban por sus mejillas.

Gojo se acercó con cautela y en un descuido del omega logró abrazarlo, y acostarlo en la cama.

Perdón, pero estoy preocupado-

Yuji sollozaba mientras ocultaba su rostro en el pecho del varón, se sentía muy tiste pero el olfatear aquellas feromonas, lograron tranquilizarlo un poco.

No te preocupes, yo te protegeré, además no iremos a un lugar público, si no que te llevaré con Shoko, ya me he contactado con ella -

Aquellas palabras parecían inofensivas, pero para un omega que está con cambios de humor y que hace unos segundos había llorado, fue como una bomba de mentiras.

Que? - yuji salió de los brazos del alfa y se sentó en la cama, mirando seriamente a ese alfa - ¿desde cuando estás hablando con Shoko sensei ?

Eh? - ver a su pareja serio, con ese tono de voz frío lo hizo temblar. - bu.. Bueno desde hace unos días.

Días?.. ¡¿Y por qué no me lo habías dicho?! ¡¿Es que ya no me tienes confianza?! ¡¿Te parezco inútil?!.. -

Las palabras no dejaban de salir de la boca del omega, cada una de ellas se quejaba por que haya ocultado esa información, nunca pensó que algo como eso le fuera a traer problemas.

¡¿Ya no me amas, verdad?! ¡¿La prefieres a ella?! ¡¿Qué tiene ella que yo no tenga?! -

Gojo se quedó algo sorprendido al ver como su omega se desvestía enfrente de él, aquella escena se estaba volviendo peligroso

¡Soy sexy! ¡Tengo un gran trasero! ¡Mis pezones son rosaditos! ¿No te gustan? -

El alfa solo podía deleitarse con la vista, el omega acariciaba la parte de su cuerpo que nombraba, aquello solo lo excitaba.

Yuji ¿por qué haces todo esto? -

No es que no le gustara, pero era extraño ver a su pareja tomar la iniciativa, siempre era muy tímido cuando se trataba del sexo, debía de acariciarlo y darle muchos besos para que logrará llevarlo a la cama.

Algo que siempre disfrutaba, pues su amado omega era lo más bello que sus hermosos ojos habían visto en toda su vida.

Yuji se limpió las lágrimas y se subió a la cama, quedando frente a frente con el alfa y a unos cuantos centímetros de su boca.

Yo te enseñaré que mi cuerpo es mejor que el de cualquier zorra-

Aquella noche fue demasiado intensa y excitante para gojo, en esa noche pudo descubrir lo provocativo, sensual y dominante que podría ser su omega

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Primero, no soy la amante de ese hombre, no me interesa y no tengo ninguna intensión de ser su pareja-

Shoko se encontraba dentro de la casa de esa pareja, prefería ir a verlos, a que ese par saliera y los descubrieran

Y más con todos los equipos de búsqueda que han creado para encontrarlos.

Segundo, - miró al alfa - itadori kun tendrá muchos cambios, ya sea en su personalidad o en su cuerpo, será más celoso, sobreprotector y buscara en todo momento tu cariño

Gojo pensó en eso y no le pareció nada malo, era algo lindo para él.

Y último, - observó al pequeño omega que se encontraba sentado en una de las sillas del comedor - estas embarazado

Aquellas palabras solo provocaron un gran silencio en la casa, algo que puso nerviosa a Shoko.

Pues el ver como Gojo, Itadori y esa maldición que se autoproclamaba hermano del omega, la miraban fijamente sin decir ninguna palabra, la ponían nerviosa.

E.. Embarazado - Choso no quería creer esas palabras, por una parte estaba feliz ya que tendría un sobrino.

Pero también estaba preocupado, habían pasado algunos meses, ni siquiera estaban cerca del año, de que rescataron a ese alfa y se ocultaron en esa casa.

Era muy peligroso para su hermano que tuviera un bebé, todo podría suceder en muy poco tiempo.

Yu~ji -

El alfa había reaccionado, se acercó a su omega y lo abrazo, recargado su barbilla en el hombro de su pareja y oliendo sus feromonas.

Gracias, te prometo protegerlos y ser el mejor padre del mundo -

S.. ¡Si! - era lo único que podía decir, pues sus lágrimas y sollozos no le permitían hablar, solo podía abrazar a su alfa.

Deseando quedarse en los brazos de su pareja y sentirse seguro.