YOURS | SOOKAI. [EDITANDO]

0.0 | THE IDEA OF THE FALL.

Para tener ocho años, Huening Kai siempre fue un niño poco más maduro que los demás.

Si bien no había forma de que un infante poseyera algún tipo de madurez, Kai siempre parecía hacerse responsable de cosas con las que ni siquiera debía lidiar.

Como brindarle palabras de consolación a sus madres cuando las otras madres de la escuela las miraban con asco cada vez que iban a recogerlo o haber decidido que podría él solo con las constantes burlas y molestias y el aislamiento por parte de sus compañeros de curso al ser mixto y haber sido adoptado por dos mujeres.

No importaba, le dolía un poco, por supuesto que le dolía, pero había esperado seis años a que lo adoptaran, viendo como los otros niños se iban felices finalmente del orfanato con sus nuevas familia, hasta que sus madres lo sacaron de allí y se lo llevaron a Corea.

Llevaba más de un año siendo hijo de ambas, lo habían adoptado incluso cuando ya tenían una hija por su cuenta, él ni siquiera sabía mucho del idioma así que tuvieron la paciencia de enseñárselo ellas mismas y no habían sido otra cosa que las mejores madres para cualquier niño, ¿cómo podría importarle lo que señoras malas y niños tontos tuvieran que opinar acerca de él y sus madres?

Kai nunca perdía la oportunidad de decirle a sus madres que las amaba, que estaba feliz de ser su hijo y que él estaba bien, que no estuvieran triste porque eso lo ponía triste también. Tal vez era que Kai era un buen niño y observador o quizás era aquella costumbre suya de cuidar a todos, así como cuidaba a los más pequeños del orfanato que no eran escogidos al igual que él, asegurándose de que se comportaran para que no fueran castigados o de que nunca se sintieran ni lloraran solos.

Fuera lo que fuera, Kai era así.

Jugaba con los niños de grados menores y de guardería, y los cuidaba, que no se ensuciaran, que jugaran justo, que no se lastimaran y de hacerlo, se aseguraba de consolarlos.

Y eso preocupaba a sus maestras.

Sabían que era su primer año yendo a la escuela después de haber sido educado en el orfanato y en casa por sus madres, y aunque se veía tímido y siempre parecía tener una sonrisa amigable que dar a todos, no parecía inmutarse por nada. Ellas tuvieron que darse cuenta solas que Huening era molestado por sus compañeros dado que él no había dicho ni una sola palabras a ellas sobre el tema, y cuando trataron de preguntarle sobre ello, el pequeño simplemente les dijo que no importaba y que no quería que hicieran algo al respecto.

Ellas lo hicieron de todos modos, de la manera más disimulada posible, pero no mucho cambió.

Algunos niños captaron el mensaje y trataron de incluir al pequeño Kai, pero él dejaba que se le acercaran por un segundo antes de aislarse a sí mismo. Participaría bastante en clases y parecía socializar bien en los trabajos de pareja o grupos, pero, tan pronto como sonaba el timbre o tenían algún rato libre, el niño simplemente buscaría refugio en los niños pequeños o su piano de juguete.