࿇ CAPÍTULO II ࿇

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𝐄𝐍 𝐀𝐋𝐆𝐔𝐍 𝐋𝐔𝐆𝐀𝐑 𝐀𝐁𝐀𝐍𝐃𝐎𝐍𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐍𝐎 𝐃𝐄 𝐃𝐈𝐎𝐒.
Dentro del bosque y muy lejos del reino, donde la corrupción de quien se hacía llamar, él nuevo rey; no les atara, existía una pequeña comarca, aislada de la civilización, perdida entre magnitud de los vastos bosques que componían una parte de esas tierras antes conocidas como, Mᴀsӧʀᴀᴋ.

Ya con la oscuridad cubriendo el edén, en el interior de una de las tantas casas del paraje. Un fuego ardía fuerte, iluminando su interior a altas horas de la noche, calentaba a un grupo de hombres que se reunieron esa noche en la barra del lugar para reposar luego de un largo día de trabajo.

ᅳ¡Por los dioses! ᅳexclamó con sorna, sin despegar sus ojos miel del sujetoᅳ. ¡Esas bestias ya están más que extintas!, por sí no lo sabías.

ᅳParece que las creencias de su eternidad son verdaderas ᅳrespondió serio, mientras se quitaba la tela que traía como capa, descubriéndose totalmente.

ᅳHabla claro, maldición! Eso no puede ser ᅳEstaba indeciso, creer o no, pensaba.

Guardó silencio, el otro pudo notar esta acción, interpretando falta de confianza.

ᅳCómo me ordenaron fui a seguir al líder de los salvajes ᅳcontinuó, en un intento de ganar credibilidadᅳ. Para proponerles nuestro trato, descubrí muchas cosas. Pero eso no es lo realmente importante, parece que ellos quieren mantener la paz con el reino. Cuando volví decidí atravesar el bosque para cortar camino, estando junto al río me detuve a tomar agua, fue cuando los vi...

ᅳLos vi ¿Qué dices?, ¡Había más de una de esas bestias! ᅳinterrumpio el castaño frunciendo el ceño.

ᅳAsí es, les vi volando al lado del volcán. Y ellos cazaron frente a mi. Pero... uno de ellos era una cría, quizás, era muy pequeño. Cuando mataron al alce se lo llevaron volando al volcán ᅳTerminó de hablar y se quedó mirando en silencio al contrario.

Dio otro trago a su vaso, como si nada y se recargo en la barra masajeando su cuello. Ahora ya había escuchado, sonaba como la historia más falsa que hubiese oído, Le daban un ligero aire a su madre, cuando le contaba de los antiguos dragones de Mᴀsӧʀᴀᴋ. Respiró hondo y se preparó para hablar.

ᅳA ver si te entendí. Me estás diciendo que viste dos dragones ¡Ah, cierto! ᅳcorrigióᅳ. Uno era una cría, ¿Verdad? Entonces vamos de nuevo. Dices que estos... dragones se están reproduciendo en un volcán ¿Si te entendí? ᅳSe notaba su sonrisa de burla y su tono de voz con ironía.

ᅳPuedes acompañarme mañana al volcán a verlos, te juro por todo lo sagrado que no es mentira ᅳEl tipo se sentía muy seguro de sus palabras, no parecía estarle mintiendo, lo veía en sus ojos. Estaba emocionado.

De fondo unas suaves risas cortaron el hostil ambiente, los presentes no pudieron continuar sin antes darle el protagonismo que buscaba el propietario de dicha interrupción.

ᅳTomura, ¿Quieres callarte? ᅳcomentó el castaño al dueño de la burla, cuando le miró de reojo este reposaba su costado derecho en la pared, justo en el último lugar de la barra. Como de costumbre.

ᅳOye ᅳhabló el peliazul sin mirarleᅳ. Pero sólo se me escapó una risa. Admite que está situación es un poco... ¿Cómo decirlo?, ¿Jovial? ᅳsugirió, finalmente guardando silencio.

Fue raro escucharlo reír, claramente se estaba burlando también, pero terminó por darse cuenta que en el rostro de Tomura no había ni rastro de una sonrisa, eso preocupó al castaño. Era un mal presagio.

ᅳTe recuerdo que tú mismo me pusiste a cargo de esta misión ᅳSe defendió.

ᅳY yo te recuerdo a ti, que no has hecho nada en los tres meses que tienes a cargo ᅳEmpinó el vaso en su boca bebiendo todo lo que restaba, se puso de pie y a paso lento se dirigió a la puerta del establecimiento, mirando únicamente al piso.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2021 ⏰

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