Capítulo 16: Un beso no fingido

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—S-Sumie... _tartamudeé dejando el sable de luz en mi espalda.

Jisoo estaba atrás de mí diciendo todas las oraciones que se sabía y haciendo un círculo de sal para protegerse.

—¿Qué demonios le sucede a Jisoo? _preguntó mirando lo histérica que se encontraba.

Tuve que darle un golpe con el sable para que se calmara.

—¡Auch! _se quejó tomando su cabeza entre sus manos.

—Ten más cuidado Manoban. Pobre sable._Sumie me quitó el sable de las manos y lo acarició como si fuera un bebé.

—¿Por qué gritaste cuando llegaste, Sunhee? _pregunté intentando ocultar mi nerviosismo.

—Porque el alíen gritó entonces para darle más drama al asunto también grité, pero si quieren seguir jugando a ser Jedi bien por mi. Podríamos jugar las tres y yo decir con voz de robot: "Soy tu padre".

No sabía si Sumie se estaba haciendo la loca o de verdad había gritado sin saber que sucedía. Valoraba mi vida así que preferí pensar la segunda opción.

—No estábamos jugando Sumie. Estábamos en una discusión. _dijo Jisoo saliendo del círculo de sal.

—¿Y por qué discutían? _preguntó con interés acomodando su traje.

—Porque Lisa... Ella... No quiere admitir que Jennie le gusta. _dijo Jisoo orgullosa por saber disimular.

—No será más bien... _empezó a decir la conserje acercándose.

—¿Qué a ti te gusta mi hija, Jisoo?

Se me paralizó todo y a Jisoo creo que se le olvidó respirar porque se está volviendo morada. Como última opción, agarré el sable de Jisoo que estaba en el suelo y se lo lancé a Sumie a la cabeza logrando que cayera noqueada.

—¡¿Qué hiciste?! _exclamó una horrorizada Jisoo.

—Salvarte el pellejo. _respondí caminando hasta la inconsciente conserje.—Sumie... Sumie... _llamé dándole unas palmadas en el rostro.

Sunhee poco a poco empezó a despertar y finalmente abrió sus ojos de golpe.

—¡¿Qué demonios sucedió?! _se quejó tocándose la cabeza.

—Emm... ¿Te caíste y te golpeaste? _dije no muy segura.

—¿Volví a drogarme? Joder, debo dejar esa mierda o terminaré con dos cabezas debido a tanto golpe. _empezó a levantarse y después miró a su alrededor.—¿Una estampida de elefantes pasó por aquí o que?_Miramos a nuestro alrededor y estaba hecho un asco.—Será mejor que arreglen eso, les ayudaría pero dos cosas me lo impiden: Tengo pereza y llego tarde a la convención de Star Wars._Sumie tomó los dos sables, se despidió y salió de nuestro departamento.

—¿Crees que se acuerde? _preguntó Jisoo aún mirando la puerta.

—No lo creo, le di con mucha fuerza. _contesté empezando a organizar los muebles.

—Entonces... ¿Le gusto a Rosé?_Jisoo sonrió ampliamente y yo reí al verla tan emocionada.

—Le gustas tanto que me pidió que la ayudara a darte celos.

—No fui a la única... _murmuró.

—¿Qué?

—Nada, nada. _empezó a silbar mientras recogía los pedazos del jarrón que no tenía idea de lo que hacía allí.

(...)

—¡DESPIERTA!

—¡¡AAAAHHHH!!

Las carcajadas de Rosé y de Jisoo se escuchaban por toda mi habitación mientras que esta pobre alma se recuperaba de tremendo susto.

—¿Te asustaste Lisa? _preguntó Jisoo irónicamente mientras reía.

—Pues con esa cara... _contesté ganándome un golpe de ella.

Se lo devolví y mientras nos dábamos manotazos, Rosé nos separó, pero eso no quería decir que nos sacaramos la lengua cada que chocaramos miradas.

—¿Qué haces aquí, Rosie? _pregunté mirando mal a Jisoo.

—Pues... Vine a visitarlas porque mamá se quedó quien sabe donde por andar yendo a convenciones de La Guerra de las Galaxias gracias a que la secretaria es muy fan de ellas. _explicó algo nerviosa mirando de reojo a Jisoo.

—Ajá... ¿Y la verdadera razón es...? _me crucé de brazos esperando la verdad.

Jisoo suspiró pesadamente y tomó la mano de Jisoo para entrelazarla con la suya.

—No soportaba más no decirle a Jisoo lo que siento así que decidí venir. _dijo sonriéndole.

—¿Y ya son algo?

—Somos novias, Lis._respondió una feliz Jisoo besando la mano de la pelirosa.

—¡¿O sea que estamos rompiendo?! _coloqué una mano en mi pecho limpiando una lágrima falsa.

—Fuiste la mejor novia falsa del mundo, Lis._Rosé acarició mi mejilla con una sonrisa divertida.

—Ahora sigue siendo la novia falsa de Jennie, Lisa. _comentó Jisoo mirándome seria ya que la mano de Rosé seguía en mi mejilla. Las tres nos miramos unos segundos hasta que caímos en cuenta de algo.

—¡JENNIE! _gritamos mientras nos levantábamos de la cama.

***

Después de llegar al instituto con un propulsor en el Lamborghini gracias a que íbamos atrasadas, empecé a buscar a Jennie por todas partes. Lastimosamente cuando la encontraba ella no se por donde demonios se metía porque siempre desaparecía de mi vista y en las clases simplemente me ignoraba, lo mismo era en el almuerzo.

La última clase era Educación Física pero como estaba lloviendo debíamos ir al gimnasio a recibir la clase. El profesor dijo que jugaríamos quemados y él formó los equipos, en el mío estaban Nayeon, Jisoo, Yuna y otros chicos; en el equipo contrario estaban Jennie, Somi, Rosé y los demás chicos.

El juego comenzó y la primera eliminada de mi equipo fue Nayeon por andar pidiéndole disculpas al chico que golpeó en la cara con el balón. Somi y Yuna se eliminaron mutuamente y Jisoo por andar burlándose fue eliminada por Rosé. Yo eliminé a Rosé y ahora quedaban 3 chicos de cada equipo incluyéndonos a Jennie y a mi.

Los ojos de Jennie estaban puestos en mí y ambas tomamos un balón del aire, empezamos a lanzarnos hasta zapatos con tal de eliminar a la otra pero lastimosamente el timbre de fin de clase sonó. Todos fuimos por nuestras cosas y yo le dije a Jisoo que me esperara en el auto.

Jennie estaba arreglándose la blusa mientras yo me acercaba a ella quedándonos como las últimas en el gimnasio.

—Ese jueguito de te ignoro porque se me da la gana no me gusta. _dije quedando frente a ella.

—No es mi problema. _contestó tomando su bolso para salir pero yo la detuve.

—¿Qué te sucede? Somos un equipo, debemos trabajar juntas.

—¿Trabajar juntas? No pensabas eso cuando mirabas como idiota a Rosé, ¿cierto? _se soltó de mi agarre y se cruzó de brazos.—Estás echando todo a perder, Manoban.

—¿Estás así por eso?

—¿Por qué más lo estaría? ¡¿Por qué odio que le prestes atención a otras en lugar de a mí?! ¡¿Por qué quiero que esos ojos sólo me miren a mí?! ¡¿Por qué quiero que me abraces sólo a mi?!

Con cada grito Jennie se acercaba más y más hasta el punto de que nuestras respiraciones chocaran. Quería besarla, hace mucho que me muero por volver a probar esos labios.

—Si... Por eso. _susurré tomándola de la cintura y logrando que nuestros labios se tocaran.

Este beso fue diferente a todos los que nos hemos dado, venía cargado desesperación como si hubiéramos esperado siglos por volvernos a besar. Nuestras lenguas se conocieron y nuestras manos tocaron los puntos débiles de la otra.

Fue el mejor beso de toda mi existencia.

Pizza (Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora