●Sin editar●
Holmes estaría orgulloso de mí.
Me asomé en la ventana con el corazón en la mano.
Kira sonreía entre la grama que, debía podar— ¡Estoy bien! —dijo alzando sus pulgares.
Todo good, niña.
Gracias al cielo que estaba bien, debía proponer ideas menos peligrosas ¿Qué sería lo siguiente?, ¿Nadar con caimanes?
Es como si pudiese escuchar el comercial de Nerf Rebell
“¿Sobrevivirás?”Kira corrió como hombre escapando de casa de la amante, pringada y asustada. JAJA, sí.
La observé desvanecerse entre los arbustos y el Jumanji de mi patio.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por 3 golpes en la puerta.
Me dirigí con intención de abrirla pero el destino no tenía esos planes.
Jeremy empujó la puerta justo cuando yo giraba el pomo, el borde de aquella me dio certeramente en la cabeza, haciéndome caer de bruces al suelo.
Que lindos pajaritos dan vueltas.
—Rayos, Danna.
Rayos nada, yo estaba viendo pajaritos gracias a él.
—¿Por qué abres la puerta sin avisar?—dije exasperada.
—Porque eso hacen los mejores amigos—contestó lanzando un beso con burla.
— ¿Los mejores amigos también hacen que te cortes la frente? —dije notando que mi frente comenzaba a sangrar.
¡Genial!, mañana tendría una cicatriz tan linda, que me haría parecer a una suicida. Buena Jeremy, muy buena.
— Eso se cura, no exageres —dijo rodando los ojos.
— Pásame el botiquín de la mesa.
Sin protestas, me extendió el botiquín. Saqué alcohol y toallas para limpiarme la herida.
Que irónico, a mi edad debería estar enloqueciendo bebiendo alcohól y en este instante estoy disfrutando de las maravillas del alcohol medicinal.
Al menos no vamos a caer en un coma etílico.
—¿A qué venias?, ¿No te había dicho que te fueras?
—Escuché un ruido, creí que te había pasado algo. —No me pasó nada hasta que tu llegaste, como ya ves. Mordí mi labio inferior absteniéndome de decirle sus 4 verdades a la cara. —Y ahora que lo noto, —continuó. —¿No estabas con Kira?
Por todos los Dioses, la Virgen de las mentiras y el Dios de no asesinar a tu mejor amigo por entrometido. Denme paciencia, amén.
—Sí, tuvo que irse. Su madre la necesitaba. —respondí tajante, recuerdas las cosas que te convienen, idiota.
—Ah, no la vi salir por la puerta.
Dios santo, ¿no pude haber escogido un amigo menos metiche?
—¿A qué venias? —repetí cambiando el tema.
Deja de divagar, corazón. Necesitamos que dejes de ser un indiscreto.
—Oh —dijo, ¿Avergonzado? —Esto es un poco embarazoso.
Mi radar de "interés por cosas que le pasan a Jeremy" se encendió.
—Habla —lo obligué. Se estaba poniendo interesante.
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Danna.
Teen FictionEn su penúltimo año, Danna Williams se enfrenta a todos los problemas que arrastraba su pasado. A todo aquello que alguna vez ocultó. Ella era un sol, sus problemas la luna. En algún momento llegaría el punto medio dónde todo se revelaría, el tan es...