Epílogo

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Cinco años después.

-Hola, amor. -Blaise sonrió. Su cabeza se inclinó contra la piedra mientras se deslizaba junto a ella. -Soy yo otravez.-

No pudo evitar reírse un poco por sí mismo. -Si yo fuera ustedes, ya me habría cansado de mí, pero una promesa es una promesa, ¿verdad?.-

Resopló, mirando hacia el lago frente a él mientras su cabeza se inclinaba y su mejilla se sentía fría contra la roca.

-Te extrañé esta semana. La vida es muy ocupada. El trabajo es aburrido como siempre, y Dean ...-

Blaise contuvo la respiración. -Dean es Dean, ya sabes.-

-Tu madre quería que te diera lo mejor de mí. Se siente extraño decirle que me reuniré contigo cuando ella no sabe ...-

Se calmó, cruzando las piernas sobre el suelo en el que estaba sentado.

-No hablemos de eso.-

La cálida brisa le acarició las mejillas y un color sonrojado las tiñó.

Se sentía tranquilo, fácil estar aquí ahora después de todo. Después de la guerra. Después de que la sentencia oscura se convirtió en una justa.

Sentir el mundo en el que vivía, en paz.

Toda la oscuridad en la que vivían sus dos mejores amigos, se desvaneció, como lo hicieron ellos.

Los ojos de Blaise recorrieron el mundo antes de aterrizar en las manos colocadas en su regazo, y la sonrisa aún cubría sus labios.

Notó el esmalte de uñas que le cubría las uñas.

-¿Te acuerdas cuando me pintaste las uñas, amor?. -Las puntas de sus dedos rozaron el esmalte amarillo. -Tú pintaste las mías de negro y yo pinté las tuyas de amarillo.-

-Ese es el único color que le dejo pintar en estos días. No puedo soportar otro color que ese tono amarillo suave que siempre usaste.-

Su mente huyó a cuando todavía estaba en la escuela, escondido en su dormitorio con June, riéndose de algún comentario cruel que ella hizo sobre Draco, o cuando solían tumbarse en la hierba al sol, leyéndose el uno al otro, y ella jugueteaba con ese collar suyo.

El collar que Draco le dio.

Pero todo lo que vio en los pequeños dedos de June fue su esmalte de uñas amarillo.

-Deberíamos haberle pintado las uñas también, Draco. ¿No crees?.-

-¡Papá!. -

Blaise se estremeció, rápidamente levantándose del suelo mientras la dulce y risueña voz se acercaba más.

-Hablando de ella. -Él sonrió, y la niña que corría hacia él se estrelló contra su pecho mientras la levantaba, haciéndolos girar a ambos a la luz del sol.

-Hola, cariño. -susurró Blaise en su cabello rizado. -¿Estás lista para ver a tu tía June de nuevo?.-

La niña en sus brazos sonrió descaradamente mientras se inclinaba en los brazos de su padre para colocar una rosa blanca sobre la piedra que estaba junto a ellos.

-Hola, tía June. -La niña se rió, acariciando la roca con la mano. -Te extrañé.-

Blaise sonrió, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas al ver a su hija colocando una flor en la tumba de su mejor amiga.

-¿Sabes qué, princesa?. -Blaise la bajó de su agarre, encorvándose junto a ella mientras su vestido bailaba en el viento. -Solo sé que ella también te extrañó.-

I'm a Riddle; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora