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Era otra mañana más en la que Kirishima se levantaba para ir al instituto. Con su habitual buen ánimo salió de su habitación en busca de algo de aire fresco, encontrándose a su vecino explosivo en tal acto.

-Buenos días Bakugou! Arreglado tan temprano como siempre.-Dijo el pelirrojo hacia su acompañante mientras se estiraba y daba un gran bostezo.
-Oh, cierto, debería ir a arreglarme también-Se recriminó al darse cuenta, luego de unos minutos parado ahí, para después voltear tranquilamente y entrar de nuevo a su cuarto, sin dejar que su compañero mencione palabra alguna.

Como estos últimos días, Bakugou se quedó con las palabras en la boca, sin mencionar sus miles de preguntas sin respuestas coherentes gracias al extraño comportamiento del pelirrojo.
Algo estaba mal, había algo diferente. Podría mencionar su nueva actitud hacia el rubio, parecía que algo le faltaba... Como el calor en sus ojos, si hubiera que ponerlo en palabras.

                                *

Pasaron alrededor de 40 minutos y el pelirrojo salió de su habitación, ya arreglado, para ir al instituto. Topándose en el camino con varios amigos y compañeros, saludándolos cordialmente, cómo es habitual en él.

Al llegar a su salón fue directamente hacia su escritorio, poniéndo el peso de la mochila, todavía en su hombro, en este.
Sacó las libretas indicadas para la materia que se aproximaba, dejando, por fin, la mochila en el costado de su asiento para después cruzarse con la mirada atenta de un rubio cenizo posada en él. Kirishima le sonrió mientras que el contrario apartaba la mirada, siendo este extraño momento interrumpido por la ruidosa llegada de sus compañeros, más específicamente sus mejores amigos, al aula.

-Buenas Kiribro-Saludó enérgico Denki.

-Hola-Respondió alegremente el pelirrojo.

Siendo Kirishima nuevamente interrumpido, esta vez por la llegada de Aizawa al aula, dando por iniciada la jornada de clase.

                                *

Las clases ya habían finalizado, y, cómo el resto de sus amigos, Kirishima no había entendido un comino de lo que Aizawa había explicado, por más esfuerzo que le pusiera. Al tener a su "maestro particular" de confianza --y Denki ser muy denso-- pudo convencer a Bakugou para ayudarlos con la tarea, este último aceptando a regañadientes.

Tras una corta caminata llegaron a los dormitorios, yendo a la habitación de kaminari para estudiar, puesto a que el otro rubio odiaba las visitas a su cuarto, " ya bastaba con que los ayudara a estudiar", decía este.

En menos de 10 minutos ya estaba todo acomodado en una mesa, conformada por Sero, Kaminari, Bakugou y Kirishima, siendo una pelirrosa la faltante en esta sala, pero por equis motivos no había podido asistir.
La "clase" avanzó bien, Kirishima entendía casi a la perfección lo que Bakugou explicaba, lo cual le facilitaba a sobremanera a la hora de hacer los ejercicios.

no me molestas, idiota | kiribakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora