Un Sol

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*En el orfanato de yilling*

Yuan un Huérfano desde bebé , porque si, él lo sabía por las monjas que le cuidaban en ese terrible lugar, el casillo de las brujas como el solía llamarlo, era oscuro  y sin colores bonitos, como los que había en su lugar secreto en el jardín del orfanato.

El niño de 5 años corría por el pequeño bosque que rodeaba el lugar buscando atrapar a los 2 conejitos que tenia de amigos, un conejo blanco saltaba junto con una conejo negro que cuando paraba la persecución el blanco le empujaba de atrás para hacerle correr de nuevo al otro conejito, las risas del de yuan era cantarina y hermosa cuando estaba con sus amiguitos felpudos.

Pero su sonrisa no duro mucho al oír la campanilla que anunciaba el almuerzo, con pesar vio a los conejitos a unos pasos de el mirándolo expectante mientras movían sus naricitas rocitas para seguir el juego de carreras, el peque  se acercó y los abrazo a los dos, y las bolitas  de pelo se restregaron en él.

Yuan saco una media zanahoria y como pudo la partió en dos con una roca, se las puso enfrente de los conejos y ellos comieron, mientras él se daba la vuelta y empezaba a correr para comer el almuerzo.

*

*

*

En el comedor del orfanato los niños corrían a sus asientos empujando a otro, ente risas y forcejeos yuan caminaba tranquilo a su posición en la mesa cuando un empujón dirigido a él lo hizo caer. Sus ojitos se cristalizaron, pero miro hacia quien pensaba le empujo, un chico mayorcito a él le miraba enfrente del con desagrado, pero cambio cuando vio detras de yuan.

Yuan bajo su mirada y cuando él quiso levantarse unos brazos le rodearon su cinturita infantil y pronto se vio alzado, miro sobre su hombro y lo que encontró lo anono, un lindo hombre de traje blanco y azulito con ojos dorados le miraba con amor y cariño. Yuan se abrazó al cuello de su salvador y lloro.

El hombre de traje sobo su espalda en circulitos con una sonrisa calmada, todas las monjas sonreían al hombre de traje bello, sus brazos musculosos, su altura, su  aroma a sandano, todo eso les hizo dejar de seguir su camino de monjas, mas desistieron al ver llegar a una mujer al lado del hombre.

-¿Wangji?-pregunto una mujer joven castaña vestida formal-¿ya has elegido?

-mn

Lan wangji un hombre de 30 años uno de los hombres más codiciados y ricos de china, era inversionista del orfanato, y de otras empresas. Cuando el Lan llego al orfanato camino por  el lugar buscando adoptar aun pequeño, había tenido los papeles de adopción aceptada ese mismo día y no pudo con la emoción de ir a buscar al indicado que llevaría alegría a su hogar.

A él, y a su esposo.

Lan wangji bajo al niño ya calmado, que dejo de llorar y se acurruco más contra él. Yuan cuando se vio en el suelo de nuevo un puchero se formó en su rostro, y sus mejillas sonrojadas, con rastros de lágrimas atravesó el corazón del Lan.

-Hermana yang mi – llamo wen qing  a la encargada

-si señorita qing?

-mi cliente ya ha decidido-anuncio sin verla. La monja mayor vio a yuan y sonrió 

-yuan ellos vienen a por ti cariño, ¿no estas feliz?-le dijo con voz severa, y el tono no paso por alto por los contrarios, la mujer se arrepintió y lo cambio a una cantarina.

-¿es cierto?-pregunto yuan esperanzado de vivir y tener una mami y papi, el niño jalo el pantalón de wangji y este se agacho a sobar la cabecita del peque.

-es cierto, es prohibido mentir-yuan sonrió mas y wangji lo vio, una sonrisa sincera y brillante, tanto como la que había tenido...su esposo...wei ying.

-siiii ahora tengo una familia- grito con lágrimas de felicidad, los demás niños que le miraban aplaudieron por él, se alegraban que el menor tuviera ya una familia para él.

-los papeles están todos firmados, no hace falta nada-finalizo wen qing entregando los documentos.

-está bien

Lan wangji cargo de nuevo al niño en sus brazos para caminar a las habitaciones y recoger las pocas pertenencias del infante.

-espera-grito, y el lan se asustó- mis amigos se quedaran solitos-termino de decir con sus maletitas en manos.

El lan tuvo una incógnita sobre esos amigos de su ahora hijo. Mas no duro mucho porque el menor empezó a jalarlo por los pasillos al jardín y por un pequeño bosque, y el simplemente se dejó hacer para no asustarlo. Cuando llegaron al lugar pudo ver a que se refería el niño.

Unas bolitas de pelo estaban acurrucadas  en una canasta con almohaditas sucias pero suficientes para los animalitos. El infante se acercó y lo miro expectante, la bolita de pelo negro se despertó y vio a los humanos, despertó con movimientos de patitas al conejo contrario y cuando este despertó se puso enfrente del negro para protegerlo por el desconocido

-tranquilos no les hará nada-explico el infante y los tomo con cuidado-estos son mis amigos.

-hola amigos de yuan- hablo wangji enternecido.

-el señor lindo ha venido por mí y me llevara a su casa-conto a los animalitos que se acomodaron en sus brazos, un sollozo se oyó- y no podrán venir conmigo- el lan se lo pensó rapidísimo y contesto.

-puedes traerlos contigo hay mucho espacio para ellos

Yuan abrazo a sus mascotas y las coloco en el canasto de nuevo como medio de transporte, los acomodo y con ayuda de su ahora papi llevo a los conejos a su nuevo hogar.

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Soy nueva en esto de estar escribiendo en wattpad, pero me arme de valor y hoy les comparto esta historia, que bagava por mi mente en estos ultimos dias.

Espero les guste, nos vemos.

Un sol en nuestra vida (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora