-- Soy egoísta al querer que ella vuelva, pues ella ya no quería estar conmigo --
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Wonder egg priority x oc, esta historia será sobre un personaje que cree llamada Yumei Amaichi, si quieres puedes remplazar su nombre por el tuyo...
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-- ¿¡QUÉ!?.- exclamaron al unísono la rubia y la peli-azul.
-- Como escuchan, la persona más hermosa de su clase. Esa era mi hermana.- comentó orgullosa entrando a la habitación con bolsas de mochis en sus manos.
-- Su hermana mayor.- pensó Ai distraída.
-- ¡Pensé que era un chico!.- exclamó decaída la rubia.
-- Pero aún así te gusto.- habló la morena con una pequeña sonrisa.
-- A ella le gustaba que la confundan con un chico, le parecía gracioso.- dijo divertida dejando las bolsas sobre la cama--. Naranja, no estés en el suelo, siéntate en la cama.
-- ¡Que cruel! Y pensé que era tu novio.- dijo frustrada mientras seguía en el suelo sentada.
-- ¿Qué cosas dices? ¿Ella como mi novio? La preferiría mil veces más de hermana.- bufo sentándose en el suelo.
-- Esto... Chicas...
Las tres jovencitas miraron a la peli-azul con curiosidad.
-- Creo que me gusta una muerta.- dijo tapándose la cara con vergüenza.
-- ¿EH?.- se confundieron la rubia y la morena mientras que la pelirroja comenzó a soltar fuertes carcajadas.
Las otras tres chicas observaron como la pelirroja reía y reía y ellas comenzaron a hacerlo también. Estuvieron así un rato para luego parar y comenzar a tomar té y comer mochis. Platicaron de los wonder egg y dejaron enterrado el tema de la hermana de Yumei. Estuvieron tranquilas unas buenas horas hasta que se hizo de noche y llegaron las ocho.
-- Oigan, ¿que hora es?.- preguntó Yumei.
-- Dejame ver... Son las ocho.- comentó la heterocromatica.
-- Oh fuck.- insulto por lo bajo.
-- A esta hora regresaba tu madre creo.- solto la rubia con desdén.
-- ¿Hay algún problema con eso?.- pregunto la morena.
-- Pues... Mi mamá llega a ser algo temperamental cuando llega del trabajo.- sonrió incómoda mientras se rascaba la nuca.
-- ¿temperamental?.- se preguntaron la rubia y morena.
-- Ya veo lo que se viene... .- pensó preocupada la peli-azul.
A lo lejos se escuchó la puerta de la entrada abrirse y cerrarse con fuerza para luego escuchar como algo pequeño caía al suelo.
-- ¡AMAICHI YUMEI! ¿TE DIGNASTE A TRAER PERSONAS SIN MI CONSENTIMIENTO?.- gritó desde la entrada mientras comenzaba a caminar hacia la habitación de su hija.
-- Perdón.- susurro mirando apenada a las chicas.
-- ¡Maldita sea niña! ¡Al menos avisame cuado traes a alguien! ¡Por una vez en la vida piensa un poco por amor a los dioses!.- se quejó desde la entrada de la habitación.
