➸Piropos 2 - Jenlisa Fanfiction

➸Deseo

  La rubia se sorprendió cuando dos figuras pequeñas abrazaron sus piernas con intensidad. Por supuesto que eran Dylan y Maya, sus dos hijos que tenían sonrisas gigantescas en sus pequeños rostros.

—¡Mami, feliz cumpleaños!—Chillaron al unísono, apretujando las largas piernas de su madre entre sus cortos brazos.

  Lisa río plenamente, amando cada instante de su vida en ese momento.

—Gracias, mis amores—Despeinó sus cabelleras, ganándose risas con la acción—. ¿Y su otra mamá?

—Mamá Jennie nos dijo que te llevaramos a la habitación—Maya le informó por ser la mayor.

  Dylan tironeó del vestido de la tailandesa, indicándole con su manito que bajara a su altura una vez que obtuvo su atención.

—Mamá dice que construyó un cielo sólo para ti—Susurró en su oído y Lisa río, sabiendo que Jennie lo había hecho a propósito para que Dylan se lo contara.

  Ambos infantes la llevaron de la mano a la mayor de los tres hasta la puerta de la habitación del matrimonio, dejándola ahí para que de el siguiente paso sola.

—Ahora es tu turno de seguir mami, nosotros nos vamos—Maya dijo y salió corriendo junto a su hermano, ambos riéndose.

  La rubia negó con la cabeza antes de posar su mano en el picaporte e ingresar al lugar. Estaba todo a oscuras salvo por una pequeña vela en el escritorio, de luz tan tenue que apenas podía ver la silueta de la morena.

—Feliz cumpleaños, mi amor—Jennie susurró en una voz más grave que de costumbre y causando un escalofrío en la contraria.

  Se encontraron a mitad de camino, la morena dándole media vuelta a la rubia para poder abrazarla por detrás, regando besos sobre la superficie perfumada de su cuello.

—Mhmm, Jen—Tarareó, ladeando su cabeza para darle un poco más de acceso—. ¿Cuál es el cielo del que me hablaban los niños?

—¿Qué no lo ves?

  Lisa miró hacia arriba, sólo para asegurarse de haber visto correctamente la primera vez. Efectivamente, lo había hecho, estaba todo negro.

—Sólo hay una Luna, Nini. Esto no es un cielo nocturno, ¿dónde están las estrellas?—Cuestionó confundida.

—Sabía que ni el día de tu cumpleaños podrías dejar de arruinarlo todo—Jennie sonrío sobre la piel de Lisa—. Aunque esta vez está hecho a propósito, no hay estrellas porque las robé del cielo.

—¿Las robaste?

—Así es—Afirmó—. Las robé del cielo para ser yo quién cumpla todos tus deseos.

  Lisa soltó un suspiro, entre ternura por lo dicho y también entre placer, porque la morena había aumentado la intensidad de sus besos.

—Y si eso no te basta, quizás pueda llevarte hasta allí—Comentó pícaramenre, sus manos comenzando a descender.

—Jennie... Los niños—Lisa apartó sus manos con cuidado.

—Tranquila, eso también lo tenía pensado, señora amargada—La morena canturreó divertida—. Jisoo ya se los llevó, y por el momento, eres toda mía.

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Por el cumpleaños del amor de mi vida🤧