Salí de la oficina, sinceramente no podía creer que me puse tan nerviosa por sólo llenar una estúpida encuesta. Regresé a sentarme en el lugar donde estaba antes y saqué mi teléfono para revisar si alguien me había mandado algún mensaje. Sentía que necesitaba distraerme después de ese inesperado encuentro con Levi Ackerman.En eso, lo vi salir de su oficina. Buscó algo con la mirada, probablemente asegurándose de que no me hubiera ido. Nuestras miradas se cruzaron brevemente. Lo miré seria, sin hacer ninguna expresión, y él desvió la vista casi de inmediato. Sin embargo, lo seguí con los ojos mientras se acercaba al mostrador y empezaba a hablar con los empleados. No podía escuchar todo lo que decía, pero noté que les explicaba algo sobre la demora en los pedidos. Los trabajadores asintieron y comenzaron a preparar las órdenes con una rapidez evidente.
Levi esperó pacientemente junto al mostrador, hablando por teléfono, hasta que uno de los empleados lo interrumpió para entregarle una caja de donas y un café. Colgó la llamada, tomó el pedido y se dirigió hacia mí. Aunque intenté no mirarlo mucho, no pude evitar fijarme en la precisión de sus movimientos, como si todo en él estuviera planeado al milímetro.
Cuando llegó, se sentó en la misma silla que antes.
—Disculpa la tardanza de antes, ya lo resolví con mis empleados. Ahora serán más rápidos haciendo los pedidos —dijo con voz firme, dejando la caja y el café sobre la mesa.
—Eso me parece bien —respondí, dejando escapar una pequeña risa nerviosa.
—Bueno, esto es de mi parte. Tómalo. No acepto un no por respuesta —me entregó la caja y el café sin titubear.
—Dios mío, no puedo aceptarlo. Muchísimas gracias, pero no es para tanto. Solo fue un pequeño retraso de los empleados, nada fuera de lo común, señor Ackerman. De verdad, no se preocupe.
Levi alzó una ceja, serio, mientras mantenía su mano extendida con la caja.
—¿Acaso no entendiste lo que te acabo de decir? Solo tómalo. Es de mi parte. No te preocupes de nada.
Accedí, avergonzada, y lo tomé.
—Muchas gracias, señor Ackerman. No sé cómo agradecerle. Aunque solo fue un pequeño retraso, nunca pensé que usted fuera a ser tan atento con lo que piensan sus clientes.
—Me interesa mucho lo que piensen sobre mi establecimiento. Tiene que estar en las mejores condiciones posibles. No podría aceptar problemas como este.
—Lo imagino. Espero que este y los demás establecimientos que tiene sigan siendo muy exitosos.
—Lo agradezco, y espero que así sea.
—Bueno, señor Ackerman, fue un gusto conocerlo. Nunca imaginé que lo haría, pero le agradezco todo.
Me levanté de la silla y le extendí la mano para despedirme. Él hizo lo mismo, y su apretón de manos fue firme, aunque breve.
—Espero volver a verte, ____. Estoy seguro de que sucederá.
Se dio la vuelta y regresó a su oficina.
Con una mezcla de nervios y emoción, tomé mis cosas y salí del local. Llegué al automóvil, dejé el café y las donas en el asiento del copiloto y me detuve un momento a mirar por la ventana. "¿De verdad acaba de pasar eso?", pensé. Había algo en Levi que era desconcertante, como si estuviera rodeado de una barrera invisible que lo hacía inaccesible, pero al mismo tiempo, su forma de actuar me hacía sentir vista, incluso en un asunto tan trivial como una demora en un pedido.
Encendí el auto y me dirigí hacia el departamento. Después de manejar durante una hora, llegué y estacioné en el sótano. Subí al apartamento y decidí aprovechar el tiempo para organizar mi cuarto, que aún estaba un caos. Entre cajas, ropa sucia y una cama sin tender, el lugar necesitaba atención urgente. Cuando terminé, agotada, me tiré en la cama, mirando el techo.
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Vacíame 𝕷𝖊𝖛𝖎 𝕬𝖈𝖐𝖊𝖗𝖒𝖆𝖓
Fanfiction𝐀𝐔 +𝟏𝟖 "𝔄𝔪𝔞𝔯 𝔞 𝔞𝔩𝔤𝔲𝔦𝔢𝔫 𝔢𝔫 𝔰𝔦𝔩𝔢𝔫𝔠𝔦𝔬 𝔭𝔬𝔡𝔯𝔦́𝔞 𝔰𝔢𝔯 𝔩𝔞 𝔠𝔬𝔰𝔞 𝔪𝔞́𝔰 𝔯𝔲𝔦𝔡𝔬𝔰𝔞 𝔮𝔲𝔢 𝔞𝔩𝔤𝔲𝔫𝔞 𝔳𝔢𝔷 𝔥𝔞𝔤𝔞𝔰." 22-02-2021 ⋆𝖤𝗌𝗍𝖺 𝗁𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺 𝖼𝗈𝗇𝗍𝗂𝖾𝗇𝖾 𝗍𝖾𝗆𝖺𝗌 𝗌𝗈𝖻𝗋𝖾 𝖾𝗅 𝖺𝗅...