Touhou Seibutsudokei~Biological Clock (Remake de Biological Clock/TouhouMaria#3)

Interludio II: Witch of Love Potion (+10)

ADVERTENCIA:

Ésta es una interpretación propia de la historia de la melodía "Witch of Love Potion" perteneciente al álbum de ZUN "Dolls in Pseudo Paradise"; cualquier referencia o similitud con el lore oficial no es más que una simple coincidencia.

Por su atención, gracias.

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«El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte».

~Oscar Wilde.

La primera vez que me enamoré de la mujer más hermosa del mundo, fue cuando me encontraba en la cama desde los pocos recuerdos de mi juventud al estar durmiendo a causa de un accidente que sufrí después de tomar aquel té dulce por la mañana y caer desmayado de amor.

Pero me estoy adelantando a los hechos, pues lo que sucedió en ese entonces fue cuando me encontraba estudiando de abogado y no creía en las supersticiones de la gente, creyendo que se trataban de puro chismorreo y rumores para llamar la atención, mas me doy cuenta que el único que se equivocaba soy yo, sobre todo cuando la conocí estando ella descansando durante cinco años.

Era una fría mañana de otoño, la llovizna estaba presente en el jardín y las calles del pueblo donde solía vivir; a pesar de ser un día melancólico al perder a mi primer amor de mi vida por un malentendido relacionado con una rosa roja, me tranquilizaba un poco al estar estresado y cansado, con la esperanza de que al menos pudiera haber algo que cambiara mi vida aburrida y monótona de estudiante.

Ese mismo día, al estar leyendo mi inseparable Dickens para entretenerme y matar el tiempo, vi a lo lejos en mi vitrina a una chica que se encontraba en una mansión occidental; su sonrisa era dulce y serena, al igual que sus ojos azules, incluso me saludaba con la mano derecha.

Al principio, yo estaba confundido al no entender nada sobre aquello, pues no conocía aquella damisela tan extraña; sin embargo, al acercarme, me doy cuenta de que había desaparecido. No le tomé importancia y seguía con mis estudios, empero al caer la noche, de repente no paraba de pensar en aquella niña con una curiosa sensación de "mariposas en el estómago".

A la mañana siguiente, como siempre, me acostumbraba a tomar en el desayuno el té un poco más amargo, pero esta ocasión parecía estar dulcificado; estuve en lo cierto, pues me doy cuenta que la chica que había visto a través de la ventana me ofreció la bebida más deliciosa, hasta me enamoré de ella sin quererlo.

Mi corazón latía de amor al saber que era la primera vez en que pude recuperar la capacidad de amar, siendo confirmado cuando volví a verla con esa linda sonrisa escrita en sus labios aterciopelados y saludándome; sin pensármelo dos veces, y lleno de interés, empecé a dirigirme hacia su casa durante tres meses con el fin de declararme su felicidad; no obstante, al final del tercer mes, estuve preparado con un ramo de las mejores flores más hermosas y arreglado con elegancia, algo que jamás había hecho desde que mi amada rompió conmigo hace tres años.

Cuando llegué toqué la puerta, pero no había nadie que pudiese atenderme, ni ningún sirviente; extrañado, entré al hogar hasta ver sorprendido y horrorizado que aquella mujer con quien me había enamorado era una muñeca de porcelana con hilos colgando entre sus manos, pies y cuerpos, aunque en vez de estar aterrado y salir corriendo acepté que me había enamorado del fantasma de la joven de quien me enamoré perdidamente; en ese momento, al acercarme a la muñeca, sentí sueño.

Tal vez era aquella curiosa poción de amor hecha con las lágrimas que alguna vez derramé, pero no me importó si moriría de felicidad.

Yo, siendo el narrador más joven de esta carta, me enamoré de un hermoso ángel que ahora me lleva hacia un lugar mejor al sentir cómo mi cuerpo se elevaba, y me quedé dormido por siempre en un estado de felicidad.

Después de esto, sólo queda el último cuento corto.