Secreto ❤️💛💥❄️ [KiriKami-TodoBaku]

Capítulo 3: Secreto.

Finalmente el fin de semana llegaba. Todoroki había pedido permiso, para ir a hacer unas compras. Mientras Kaminari se levantaba de su cama, los últimos dos días durmió en la habitación de Kirishima. Después de hacer la tarea, se colocaban a jugar play y se acostaban cerca de la medianoche.

Salió de su cuarto y fue hasta el dormitorio de Eijiro. Golpeó la puerta, antes de entrar. Pedía en silencio no encontrarse con Mina en la cama.

Abrió.

-Permiso. ¿Kiri?.

El pelirrojo aún dormía. Denki se acercó a la cama, a Dios gracias que se encontraba solo.

-Kiri- le llamó, moviéndolo un poco- Kiri te traeré el desayuno.

-No- le dijo el pelirrojo, tomando su mano. Lo jaló a la cama- Durmamos un poco más.

El rubio quedó enterrado en el pecho de su amigo, sentía sus mejillas arder.

-Kiri- le dijo Kaminari, tratando de alejarse- Me estás ahogando.

-No seas llorón- dijo Eijiro, abrazándolo- Levantémonos más tarde, es sábado.

-Está bien, entonces volveré a mí habitación- le dijo Denki, tratando de soltarse. Pero el pelirrojo se había quedado dormido- Genial- suspiró. Resigando, cerró los ojos.

Eran cerca de las 13 horas, cuando el bicolor llegó a los dormitorios. Lo primero que hizo fue ir al baño y luego se apresuró en buscar a Bakugō.

Encontró al chico tirado en el sofá de la sala, jugando con su celular.

-Ven a mí habitación- le dijo el Shotō, tomando su brazo.

-¡Oye idiota, espera!- gritó el cenizo, mientras era arrastrado.

Fueron al ascensor, Katsuki iba con el ceño fruncido. Miró a Todoroki, que no le sacaba los ojos de encima.

-Qué mierda me estás mirando- dijo con rostro furioso.

-Lo increíble que eres- le respondió el bicolor, haciendo sonrojar a Bakugō.

El ascensor se detuvo, bajaron. Shotō se veía algo ansioso, eso incomodó un poco a Katsuki.

Al entrar a la habitación, cerraron.

-Bien- dijo Todoroki- Quiero que te pongas esto- le dio una bolsa. Dejó las otras en el clóset.

-¿Y qué mierda se supone que es esto?- tomó la bolsa.

-Es tú traje de fin de semana- le sonrió el bicolor.

Bakugō no sabía sí ese rostro era sexy o causaba miedo. Se fue al baño de la habitación.

-¡Qué es ésta mierda!- se escuchó desde dentro.

Shotō soltó una risita- ¡Sin objetar!- le gritó.

Minutos después, la puerta se abría.

-Puedes salir- le dijo Todoroki.

Bakugō se asomó, con un traje de maid. El vestido corto apenas tapaba su trasero, dejando ver la ropa interior, ajustadas con unas ligas. La parte de arriba no dejaba nada a la imaginación, el escote era pronunciado y las babutetas estaban apretadas. En su cuello llevaba un collar con cascabel, y sobre su cabeza, un cintillo con orejas de gato.

El cenizo quería enterrarse vivo. Tenía el rostro rojo, hasta el cuello.

-Eres un monumento- le dijo Shotō, comiéndoselo con la mirada. Se acercó lentamente- Puedes comenzar a barrer.

Katsuki se alejó y fue por la escoba, comenzó a limpiar. Todoroki se sentó en la silla del escritorio, viendo la figura del cenizo pasearse.

Mientras en la habitación del al lado, Kaminari y Kirishima seguían dormidos. De pronto unos gritos y golpes lo despertaron.