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Suna estaba en su habitación con el volumen alto mientras que se reproducía en su computador música de Arctic Monkeys su banda favorita, se lanzó en la cama y miro el techo. Se movió y del cajon de la mesita de noche saco una bufanda roja la misma que le había dado cierto Miya el día anterior.

Olió la bufanda, aspirando una vez más el olor masculino del Miya, tenía un olor perfume de hombre y arroz recién preparado, por alguna razón le encantaba al castaño.

Su celular vibró.

"Miya tonto" era lo que decía su celular, dejo la bufanda a un lado y desbloqueo la llamada.

-Si?-

-La perra volvió a atacar-

-¿Niyu?-

-La misma- contesto con rabia la otra linea.

-Se puede saber que hizo-

--La perra volvió a coquetear le a Omi, le dejé bien claro, no solo a ella si no también a todo el mundo que el y yo estamos en una relación amorosa-- se quejó, el castaño solo rodó los ojos.

-Ya cálmate, además ¿Sakusa le siguió el coqueteo?-

-No- soltó un suspiro.

-Entonces no tienes nada de que preocuparte-

--Ahg, es que no la soporto, además es una perra maldita que no solo le basta coquetear con MI novio, se atreve a coquetear le a MI hermano-- dijo con un tono de odio.

-Espera, repite eso- conesto sentándose en la cama.

-Que le coquetea a mi novio y a mi hermano?-

-Perra- murmuró.

--¿Por que? Acaso te gusta Osamu-- dijo con burla sabiendo que resiviria una respuesta negativa.

--Si, me gusta tu hermano, no le digas nada nos vemos donde siempre para hablar, adiós-- contesto con simpleza y luego colgó.

Dejo el teléfono a un lado y se levantó de la cama, fue a su clóset y sacó una camisa blanca con unos jeans negros rasgados y una chaqueta negra con botas también negras. Se acomodó un poco sus cabellos castaños y agarró un delineador, se hizo un diseño sencillo y salió de su habitación. Bajo las escaleras y salió de su casa.






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Llego a la cafetería y se sentó en la primera mesa que vio desocupada, sacó su celular para distraerse mientras llegaba el otro. La campana de la puerta sonó, dando a ver un rubio teñido al ver al castaño se fue a sentar junto a él.

--Rintaro, explicate ahora mismo-- el rubio lo miro mientras entrecerraba los ojos.

--Osamu me gusta desde ya un año-- contesto dando una seña a uno de los empleados para que los atiendan.

--¡Tenemos la misma cara!-- le reclamó.

--¡Ya se! ¿Crees que no tengo cuenta eso?-- dio un suspiro --Escucha, se que tienen la misma cara, pero como decirlo la de Osamu es mucho más ¿atractiva?-- contesto ladeando la cabeza.

--Tenemos la misma ¡CARA!-- volvió a resaltar esa frase.

--Es que mira la de él es más seria, más atractiva y masculina-- le volvió a repetir.

--Buenos días que desean pedir-- interrumpió un chico con una libreta en sus manos.

--Un café sin azúcar y una tarta de queso, también un frappuccino de chocolate con una tarta de red velvet ¿no?-- guió su mirada al teñido, él cual asintió.

I wanna be yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora