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Esta decidido.

Después de pensarlo mucho Suna Rintaro le confesaría sus sentimientos a Miya Osamu ¿por qué? Por que él si era una hombre con los testículos bien puestos... más o menos.

--Tal vez mejor se lo digo el próximo año ¿te parece?--

--Si dices eso nunca te le vas a confesar-- Atsumu en la otra línea estaba bostezando, eran las cuatro de la madrugada y recibir una llamada a esa hora no es tan bueno.

--Deja de dormirte y presta atención-- regaño Suna al escuchar aquel bostezo.

--Rin, son las malditas cuatro de la mañana, me estas llamando a las cuatro de la madrugada ya sabes como me pongo-- se quejó con los ojos cerrados mientras se peinaba el cabello.

--Ay por favor, tú me llamas a las seis todos los días-- contraatacó caminando por su habitación.

--Por que tu te levantas tarde-- dijo con obviedad --Y si no fuera por mi nunca te levantaría y no fueras a la estupida universidad--

--Si, si ya como sea-- le resto importancia a aquello --Hablando de la universidad ya debería estar buscando ropa o preparar todo para el seminario--

--Entonces ¿qué haces hablando conmigo en debes de arreglarte?-- y después de esas palabras colgó.

--Que gruñón-- alejo el celular de su oreja y camino hasta el baño.

Una ducha y ropa suelta estará bien para el, daba igual como se viera solo daría un seminario para una maldita nota que más daba si iba en pijama.


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Tenia sueño que más podría decir, llevaba levantado y buen rato y además tenía que estudiar para dar aquel discurso que no servía de mucho.

Aún faltaban unos cuantos estudiantes más antes de que sea su turno, revisaba constantemente su presentación y trataba de memorizar cada palabra que ya tenía preparada. Su celular vibró dando a entendido la llegada de una nuevo notificación, con cuidado saco su teléfono de su chaqueta para ver de que o quien se trataba.

Miya tonto

Ya diste tu parte?
9:56 am.

Todavía no.
9:56 am.

Si obtienes buena nota
te invito a comer en ese
lugar que te gusta ;)
9:56 am.

Prepara tu billetera.
9:57 am.

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--Suna Rintaro-- llamó el maestro con una carpeta en mano.

--Aquí-- contesto mientras salía de su asiento.

Bueno, al menos tendrá comida gratis si lo hace excelente.

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Ya había terminado obteniendo la mejor nota de toda su clase, solo le quedaba buscar a Atsumu y saldría a comer y luego podría descansar en casa.

Como si su pedido fuera escuchado el rubio teñido salió del edicio levantando la mano para que lo viera.

--Tengo mucha hambre, más te vale tener suficiente dinero-- le comunico llevando su mano al abdomen y dar una leve palmada ahí.

I wanna be yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora