Quileutes (PAUSADA)

Capitulo 5

Un manotazo en mi cara hizo que me sobresaltara finalizando por completo mi sueño, a mi derecha se encontraba Leah siendo la causa de mi despertar.

Tome mi móvil de la mesilla de noche, para ver qué eran las doce de la mañana, rápidamente marque a Emily ya que a estas horas deberían haber llegado a Miami donde pasarían su luna de miel.

- Buenos días hermanita - Hablo notablemente cansada debido a las largas horas de viaje.

- Habéis llegado bien? - Pregunte caminando hasta el baño en busca de una aspirina para mi gran dolor de cabeza debido a la resaca.

- Si aún que por ahora no emos salido del hotel - Hablo Emily antes de ser interrumpida por Sam - Estabamos durmiendo hasta que has llamado - Dijo molesto Sam - Por cierto en unas horas llegará alguien para ayudarte a reparar la camioneta.

- ¿Que? Yo no tengo ni la menor idea de coches mucho menos de repararlos - Dijo a la defensiva con esperanzas de que cambiase de opinión.

- Tú no pero el si y ahora te agradecería que nos dejases descansar a sido un largo viaje - Pungo los ojos en blanco totalmente cabreada con el.

- Estaba hablando con mi hermana no contigo así que pasale el teléfono a Emily - Hable lo más "calmada" posible.

- Hermanita se que no te hace especial ilusión pero hazlo por mí si? Y trata bien a quien vaya a ayudarte, te quiero pasalo bien - Y dicho eso colgó.

Definitivamente mataría al estupido de Sam, se suponía que simplemente debía quedarme a cuidar la casa hasta que volvieran de la luna de miel no comentaron nada sobre arreglar la camioneta antes de irse.

Leah seguía durmiendo por lo que decidi darme una ducha antes de que llegase mi ayudante, las cálidas gotas de agua corrían desperdigadas por mi cuerpo y yo solo podía pensar en lo sucedido ayer. Sabia que Paul no se rendiría y yo tampoco lo haría, el amor va lento y a su tiempo, tener afinidad y confianza el uno en el otro es algo prioritario y sobre todo estar enamorados y no era el caso, no podía empezar una relación y mucho menos pasar toda la vida con alguien por que los ancestros hicieron esa elección, faltaba lo esencial. Aún que no podía negar que era realmente sexy y atractivo, con su bronceada piel y sus marcados rasgos pero era un total desconocido.

Envuelta en una toalla voy de vuelta a mi habitación encontrandola totalmente vacía, decido vestirme con unas mayas negras y una camiseta ancha blanca algo cómodo para cuando llegue quien sea que me ayudara a arreglar la camioneta. Bajo las escalera de dos en dos hasta llegar a la planta baja encontrándome con que Leah tampoco esta, una nota reposaba sobre la encimera de la cocina.

Maddy han habido unos problemas en la manada y eh tenido que irme corriendo, ayer me lo pase genial me alegra que estés de vuelta.

Pdt: Tienes que hacer la compra no queda nada de comida.

Una carcajada sale desde lo más profundo de mi garganta sin poder evitarlo.

Revusco entre los armarios en busca de algo que desayunar ya que Leah se había encargado de comérselo todo, con algo de leche que quedaba en la nevera me preparo un café, sin darme tiempo a tomármelo siquiera unos golpes en la puerta me interrumpen.

Camino hacia la puerta con café en mano y tan pronto como la habro la cierro, Paul estaba en la puerta con una caja de herramientas en mano, entre todos me habían tendido una trampa, ahora si iba a matar a Sam.