Cambiaste mi mundo [Kirideku] +18

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Midoriya Izuku

La clase de sociales había terminado, así que tome de mi mochila y salí del aula. Estaba en el segundo piso y me acerque al balcón del pasillo a ver del exterior.

Estaba a la altura de los árboles y podía ver fácilmente a los demás caminar en medio del planten, el aire chocaba en mi frente y me mantuve así por unos momentos.

Se presenció el silencio en el lugar y se sentía bien, estaba tranquilo y apenas era de mañana.

Desde lejos se escucharon unos pasos y decidí voltear mi cabeza para ver de quién se trataba.

Los pasos se escuchaba pesados y se escuchaban quejidos por parte de este.

–Maldición–, escuché claramente pero seguía sin ver de quién se trataba.

Espere por unos segundos y reconocí de esa cabellera rubia con un mechón negro en la frente, su cabeza estaba mirando hacia arriba y daba pasos flojos y seguía quejándose.

–Ya me quiero ir–, se quejó.

Se acercó más y seguía sin notarme, así que decidí hablarle.

–Hola Kaminari–, solté y llame su atención.

–¡Midoriya!–, volteo asustado ya que lo había agarrado de sorpresa.

–Disculpa–, solté.

–Vavava, no te disculpes, ¿Qué haces aquí?–, pregunto incrédulo.

–Tengo unos minutos libre, y dime, ¿Por qué ibas quejándote?

–Ah, tengo clases de álgebra y digamos que no soy bueno en las matemáticas–, soltó junto con un quejido.

–Vamos Kaminari, no es tan malo.

–¡No entiendo ni una mierda!–, exclamó.

–Vamos Kaminari, no te desanimes, sabes, si gustas no dudes en llamarme, tal vez te pueda ayudar en algo que no entiendas.

–Esta bien, pero no me digas así.

–¿Así?, ¿Cómo?–, pregunté confuso.

–Casi no me gusta que me llamen por mi apellido, creo que es más genial Denki, ¿No crees?–, soltó junto con una pequeña sonrisa.

–Creo que tienes razón.

Mi teléfono vibro y lo saqué de mi bolsillo de mi pantalón, era el recordatorio que tenía la siguiente clase en dos minutos.

–Kaminari... perdón, Denki, me tengo que ir.

–Si también yo.

Me voltee y mis pies se dirigen al final de balcón hasta que Denki grito mi nombre.

–¡Midoriya!–, grito desde el otro extremo.

–¿Qué ocurre?– alce la voz.

–¿Cuál es tu última clase?–, pregunto Denki.

–Literatura, con el profesor Jones.

–Vavava.

Denki volteo y salió del balcón he hice lo mismo, baje de las escaleras hasta el último piso y me dirigí al aula de Física para continuar con el curso.

.

Faltaban 10 minutos para salir y la clase de Literatura seguía, me estaba empezando a dar sueño, aunque solamente estaba aclarando dudas, pedía en mi mente que solo preguntase quien tiene dudas y los demás dejar por terminado la clase.