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Kirishima Eijirou

Baje del auto y mis pies se dirigían hacia la Universidad; mis pasos eran lentos y observaba de las personas que entraban en la institución, unas corrían otras caminaban normal.

Me tocaba clases dentro de 15 minutos e ir a la cafetería de la escuela es buena idea para deducir el tiempo.

De mi mano izquierda sujeta de mi móvil y audífonos, escuchaba música para mi en el auto y no quise dejar del cable allí dentro.

—Idiota, que he hecho para que no me hayas llamado o visitado en estos días—, hablo aquel chico de cabellera rubia junto con un mechón negro en la frente.

Su voz sonaba burlona he hizo un puchero mientras sujetaba de los audífonos y el móvil.

—¿Que escuchas?—, pregunto mientras se colocaba el cable en sus oídos. Dirigió su mirada una vez puesto los audífonos.

—Ahg, ¿Que ya no te da gusto verme—, soltó indignado.

Lo observé por unos segundos y reaccione.

—Lo siento Kaminari. Me da gusto verte de nuevo—, dije mirándolo.

—Pense que también buscarías algo nuevo para escuchar y olvidarte de...

—Es algo que me encanta, como podría cambiarlo y olvidarlo—, lo interrumpí

Volví a mi camino y el me seguía, el traía consigo los audífonos mientras que los dos llevábamos el paso.

—¿Que haz hecho, hermano?—, pregunto el rubio.

—Bueno...

—Pregunto por qué no haz hablado conmigo, me preocupas, ¿Sabes?—, dijo mientras daba una carcajada.

—Nada en especial.

—¡¿Que?!—, exclamó ,—buscate una chica o un chico y sal con el. No es posible que no quieras dar el siguiente paso.

Quedamos en silencio unos segundos, la cafetería estaba cerca y nos acercamos a una banca dentro de ella y tomamos asiento.

La señorita hizo presencia en nuestro lugar y tomo de la orden.

—He estado observando a las personas de aquí y la verdad, están muy atractivas. Creo que saldré con uno—, dijo mientras reía.

—No lo se Denki, creo que todavía no estoy listo.

—¿Y cuando lo estarás—, su expresión cambió por una sería, quitó de los audífonos y los coloco en la mesita. —Hermano, me preocupo por ti, tal vez no se note pero, deberías ya superar el pasado y comenzar desde cero, eso es lo que prometiste cuando viajábamos para acá.

Quedamos en silencio hasta que la empleada interrumpió.

—Sus cafés, disculpen—, dijo la chica mientas se alejaba del lugar.

—No lo se, todavía no estoy listo. Todavía no—, dije mientras tomaba del café y sorbe de este.

El rubio asintió mientras formaba una media sonrisa en su rostro.

—Háblame cuando puedas, me preocupas—, dijo mientras se levantaba del lugar y tomaba de su café, —Ok, me voy, nos vemos—, se despidió alejándose del lugar.

"aun no", pensé.

Tome del móvil y cheque de la hora, faltaban 5 minutos antes de iniciar mi primera clase, algunos hacían presencia en la cafetería y poco a poco se llenaba del lugar.

—Un café para iniciar el día—, aquel chico de cabellera verde y pecas había presencia en frente mío, jalando de la silla para sentarse allí.

Su voz sonaba tranquila mientras que observaba a su alrededor hasta que su mirada se topó con la mía.

—Midoriya—, exclamé llamando más su atención.

—¿Sabes?, De los álbumes que me diste, sólo he podido escuchar 2—, soltó.

—Enserio, ¿Por qué?.

—No he tenido tiempo, trabajo y estudio, el poco tiempo que me sobra es el entre semana de la tarde y en las noches.

Recordé que le había regalado unos álbumes, no pensé que los escucharía y me sorprende saberlo. Lo observé y miraba del exterior como aquella vez que lo lleve al otro lado de la cuidad, no sabía que contestar así que decidí proponérselo.

—Ven a mi casa está tarde—, pedí.

—Eh?—, dijo sorprendido y confundido.

—Escuchemos de los álbumes en mi casa—, propuse.

—Es-este—, el pecoso bajaba de su mirada y note de su pequeño sonrojo que pintaba en sus mejillas.

—Por favor—, pedí.

—No se dónde vives—, dijo.

—Vamos, te iré a buscar—, insistí.

Dudo unos segundos, hasta que finalmente hablo.

—Esta bien—, soltó dudoso.

—¿Te parece a las 5?—, pregunté.

—S-si—, tartamudeo.

—Esta bien—, dije mientras me levantaba del lugar y tomaba del móvil. —Nos vemos—, despedí mientras dejaba atrás al pecoso en la cafetería.

Me dirigía al aula y mi mente quedó pérdida.

Su sonrojo

Paso por mi mente su imagen, un chico con apariencia inocencia pero muy atractiva, aquellas pecas y su alborotado cabello verde venían a mi mente.

Tropecé en la escalera sacándome de aquel pensamiento.

Hola chicos

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Hola chicos...

Gracias por las visitas y los votos, me motivo para escribir de nuevo.

Espero que les esté gustando la historia.

Si quisieran darme un consejo o aporte o una sugerencia pueden hacérmela saber por mis redes sociales, mis dms están abiertos.

Sin más preámbulos, gracias por leer mi historia y regalarme una estrellita

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Cambiaste mi mundo [Kirideku] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora