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07 de junio del 2020.

Con el mentón apoyado en la palma de su mano, Logan observaba cada movimiento de su hermana desde la barra de la cocina, esperando el momento en que dejara a un lado su inesperada necesidad de hornear galletas y finalmente dejara salir los pensamientos que merodeaban por su cabeza desde su llegada a Nashville.

Todo era confuso para Taylor, tras varios días no lograba comprender el comportamiento de, quien creía ser, uno de sus mejores amigos. Él la había acompañado en cada noche que el sentimiento de tristeza se apoderaba de ella, la había visto sufrir por el rizado y nunca había dicho ninguna palabra sobre lo sucedido un día después del cumpleaños de Niall y tampoco sobre aquella llamada en diciembre, eso no tenía sentido para ella y se negaba a creer que Michael hubiera sido capaz de ocultarle la verdad. Pero sabía con certeza que, sin importar la situación, el chico de ojos verdes esmeraldas no le mentiría ni inventaría situaciones como esas, todo tenía más sentido ahora que conocía una parte de la realidad. El tono de su voz entrecortada de él al finalizar la velada le había confirmado que ambos se encontraban confundidos, necesitaban tiempo para ordenar sus pensamientos o eso era lo que creían.

En un movimiento brusco ante esos pensamientos, la bolsa de harina resbaló de la mesa, terminando en el piso y dejando de color blanco una gran área de la madera, ese pequeño accidente fue lo que la trajo de vuelta a la realidad.

- Puedo limpiarlo yo, no vaya a ser que te ensucies. - murmuró la castaña cuando su hermana se acercó a ayudarla a recoger la harina.

- No es como si tuviera una cita. - respondió con un encogimiento de hombros, tratando de restarle importancia.

- Pero si he escuchado que tendrías visitas hoy. - terminó de juntar la harina, depositandola en el bote de basura que se encontraban a unos pasos.

- Son asuntos de trabajo, pero no es algo formal... Digamos que son personas conocidas. - titubeó al final, no queriendo revelar la identidad de ellas. - Pero bueno, ¿tendré que seguir esperando o hablaremos sobre lo que te ha estado molestando?

Ni si quiera se sorprendió por las palabras de su hermana, quien siempre destacaba por ser la más observadora de los cuatro hermanos que eran, hasta podía decir que ya las veía venir. Ignorando el hecho de que sus manos tenían restos del ingrediente, acomodó los mechones de su cabello por detrás de sus orejas.

- Durante la visita a L.A. me he enterado de algunas cosas que Michael me ocultó desde hace meses. - frunció el ceño, decirlo en voz alta no había sido lo mismo que mantenerlo para ella.

- ¿Es algo grave? - cuestionó con cautela al ver el rostro de la castaña.

- Si... no lo sé. - dejó salir un suspiro de frustración, apoyando sus manos en la encimera. - Fueron meses para aceptar que él ya no formaba parte de mi vida y que tenía que dejarlo ir, fingir sonrisas cuando lo nombraban en entrevistas cuando sentía que el corazón se me iba a salir de lo fuerte que latía. - su mirada comenzó a tornarse borrosa. - De repente vuelvo a verlo y sentí que el tiempo no había pasado, que seguíamos siendo sólo nosotros... - su voz se quebró en la última palabra, dándose cuenta que ya no existía un "nosotros". - Me dije a mí misma que sólo sería ese día y después podría seguir tratando de olvidarlo, pero después me entero que él me buscó para explicarme lo de Camille y que, aún cuando pensó que yo tenía una nueva relación, llamó para disculparse por lo de sus fans... Y no puedo evitar preguntarme que hubiera pasado si yo hubiera estado en esa habitación o hubiera contestado esa llamada, y no Michael.

Finalizó con sus ojos cerrados, impidiendo dejar salir las lágrimas que se acumularon en sus ojos, estaba cansada de sentirse de esa manera.

- Tay... - sintió las yemas de los dedos de su hermana acariciar su brazo. - ¿Realmente lo que te molesta es que Michael te mintiera... o saber que tú y Harry pudieron solucionar los problemas?

Golden Pt. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora