–Te amo.
–¿En serio?
–Claro que sí, me haces muy feliz, eres la única persona especial en mi vida.
–Tu también, te amo.
Pelear, discutir, pelear y más discutir.
Fue lo único que el y YoonOh hicieron durante los siguientes días. Se negaba a actuar como tonto cuando ya había pasado esa etapa, no iba a ignorar la insensibilidad y falta de atención de su novio, no más. Era casi cómica la manera en que Jung lo negaba todo con mil excusas llegando a tildarlo de "histérico", cuando nunca en toda su relación se había a atrevido a decirle algo por el estilo.
Era más que obvio el hilo del que pendían los dos.
Después de tener otro ataque y gritarle "maldito infiel de mierda" en la cara, decidió que un tiempo separados era lo mejor. Empacó sus cosas en una de sus maletas, YoonOh no dijo nada, lucía mucho más cansado y demacrado de lo usual, le dolía, le dolía no poder acercarse a él, besar sus labios, consolarlo, ayudarlo, darle su cariño. YoonOh no lo detuvo, lo dejo ir en silencio, quedándose sentado con la mirada perdida en la sala de estar.
«¿Qué otra señal necesitas TaeYong?»
DoYoung lo recibió con los brazos abiertos, por supuesto que iba a hacerlo, a pesar de no conocer del todo su situación–se había negado a contarle a alguien más y recibir su lástima–su amigo siempre iba a apoyarlo, por lo que darle acogida no fue un gran problema.
Aunque al llegar no se sintió mucho mejor, toda su valentía, furia y odio fue reemplazado por melancolía,tristeza y vacío. En serio YoonOh y él ya no podían funcionar, en serio iban a separarse.
En serio iba a quedarse solo.
Después de años de tener una rutina constante, vida estable y supuesto amor eterno no intentó conocer más. Era un hombre de casi 29 que no había salido con nadie más aparte de su ahora–o tal vez muy pronto ya no– pareja. Nunca había saludo a conocer el mundo, no había salido a fiestas, discos y mucho menos hablar con personas. DoYoung era apenas uno de sus amigos reales, todos los demás eran de YoonOh.
La casa irónicamente por la que el trabajaba estaba a nombre de YoonOh, uno de los trabajos que tenía era gracias a YoonOh y la carrera que su hermano estudiaba con su beca completa había sido gracias a los padres de YoonOh.
Jodidamente gracioso.
Todo dentro de su vida había sido gracias a YoonOh. Incluso tenía tantas prendas que su novio le había regalado, eso no hacía nada por hacerlo sentir mejor. DoYoung lo ayudó a deshacerse de la ropa, donándola en vez de hacer algo estúpido y hollywoodense como quemarla.
«TaeYong estúpido»
Tuvo que resignarse a contarle todo a DoYoung un día de café. Fue algo difícil contenerlo de ir a patear el trasero de Jung–a pesar de que él también quería hacerlo. Fue sincero y dejó ir su corazón, tenía mucho miedo, estaba tan asustado que había vuelto a fumar. El ardor en su pecho al pensar que todas las noches en que esperaba a YoonOh a pesar de su cansancio él estaba con otro hombre u otra mujer. Que lo tenía entre sus brazos, mimándolo, hablándole, amándolo.
¿YoonOh no se daba cuenta que eso era lo que TaeYong le daba?
¿Por qué buscarlo en otro lado?
TaeYong nunca había desistido en dejar que la chispa en su noviazgo se apagará, como comúnmente lo hacía en muchas relaciones. Cada nuevo día sacaba una nueva idea para que ellos disfrutarán. Algún platillo casero extravagante, anécdotas graciosas, chismes, películas, series, juegos, citas en diferentes lugares, viajes al extranjero, pasear en parques, hacer actividades extremas. Todo, el intentaba de todo para que pudiesen disfrutar, quererse sin perder el interés.
Pero no fue suficiente para YoonOh.
Y ese es el problema, si para YoonOh no fue suficiente, él tuvo que hacer algo mal, equivocarse catastroficamente. Sino ¿Por que más?
Tuvo lo que menos quería, la lástima de DoYoung. No quería la lástima de nadie, mucho menos esos ojos que le hacían cuando les decía que él aún amaba a YoonOh. Es un idiota iluso, lo sabía no hacía falta que todos se lo repitieran.
Sí, es un hombre joven y atractivo. Sí, tiene un trabajo estable. Sí, es carismático.
Pero su corazón ya está ocupado. Y ¿Como de la noche a la mañana pretenden que deje de amar a alguien tan ferozmente? Es imposible. Sabe que es ingenuo al creer que aún pueden hacerlo funcionar y se siente como un maldito bipolar.
¿Qué es lo que quieres?
¿Qué es lo que en verdad piensas?
Quiero que YoonOh vaya y se joda a sí mismo junto con su amante de mierda.
Quiero que me abrace, que me besé y se acurruque junto a mí. Quiero que esto sea un sueño.
No quiero ser engañado, no quiero estar solo pero no puedo soportarlo.
¿Qué es lo que quieres TaeYong?
–¿Taeyong?
Parpadeando volteó a su lado, encontrando la mirada cálida color chocolate de Johnny. Se sorprende, no creía que alguien más pudiera pasear por el muelle a altas horas de la noche, a parte de él claro. Respira hondo con los ojos cerrados, aspirando el aire fresco y lleno de salitre. Un escalofrío lo recorre y cuando cree que ya ha ordenado y calmado un poco su furioso pulso sonríe ligeramente.
–Que agradable sorpresa verte por aquí John ¿Que hay de nuevo?
Se da palmaditas en la espalda mentales por lo estable que sonó su voz.
–No mucho en realidad, no creí que a alguien más le gustaría pasear por aquí a las cuatro am.
TaeYong soltó un par de risas genuinas bajas después de un largo tiempo de no sentir diversión alguna.
–Lo mismo, aunque esta hora es simplemente perfecta– observó su alrededor, silencioso, pacífico sin siquiera un perro ladrando– No hay personas, ni familias, ni mascotas ni nadie. Solo yo, la brisa fría y el choque de las olas.
–Lo sé, ¿Es relajante no?– asintió, se quedaron en silencio por un buen rato y pudo percibir a Johnny inquieto. Johnny nunca estaba inquieto, mucho menos a su lado.
–¿John, sucede algo?– preguntó, el americano se tensó a su derecha, mordiendo sus labios y bajando la mirada.
–Mejor primero, vamos a un puesto de comida ¿Vale?
Había un pequeño puesto callejero veinticuatro horas de jjigae y jeongol no muy lejos del muelle, por lo que llegar no les tomó mucho. Saludando al amable señor que escribió sus órdenes tomaron asiento en una de las pocas mesas. La actitud de Seo era demasiado extraña y lo estaba agitando. ¿Que tan importante tenía que decirle?
–Y bien ¿Cómo van los estudios?
–Genial en realidad, los exámenes ya fueron advertidos desde hace dos semanas, por lo que no tenemos actividades después de clase.
–¿Cómo? YoonOh hace una semana tuvo que dejar la casa tarde por "un incoveniente" con una tarea.
Pudo casi ver cómo Johnny comenzaba a sudar.
–¿Oh? ¿En serio? Debió ser algo súper exclusivo seguramente. Sabes que Jae-YoonOh, es de los más prometedores de su carrera por lo que no me sorprendería que los profesores lo tomen como–.
–Johnny. Deja de darle vueltas ¿Por qué me trajiste aquí?
–Yo...
–Dilo.
–Es sobre JaeHyun. Hay algo qu-que tienes que saber TaeYong.