12.- La tormenta.

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Thomas POV
Nos encontramos Marco y yo en mi habitación, sentados en el sillón rodeados de refrescos, frituras, pizza y nachos, mientras jugábamos videojuegos.

-¿Iras a la fiesta de hoy?- Pregunté sin quitar la vista de la pantalla.

-Claro, mis padres están emocionados- Responde para después darle una mordida a su rebanada de pizza- Aunque ¿De dónde conoces a esa chica? Nunca ah interactuado con nadie de los que invitó a excepción de ti.

-Supongo que quiere invitar conocidos míos para que disfrutemos de la fiesta- Redondí con simpleza.

-Entonces es muy considerado de su parte.

-Ademas tenía ganas de conocerlos desde hace tiempo.

-¿Hace tiempo? ¿A Janna no le molesta que salgas con esa chica?- Pregunta con intriga.

-No es celosa, además solo salimos de vez en cuando- Respondí con obviedad.

-¿Y que tal van las cosas con ella? Nunca me la imaginé en una relación, aunque lo cierto es que hacen la pareja perfecta. Son igual de espeluznantes- Dice esto último con burla.

-Es muy reservada hasta para ser mi novia, pero cuando quiere es linda y candente- Dije con una sonrisa boba.

-¿Candente?- hace una mueca- ¿Te refieres a temperatura corporal o a la abejita y el polen?- Pregunta dudoso, a lo que yo estallo de risa.

-Eres igual de inocente que Star, pero si, supongo que la abejita y el polen- Respondí entre risas.

-Hug no, me lo imaginé- Dice poniendo sus dedos en sus ojos unos instantes y vuelve su vista a la pantalla.

Seguimos jugando por unas dos horas más hasta que decidimos descansar y comer tranquilamente.

-¿Que planeas estudiar?- Pregunta Marco mientras mira hacía el techo.

-No lo eh pensado mucho, a veces saber que seré rey nubla por completo mi afán por querer hacer algo de mi vida- Redondí para después tomar de mi soda.

-No debería ser un impedimento, después de todo vivirás por un largo... Tiempo.

-Tal vez, aunque siento que sé suficientes cosas. En mi niñez no tenía tantos amigos, así que me la pasaba entre libros, además en nuestra familia ser inteligente es nato- Me encogí de hombros.

-Todo aquello que el hombre ignora no existe para el, por eso el universo se reduce al tamaño de su conocimiento, en pocas palabras, nunca se sabe lo suficiente.

-Albert Einstein- Dije el nombre de la persona que dijo eso.

Seguimos jugando y charlando hasta que casi se acerca la hora de ir a la fiesta. Volvimos a la tierra para ir por las chicas y cuando entramos nos encontramos con una sorpresa.

-¿Y bien?- Pregunta Star.

Ella tenía un vestido color azul con blanco, tenía mangas cortas y era circular, similar a los que suele usar. Janna tenía un vestido gótico verde militar, sin mangas, la parte de enfrente era corta y la parte de atrás era larga hasta tus pantorrillas, llevaba un corset negro y unas botas negras.

-Fuimos de compras- Dice una sonrojada Janna.

-Se ven...- Hablamos Marco y yo al unisono pero nos quedamos callados.

-Muy bonitas- Termina Marco.

-Yo diría que más que eso pero concuerdo- Dije asombrado.

-¿Y que estamos esperando? Hay que ir- Dije Janna y Star apoya sonriendole.

El fuego en tu mirada (Tom x Janna) ¡Terminada!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora