Capítulo 22

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Narra Alice

Era miércoles por la mañana y me encontraba en las gradas del estadio de fútbol, el equipo representativo de la escuela tendría un pequeño partido así que la mayoría de las clases estarían canceladas para que los alumnos y personal pudiesen venir a apoyar a la escuela. Era emocionante el hecho de ver a Harrison participar en el partido ya que él era de los principales en el equipo.

- ¿Será buena idea si bajo a desearle buena suerte?- dijo Ludovica, la atracción entre estos dos ya era más que obvia.

- Claro que si, ve abajo a darle un beso de la buena suerte.- se burló Cherly, giré a verla riendo rodando los ojos ante su comentario.

- Creo que sería buena idea que fueras a desearle buena suerte.- le sonreí apoyando una mano en su hombro.

Cómo si se tratase de una niña pequeña, se levantó de su asiento y bajo las escaleras brincando dirigiéndose hacia las bancas en que el equipo se estaba preparando. Segundos después pude divisar a un Tom un poco despeinado entrando por la parte trasera del estadio y detrás de él Riccardo, ambos buscando con la mirada entre las gradas hasta que levante mi mano para que me vieran y se dirigiera a donde estábamos Cherly y yo.

- Buenos días señoritas.- llegó Tom a nuestro lado, sonreí al verlo tan ajetreado pareciera como si hubiese corrido un maratón

- ¿Dónde estaban?- dijo Cherly

- El maestro de física es un idiota y aplicó un examen de último momento.- dijo Riccardo sentándose al lado de ella.- tuvimos que contestarlo lo más rápido y salir corriendo para lograr venir.

- Física.- hice una mueca.- que difícil

- No tanto, creo que es la mejor se me da.- dijo Tom con una sonrisa de orgullo.

- Vaya, eres un cerebrito Holland.- se burló Cherly.- quisiera algo de la tienda antes de que comience el partido ¿me acompañas?- le dijo a Riccardo. Perra, pensé. Lo hacía a propósito para dejarme sola con Tom.

- ¿Quieren algo?- nos preguntó Riccardo antes de bajar.

- Estoy bien amigo, gracias.- dijo Tom

- Yo también.- le sonreí.

El clima estos días había estado muy insoportable, por la mañana hacía un calor de infierno y ni se diga de noche. El sol daba con toda su luz a pesar de que eran apenas las diez de la mañana y la música de fondo sonaba mientras los equipos seguían preparándose, sonreí cuando logré divisar a Ludovica y Harrison platicando.

- Son adorables.- interrumpió Tom mi pensamiento.

- Lo sé, se ven muy lindos juntos.- puse un mechón detrás de mi oreja debido al poco viento fresco que golpeaba.- desde la fiesta los vi más juntos.

- Lo sé, aunque casi no recuerdo mucho la verdad.- giré a verlo.- o al menos no haberlos visto, estaba demasiado.- hizo una pausa.- ebrio, dejémoslo así.

- Bastante.- reí. Mordí mi labio un poco nerviosa ¿no recordaba nada de ese día? entonces seguramente no recordaba lo del patio.- ¿no recuerdas nada?- mierda, mierda ¿por qué hablé?

- Bueno si, lo básico.- rodó los ojos riendo.- cuando llegue y todo eso.

- ¿Sólo eso?- bien Alice, cállate ya.

- Y una que otra cosa.- desvió su mirada.- la conversación del patio y eso.- dijo algo avergonzado.

Creo que mi cara fue muy obvia porque inmediatamente bajé mi rostro estando totalmente ruborizada, mordí mi labio aguantando mostrar una pequeña sonrisa.

El tiempo contra mi (TOM HOLLAND)•[EDITANDO]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora