Capítulo 23

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Narra Alice

Muerdo mi labio con tanta fuerza que estoy casi segura podrá sangrar en cualquier momento. Estudié para este examen pero mierda, no recuerdo al menos dos de las respuestas. A ver, repasemos rápidamente tu vaga mente Alice, después de tener el resultado, este debo de ponerlo al cuadrado y <Tom> no, no no te distraigas en él ahorita por favor, cuando tenga el resultado al cuadrado simplemente lo divido de nuevo y ya, hecho.

Resuelvo rápidamente los últimos ejercicios en tiempo récord y entregó mi examen. Las siguientes semanas serían los últimos exámenes del primer registro y eso me tenía muerta. El sistema con el que trabaja la escuela era muy pesado, cada dos semanas teníamos exámenes pruebas y en estas especialmente se encargaban los maestros de cargarnos de tarea.

Afortunadamente solo tendría examen de idioma y física la siguiente semana, así que lo peor ya había pasado.

Me dirigía a la cafetería, habitual como siempre, mi estómago rugía por comida, de los nervios había olvidado tomar mi desayuno, así que para ser las nueve de la mañana el hambre ya era clara en mi organismo.

Tome una charola y me formé en la fila para esperar mi turno de elegir qué desayunar. Opte simplemente por un sándwich de queso y jamón de pavo, un poco de fruta con yogurt y un jugo de manzana. Al lado de la cocina había una barra llena de salsas, aderezos, cereales, en fin, muchos elementos extras que le podías agregar a tus alimentos. Tome el bote de mostaza y le embarre un poco en ambas tapas del pan.

- Si le pones algunos pepinillos te aseguro que sabrá mejor.- giré a mi derecha logrando divisar a Justin. Desde el día de la fiesta no hablábamos.

- Es un buen tip, lo tomaré en cuenta.- seguí apretando el botecito para exprimirle la mayor mostaza, pero estaba lo suficientemente duro para mis débiles manos.

- A ver dame.- Justin me arrebato de las manos el bote mientras soltaba una risa. Bastó con que le diera un apretón para que saliera suficiente mostaza.

- Eres fuerte.- le dije riendo

- Y tú un poco débil.- me contestó.- pero es adorable.

- ¿Gracias?- ¿se suponía que era un alago ser débil?- eres la primera persona a la que le parece adorable mi debilidad en las manos.

- En realidad tú en general eres adorable.- me sonrío, yo baje la cabeza algo sonrojada.- no vi cuando te fuiste el día de la reunión.

- Eran las tres de la mañana y creo que tú ya estabas en el quinto sueño.

- Supones bien

- Que débil.- bromee.

-  ¿Me lo dices tú?- ambos reímos.- la siguiente vez procuraré aguantar más tiempo e intentar convivir con ustedes, Lorenzo me agrado mucho.

-  Es muy chistoso si se lo propone.- tome la palita de plástico y agregué una poco de granola a mi fruta.- se que se llevarán bien ustedes tres.

- Yo se que si.- tomó su charola.- tal vez...después podamos ir a comer los cuatro, ellos por su lado y nosotros por el nuestro, ya sabes, darles "privacidad".- dijo bajo pero de una forma chistosa.

- Claro ¿por qué no?- le sonreí.

Narra Tom

No puedo, simplemente no, me cae muy pesado ver a Alice y a ese idiota platicando juntos, no me gusta su convivencia, no me gusta que estén cerca, no me gusta nada de esa combinación. Simplemente no me gusta que estén juntos. Y creo que mi cara era lo suficientemente obvia.

- Cara larga ¿dormiste mal?- la voz de Hazza me saco de mis pensamientos.

- No.- lo mire.- no, es solo que las calificaciones, ya sabes.- me excuse.- me tienen así.

El tiempo contra mi (TOM HOLLAND)•[EDITANDO]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora