Capítulo 33

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Narrador omnisciente

El silencio inundaba el viejo despacho con olor a madera donde se encontraba Dominic concentrado en sus pensamientos. Sentado en su gastada silla de piel recargaba ambas manos sobre la mesa de caoba café en espera del momento indicado para hablar.
Por la puerta de cristal se veía entrar a su esposa pelirroja con una charola de metal entre sus manos, sobre esta venían dos tazas de té y algunos panecillos de mermelada.

- Esta es tuya.- le extendió la taza de té sin azúcar color hueso a su esposo.

- Gracias.- la tomó entre sus manos y le dio un largo trago.

- Te lo terminarás de un solo sorbo.- lo regaño su esposa.- tómalo con calma cielo.- le extendió la charola ahora con un panecillo.

La mente de Dominic navegaba al mil por hora, estaba tan centrado en su mente que ni siquiera percibía los trozos de fresa en cada mordida que le daba a ese pequeño panecillo. Mientras tanto Nicola tomaba con un poco más de tranquilidad su té, pero no confiada del todo, sabía que cuando su esposo la citaba en su despacho era porque algún tema serio iba a hablarse.

- Ire a dejar los trates.- se levantó su esposa tomando las tazas usadas y platos para regresarlas a la charola.

- Cariño espera.- la detuvo.- deja eso ahí y hablemos primero.

Esas fueron suficientes palabras para que Nikki se preocupara, ¿El divorcio? no lo creía, su matrimonio marchaba bien, ¿Alguna deuda? imposible, Dominic tenía bastante orden con los documentos importantes, ¿Los niños?, no sabía y no podía descifrar que era lo que necesitaba hablar con ella en este momento y eso le inquietaba bastante.

- ¿Qué sucede?- limpio sus manos sudorosas por debajo de la mesa.

- Cielo.- empezó.- ¿alguna vez te haz preguntado cómo sería tu vida sin todo esto?

- ¿A qué te refieres con todo eso?

- A esto.- recorrió la habitación con sus ojos.- la vida que tienes hoy en día.

- Bueno, si lo dices así.- se acomodo en la silla.- no sería de mi agrado no haberte conocido o no tener a los muchachos, mi vida está completa con ustedes y no la imagino de otra manera.- la voz le temblaba un poco en cada oración.

- ¿Y te has imaginado cómo sería tu vida sin eso?- dijo haciendo claro énfasis en una sola cosa.

- Nos estamos encargando.

- Los muchachos se están encargando.- la corrigió.

- No, no solo ellos.- se defendió.- te dije que había hablado con mi familia y con mi amigo Oliver para que me ayudaran con el trámite y uno que otro préstamo.- frunció el ceño.

- Cariño.- Dominic no sabía cómo contarle esto a su esposa.- hace unas semanas Chandler me contacto.

- ¿Chandler?.- lo miró confusa.- ¿De quién me hablas?

- Chandler Durand, mi viejo amigo

- Claro ya recuerdo.- lo interrumpió.- ¿aquel señor Holandés?

- Frances.- la corrigió.

- Lo recuerdo, ¿qué tiene que ver él en todo esto?- dijo su esposa un poco ya desesperada.

- Bueno.- Dominic soltó un largo suspiro, imaginando las diferentes formas de decirle esto sin que ella se lo tomara a mal. - el día que fuimos los muchachos y yo a jugar golf, él me llamó por teléfono...

Dominic sabía que como cualquier madre, Nicola estaría dispuesta a poner su vida primero antes que la de sus hijos, los protegería sin importar que con tal de que estuvieran bien, y entendía que posiblemente la propuesta que aquel viejo señor francés le había hecho no sería para nada de su agrado.

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2021 ⏰

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El tiempo contra mi (TOM HOLLAND)•[EDITANDO]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora