Pensamiento y Corazón / Continuación de Orgullo y Prejuicio.

El Jardín y los Recuerdos

Capitulo II   

 *** El Jardín y los Recuerdos *** 

 Relato escrito por María L Rosas

La Sra. Darcy estaba leyendo un libro mientras caminaba por los jardines de su nueva casa. Estaba entrando el otoño y las hojas de los árboles ya estaban cambiando de colores. Ella se quedó viendo el paisaje; admirando la belleza de un anaranjado marrón que pintaban frente a ella. Estaba mirando una naturaleza que la había dejado sin aliento desde la primera vez que visitó Pemberley.

El lugar era embriagador por su belleza. Ella se sumergía en su silencio, cerraba un poco los ojos, dejaba que el aire fresco le rozara en su rostro hasta el punto que podía escuchar los pajaritos cantar, las abejas posarse de flor en flor y encontrar al Sr. Darcy en el aire al respirar profundamente la fragancia del pino a su alrededor.

Ella seguía caminando metiéndose más y más en el bosque, hasta que encontró el jardín donde estaban las flores que el Sr. Darcy había cortado para colocarlas en su cuarto, observó que habían rosas de diferentes colores, tamaños y al colocar su nariz; podía darse cuenta que ofrecía diferentes fragancias. Algunas con suaves olores, otras fuertes y otras perfectas que era posible colocar los pétalos en agua y usarla como fragancia.

Con una mano sostenía el libro y con la otra sus dedos acariciaban los pétalos, los poro se iban abriendo mientras se metía tal sutileza, sentía que la piel se erizaba, quedó pensando mientras se besaban en su cama, las manos se buscaron y se entrelazaron al mismo tiempo. Sus dedos se fundieron y piel con piel se conocieron, que al apretarlos ella sintió que estaba llegando cielo.

Con un suspiro, su mente se metió de lleno en sus recuerdos llevándola al momento de la declaración de amor y donde el Sr. Darcy su mano le ofreció...

Lizzy empezó a decir
"En la Primavera y bajo una lluvia torrencial; el amor se paró frente a mi, me ofreció su mano para amarme y cuidarme, pero la razón no lo aceptó. Mi cuerpo desde ese entonces no tuvo calma, empezó un conflicto entre el prejuicio y mi alma; formé paredes y hasta montañas para rechazarte en lugar de aceptarte cuando me dijiste que me amabas... pudimos haber creado caminos para abrazarnos, tardes para amarnos y noches para escucharnos. Tuve que pisar fondo amor mío para darme cuenta, y entregarme con el ama.

Sin avisar entraste en mi corazón; mis ojos se humedecieron cuando la verdad salió de mi alma y llegó a la razón quedándose congelada frente una estatua que reflejaba tu genuina mirada. ¿Qué más podía hacer? Salía corriendo porque mi pecho se exaltaba de emoción y mis ojos me delataban. Me iba a mi casa y en las noches soñaba que aparecías detrás de mi, mientras yo caminaba con la lectura que me aislaba; y me perseguías mientras te asombrabas como la paz me abrazaba. Y al final; me tocabas la espalda, yo me volteaba, y sin pensarlo me robabas un beso, que a mi me encantaba...

La verdad fue que mi corazón lo perdí ese día en ese salón, donde mi alma se quedó admirando tu rostro y se encontró enamorada en tu mirada..."

Lizzy sonrió por un segundo, miro todo a su alrededor otra vez, dio la vuelta, y empezó a caminar de regreso a su nueva casa.

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