𝒮𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉 ℒ𝑜𝓋𝑒 ↝ Minsung

Secret 5

Sus ojos oscuros fijos en el suelo, su manos entrelazadas sobre su regazo, el cuerpo ligeramente inclinado, a la ves que su pierna se movía constantemente, todo su cuerpo gritaba impaciencia, y las personas de bata blanquecina que cruzaban de un lado al otro por aquel pasillo de hospital, le regalaban miradas indiscretas por el aura tan fuerte que desprendía todo su efigie, revelando lo exasperado de su estado. 

Minho se encontraba en la sala de espera, vigilando inquieto la entrada donde se encontraba Sana, y la expectativa a alguna noticia lo atormentaba.

Jaehyun llegó a su lado después de acatar su orden de investigar lo ocurrido esa noche del accidente. Fue fácil para su secretario conseguir la suficiente información para contentarlo, gracias a el reconocimiento que tenia el apellido Lee, y  el siendo su secretario no desaprovecharía el ser un oportunista.

Dando una ligera inclinación en saludo, Jaehyun habló.

- revise las cámaras de transito cerca de la escena del accidente.

- ¿que descubriste? -

- tres autos nada más - Jaehyun extendió unos papeles que rápidamente Minho le arrebato sin dirigirle la mirada.

Revisó las hojas, los nombres de los conductores junto con su respectiva fotografía. No pudo evitar fruncir notablemente sus pobladas cejas al reconocer una de las fotos.

- Han Jisung. - leyó en vos baja sin creérselo.

Volvieron a su mente los momentos en que había coincidido con ese chico de mejillas ridículamente grandes. La vez que ese mocoso arrojó sus llaves cuando fue su conductor sustituto, el mal momento que le hizo pasar al chico en el peaje en venganza de sus acciones.

Pero rápidamente dejo de pensar al ver como repentinamente el personal medico se apresuraba en adentrarse al cuarto donde atendían a Sana después de escuchar la vos emergente en los altavoces.

Se levantó velozmente del asiento, abandonando los papeles a un lado para ingresar a la sala.

- no puede ingresar. - lo frenó uno de ellos.

Minho lo hizo a un lado entrando por la fuerza, le importaba muy poco las advertencias, era la vida de Sana la que estaban tratando.

Llegó hasta la camilla. La mujer daba señales de conciencia, al abrir débilmente sus ojos, y llamar a Minho en un susurro entrecortado.

- Sana, aquí estoy. - hizo a un lado a los doctores y se inclinó en el suelo. Sus manos agarraron sus mejillas y las acarició. - ¿estas bien? - Sana no respondía, de su boca solamente salían balbuceos, y su respiración era acelerada, sus ojos se mantenían observándolo con lagrimas, todo indicaba que la mujer se esforzaba por mantenerse consciente.

- ¿que le sucede? - preguntó Minho a los doctores.

Nadie respondió, aguardaron en silenció, conociendo de sobra que la respuesta no le agradaría escuchar. 

La mujer llevó su mano a su rostro, palpando la mascara de oxigeno, y la retiro con cuidado.
Minho dejó de prestar atención a su alrededor al escuchar a Sana.

- ... te amo. - su vos sonando tan remota que Minho sintió por primera vez tanto temor de jamás volver escuchar esas palabras saliendo de su boca. - te amo demasiado. - la delicada y fría mano de Sana agarró la suya con fuerza, llevándola a su estomago para dejarla reposar en ese tibio lugar.

Minho sonrió con tristeza.

- Mi Sana, tu sanaras. -

Su sonrisa no duro mucho al ver como las respiraciones de Sana se volvieron tan aceleradas, hasta el punto de exhalar fuertemente por la boca.