Secret 4

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El aire que inhalaba del lugar parecía adquiría un peso casi irreal por como su pecho se oprimía en cada respiración, al punto de producirle un dolor asfixiante. Rodeado de paredes blancas, y albergado por ese ambiente característico de un hospital, tan intranquilo y extraño, pero ahora no podía percibir ningún otro sentir, más que angustia y dolor.

Sana se encontraba tendida en la camilla, con un motón de aparatos conectados a su piel, y aquella circunstancia a la espera del doctor con los diagnósticos de Sana, lo atormentaba a niveles insoportables. Minho lo sabía, el ritmo cardíaco que se marcaba en la pantalla era tan lento como para no darse cuenta del estado delicado de la mujer, el esfuerzo que hacía por respirar con la ayuda de la máscara de oxígeno.

Sus pulgares se mantenían jugando con la tela de la sabana, buscando un distractor para calmar su angustia. Pronto, acentuados pasos resonaron en el cuarto, provocando que su tortuosa espera terminara al fin. Minho rápidamente se levantó de su asiento y se acercó al hombre de bata antes de que siquiera el hombre llegara hasta la paciente, revelando el estado desesperado en el que se encontraba.

- ¿el guardián? - preguntó el Doctor dando un ligero vistazo al hombre frente a él, quien asentía a su llamado, cayendo en cuenta del brillo de esperanza en su mirada casi perdida.

El doctor miro su porta papeles reteniendo su pesar por las palabras que soltaría. Por romper las esperanzas del chico al esperar buenas noticias.

- Sus órganos internos se encuentran dañados, tiene hemorragia interna, no tuvo atención inmediata, y su vaso e hígado empezaron a endurecerse. Y el mayor problema... - su mirada se desvió hacia la mujer en la camilla. Minho lo observo expectante. - es que el infante muerto hace presión en su útero. -

Su mirada pareció torcerse de repente ante tales palabras. Los oscuros ojos de Minho vagaron por el cuerpo de Sana, luego observó a su secretario que se mantenía en silencio a un lado de la camilla sin mirarle de regreso.

- Ella estaba... embarazada - susurro en un hilo de voz, sin asimilar del todo las palabras que acaba de escuchar.

- sí, y necesito retirarlo de inmediato. -

- Por favor sálvela. - dijo al instante, su voz saliendo tan quebrada como el tiemble de sus manos. - por favor. - se aferró a la bata del doctor provocando que este lo tome de los hombros para tranquilizarlo.

- eso hare. - el hombre se alejó, regresando a mirar a una de las enfermeras que lo acompañaba. -Llame al doctor Park y vamos al quirófano. -

Después de que el Doctor se fuera, Minho se quedó en el mismo sitio ejerciendo presión en sus puños, cerró sus ojos fuertemente dejando escapar un pesado y doloroso soplo. Jaehyun simplemente se dedicó a mirarlo en silencio, sabia cuanto Minho ama a aquella mujer, y cuanto hubiera amado a aquel niño.

Las temblorosas manos de Minho tomaron las de Sana cuando se acercó a la camilla. Las palabras del doctor se repetían en su cabeza atormentándolo más de la cuenta. ¿Un bebe?, Sana esperaba un bebe suyo, aquello era el motivo de su repentino alejamiento del cual nunca le dio alguna explicación, simplemente despereciendo de su vida. Minho estaba seguro de que Sana solo intentaba proteger a su hijo de los Lee. De su padre para ser exactos.

"pertenecemos a mundos diferentes, Minho" 

Se maldecía cada instante por ser un cobarde que se rindió sin ni siquiera luchar. Que simplemente no dio prioridad a lo que realmente le importaba. Ni el dinero, ni su familia, solo ella.

- ¿Qué te paso?- preguntó, a pesar de la inconsciencia de la mujer. - quiero que me lo digas. - Minho se encontró tan desesperado que sus manos apretaron con algo de fuerza el brazo de Sana. Escaneo con su mirada el ligero rastro de sangre en el rostro y cuerpo, dando una breve pausa en su vientre, llevó su mano hasta el sensible lugar acariciándolo con suma ternura, ahí se encontraba su hijo, sin vida.

𝒮𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉 ℒ𝑜𝓋𝑒 ↝ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora