Estábamos sentados en la mesa. Harry Styles y yo estábamos sentados en la mesa de “mi comedor”. Una situación demasiado irreal. Esto no podía estar pasando. Necesitaba cafeína, mucha y ya. Me paré de mi lugar y me acerqué a los estantes. Saqué una taza y luego me puse a hacer café.
— ¿Quieres café? — le pregunté a… Harry Styles. Esto no era real, no podía serlo. No era humanamente posible.
— Si… — todavía no le había dicho mi nombre.
— Ya – Ya — completé la oración. Él se quedó callado. Terminé de hacer el café y abrí uno de los cajones y saqué unas cucharas. Abrí otra de las miles de puertas de la lacena, buscando el azúcar. ¿Dónde se había metido esa azucarera? La había usado esta mañana, podría jurar…
— ¿Y me vas a decir tu nombre? — su voz interrumpió mis pensamientos. «Tiene que estar bromeando» dijo Taru. Seguro que sí, respondí. «Respóndele igual» exigió Taru.
— Ya – Ya — volví a decir.
— ¿Y cuándo es exactamente ese “ya, ya”? — «Seguramente es parte asno» aseguró la voz de Taru. Paré de revolver el café de golpe y luego giré mi cabeza en su dirección. «Y yo estoy segura de que eres pariente del exorcista» ¿Tan mal me veía?
— Mi nombre es Yaiza, me dicen Ya – Ya — expliqué y mi obligué a repetir. «Mira, su nariz es similar a la de un asno» objetó Taru. Y su cerebro es igualito al de uno, le respondí recibiendo una risa de Taru. Abrió la boca para responder, pero yo dejé su café delante de él y luego hablé yo — Ahora dime, ¿por qué necesitabas de mi caridad?
Me senté en mi lugar, esperando una explicación a toda esta… situación. Tomé un sorbo de mi café y… ¡Ay, mamita querida! ¡Esto hierve! ¡Obra del demonio! Saqué la lengua y me abaniqué con la mano. Miré a Harry, y él me miraba como si yo fuese un extraterrestre. «Eso explicaría muchas cosas…» dijo Taru pensativa. Callate, bicho. «Este “bicho” esta dentro de tu cabeza». Touche.
— Bueno, verás — apoyé mis codos sobre la mesa—. Hoy a la tarde el grupo se fue a Los Ángeles de vuelta, yo les dije que terminaba de hacer algunas cosas y los alcanzaba, pero cuando salí, una ola de fans casi me mata, así que me subí al auto y comencé a manejar por cualquier lado con tal de perderlas. — Tomó otro sorbo de su café. — Y cuando me di cuenta, me había perdido y además ya era tarde, había perdido el vuelo. Después se fue haciendo cada vez más tarde, cada vez conocía menos la zona, y luego te encontré a vos…
— Si, si, tu obra de caridad — rodé los ojos. — Entonces, eres uno de los miembros de One Direction, uno de los ingleses, estas en Inglaterra, y escapando de tus fans te pierdes, en Inglaterra, lugar donde naciste — nada de eso tenía sentido. — Yo vivo acá hace solo dos años y estoy segura de que se para donde queda el aeropuerto.
— Estuve mucho tiempo fuera, y no solía venir por esta zona — explicó. Terminé mi café, como pude, quemándome, pero lo terminé. Dejé la taza en la mesada y me paré. — ¿Puedo dormir acá?
— No creo que tenga opción — dije más para mí que para él. — ahora te traigo unas sábanas y una almohada, vas a dormir en el sofá.
— Pensé que tenías otra habitación…
— La tengo — dije sin rodeos.
— Entonces…
— ¿Quieres dormir en una de esas camas? — Él asintió dudoso — Bueno, espero que sepas hacer una cama, porque yo tengo sueño y no pienso hacerlo, mañana me tengo que despertar a las siete, necesito mis horas de belleza.
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¡ARRIBA! ES UN NUEVI DÍA Y HAY QUE EMPEZARLO TEMPRANO. Mi mano se estampó contra el despertador apagándolo. En el mejor momento ¡PUM! Tiene que sonar la alarma. Me destapé y me paré. Salí de mi cuarto y me dirigí a la cocina. Siempre me pasa lo mismo, nunca puedo terminar mi sueñ… «Es muy temprano para andar besando el piso, Ya – Ya» dijo Taru. Nunca es temprano, respondí enojada. Me paré y vi que el objeto que me había hecho besar el suelo era la inigualable y única bota de Harry Styles. La agarré del suelo y miré en dirección al sillón. Mire la bota, mire al que se parecía a un mendigo, miré la bota, miré al intruso en mi sillón, mire la bota. Respiré hondo y se la lancé, luego me di la vuelta y me dirigí a la cocina. Saqué un poco de pan del cajón, leche de la heladera, y me fijé si quedaba un poco de café de ayer. En efecto, había un poco de café, pensé. Escuché un gruñido que provenía de la puerta. Me encontré a Harry Styles, parado en el umbral de la puerta de mi cocina, sosteniendo su bota en la mano.
— ¿Te despertaste antes de que te príncipe te diera tu mágico beso y por eso te desquitas conmigo? — «Casi al blanco, Styles» dijo Taru riendo.
— No me desperté antes de tener el mejor orgasmo de mi vida con Brad Pitt —Harry abrió los ojos como platos. — Y te tiré la bota porque hizo que me cayera cuando salí de mi cuarto. — Me volví a dar vuelta para preparar el desayuno. — ¿Qué tomas?
— Café y unas tostadas — escuché como movía una silla y se sentaba.
— Entonces prepáratelas, yo me tengo que duchar, y después me tengo que ir a trabajar. Me alcanza y sobra con esa perra como jefa, no necesito hacer de moza.
Terminé de tostar las tostadas, les unté manteca, luego preparé mi café con leche, y terminé todo lo más rápido que pude. Salí de la cocina, dejando a Harry con la tostadora, el microondas y las hornallas. Entré al baño, tomé una toalla y me prendí la ducha. «Después vas a tener que bajar esas tostadas con manteca» dijo Taru antes de que me metiera debajo del chorro de agua calien… ¡FRÍA! «No tienes tiempo, apúrate o llegarás tarde». Maldita perra con sus horarios extremos. Me duché con el agua a cero grados, salí de la ducha, me cepille los dientes, hice las necesidades básicas de un ser humano, salí de ahí envuelta en una toalla y me adentré en mi cuarto. Abrí mi placar y miré mi ropa. Tomé lo primero que encontré y me lo puse.
«Muy digno de una mujer a última moda, Ya – Ya». Me había puesto “lo primero que encontré”. Por lo tanto, me puse una remera amarilla con el estampado de Bob Esponja, unos joggings azules y uno de mis dos pares de Converse. «Al menos te pusiste las negras, sino parecerías un payaso». Repito: me puse lo primero que encontré. Me hice un rodete como pude con el pelo mojado, lo até con una gomita y después salí de mi cuarto. Agarré mi campera, mi cartera, mis llaves, mi celular, mi monedero y la lista de compras que estaba esperando en esa mesita por tres días. Entré en la cocina.
— Intenta no quemar mi cocina, vuelvo a las cuatro — volví a salir de la cocina y después empecé a bajar las escaleras. «No te pusiste desodorante, sucia». Glenda me da cuando llegue, no podía llegar tarde. «Sucia». Soy una sucia con trabajo, así que cállate.
Abrí la puerta del medio e intenté pasar lo más rápido posible para que los perros no subieran. Dos escalones más abajo, Negra casi me deje de boca contra el piso, otra vez. Corrí escalera abajo y abrí la puerta, pero tampoco los dejé salir.
— Salen más tarde — les dije mientras cerraba la puerta de reja. Salí corriendo hacia mi trabajo. Esperemos que mis prácticas corriendo sirvan de algo. «Si confiamos en eso, vas a perder tu trabajo». A veces pienso que no sirves para otra cosa que no sea criticarme, le dije a Taru. Al menos mi voz en mi mente no sonaba agitada como en realidad estaría. «Si te encanta, no sé de qué te quejas».
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HOLA! Sé que es corto, lo siento! Espero al menos haberle ssacado una sonrisa, con eso a mi me basta. Acuerdense, comenten el famoso que quieran que aparezca! Espero sus comentarios con ansias, Fantasmitas!!
An Unknown Kiss
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Esto ES un "FanFic"
Fiksi Penggemar— ¿Trabajaste en Sturbuks, atendiste a One Direction y caíste bajo “el hechizo de Styles”? ¿Eres la nerd torturada y solitaria que encuentra su amor verdadero junto a Luke Hemmings, miembro de 5 Seconds of Summer? ¿Dylan O’Brien, actor reconocido, e...