𝐓𝐑𝐔𝐓𝐇 𝐎𝐑 𝐃𝐀𝐑𝐄 | 𝘫𝘶𝘫𝘶𝘵𝘴𝘶 𝘬𝘢𝘪𝘴𝘦𝘯

𝗘𝗹 𝗦𝘂𝗸𝘂𝗙𝘂𝘀𝗵𝗶 𝘃𝘂𝗲𝗹𝘃𝗲 𝗮 𝗴𝗼𝗯𝗲𝗿𝗻𝗮𝗿

La obra de arte que está arriba le pertenece al usuario AND_____Re en Twitter.

Atte: Abi🌻

—¡Más despacio idiota, vas a romperme!

—¡Lo hago lo más lento que puedo mocosa!

—¡No se nota!

Esta bien, Megumi lo admitía, estaba celoso. Llevaba casi tres años siendo el centro de atención de Sukuna, el único al que le dedicaba sus sonrisas coquetas, a quien lo tocaba. Saber que había sido reemplazado con tanta facilidad le hizo darse cuenta de aquellos sentimientos que siempre trato de negar.

Le gustaba el pelirosa más de lo que pensaba, ninguna otra persona, sea hombre o mujer, había logrado generar todo lo que ese bastardo podía con una maldita mirada. Trato muchas veces de hacer entrar en razón a su corazón, ya que Sukuna no era ni de lejos el mejor partido para alguien, pero simplemente no pudo.

Y lo acaba de confirmar ahora. No le gustaba ver cómo interactuaba con Nobara, como sonreía con ella, como coqueteaba, incluso hasta que la tocara. Quería mucho a su mejor amiga, después todo junto a Yuuji eran las únicas dos personas que se acercaron a él a pesar de su carácter, pero verla tan cercana a Sukuna lo hacía llenarse de coraje.

No era una persona celosa, simplemente se dejó llenar la cabeza por sus inseguridades. Había rechazado al pelirosa cientos de veces por idiota, ya que negaba los sentimientos que alberga su corazón, y pensar que ahora decidió olvidarse de él para buscar a alguien más lo lleno de malos pensamientos.

Que la única persona que estaba dispuesto a amarlo se fuese con otra por su culpa le hizo sentir un gran vacío. Sukuna quizás no era el mejor ser humano del mundo, pero Fushiguro sabía ver a través de toda esa maldad que lo caracterizaba.

Se enamoró de sus palabras, de sus mensajes de texto, de aquellas fotos comprometedoras que suele mandar de vez en cuando, de sus toques. Básicamente cayó rendido con el Sukuna que no se rendía y luchaba todos los días para poder ganarse su amor.

Solo que Megumi fue un idiota orgulloso, y ahora estaba pagando las consecuencias de sus actos. Pero no se rendiría, ahora sería él quien luche por obtener la atención del pelirosa.

—¿Oye Megumi estás bien? —La voz de Yuuji lo sacó de sus pensamientos.

Cuando levanto la mirada se percató de que todos los ojos estaban puestos en él.

—Si, solo estaba pensando.

—Te perdiste como Nobara golpeó a Sukuna —Le contó animado su mejor amigo.

—Voy a dejarte calva la próxima vez que vuelvas mocosa.

—Atrévete y te dejaré sin hijos.

La discusión de ambos no hacía más que aumentar los celos de Megumi. Hasta ahora solo él podía tomarse la libertad de golpear a Sukuna o insultarlo, lo que de cierta forma siempre le hizo sentir especial, pero saber que Nobara también podía permitirse esa cercanía lo hacía sentirse cada vez más desplazado.