Las dificultades de la maternidad

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Hubo un tiempo en el que Talia no era inocente — no está segura si alguna vez lo fue de verdad, si lo fue no lo puede recordar — pero si era más... Positiva.


Un tiempo donde creyó que el hombre que amaba la escogería por sobre la obsesión que tenía con esa maldita ciudad y cuando fue hecha a un lado tanto por su amado como por su padre y creyó que no era querida y necesitada por nadie en el mundo un milagro sucedió.

Estaba embarazada.


Un fruto del amor de su amado y suyo, alguien que inevitablemente la necesitaría y querría, una oportunidad para comenzar de nuevo, por su cuenta, para ser mejor y no cometer los mismos errores del pasado.


Debía admitir que nunca se imaginó como el tipo maternal y varias veces durante su embarazo se cuestionó si sería capaz de conectar con su bebé — si sería capaz de amarlo, después de todo Talia era una mujer rota y ya no sabía si tenía la capacidad para amar a otro ser humano — Pero luego sostuvo a su pequeña Athanasia en sus brazos, una saludable y hermosa bebé con los ojos de su Padre, fue amor a primera vista, Talia la amo como jamás había amado a alguien en su vida, y por un instante todo tenía sentido, todo el sufrimiento que experimentó, la soledad, la incertidumbre, todo valió la pena para poder conocer y estar con su pequeña.


Athanasia era su tesoro y mataría por ella de ser necesario.


Y por cinco años hubieron rosas en su vida, risas y abrazos, y amor, tanto amor, como nunca conoció antes hasta que una fatídica noche intrusos entraron a su casa y su tesoro le fue robado frente a sus ojos.


Pensó que el dolor la mataría ahí mismo, pero de alguna forma logro mantener se de pie lo suficiente como para volver arrastrándose al lugar donde creyó que no volvería jamás.


Su padre como era de esperarse la culpo, dijo que su tesoro le fue arrebatado por su debilidad, porque ella era débil e hizo débil a su hija, por lo que si le concedía la gracia del pozo debía hacer las cosas a su modo, en la liga la debilidad no era soportada, era castigada.


Talia estaba desesperada así que accedió, y dejo que su Papá convirtiera a su hija en un soldado de la misma forma que hizo con ella en su infancia.


Algo cambio en su hija luego del pozo, ya no era inocente como antes y parecía no recordar los primeros años de su vida, si eso era bueno o malo Talia no estaba segura.


Su hija tenía un talento nato, al punto que a pesar de ser una mujer su propio Padre se interesó en ella y vio un futuro para la liga en ella, pero Talia conocía a su Padre, en el mejor de los casos la usaría como carnada — como trofeo — para el próximo hombre que creyera digno de heredar la liga.


Su hija no iba a tener el mismo destino que ella - No mientras ella estuviera respirando


Asi que una vez más se reunió con su amado y con ayuda de la tecnología le dio a su Padre el heredero que tanto deseaba, un varón fuerte y saludable.


Talia quiso amarlo de la misma forma en que amaba a Athanasia, pero aunque le amaba no era el mismo tipo de amor, quizás porque nació con un propósito distinto, o porque a los ojos de su Padre tan solo por ser hombre valía más que ella, o tal vez era porque era demasiado parecido a ella...


Quien realmente lo amo fue Athanasia, pudo ver el amor reflejado en sus ojos la primera vez que lo vio y y después de mucho tiempo Talia vio por primera vez un brillo en los ojos de su hija, así que aunque iba en contra de lo que su Padre enseñaba y quería los dejo pasar tiempo juntos.


Pero su hija no era feliz, Talia la conocía — no también como antes — y todos los días parecía más un asesino sin rostro de la liga, en lugar de su bebé, ella quería una salida así que Talia se la dio.


La misión, la explosión, incluso se aseguro de que hubiera un doble perfecto para su hija, Athanasia era sangre de su sangre, y era inteligente, Talia sabía que sabría tomar esta oportunidad.


Y lo hizo.


Y así de fácil su hija desapareció de su vida.


Asi que las lágrimas que su hijo le vio derramar eran reales pero no por las razones que el creía. No estaba llorando porque su hija había muerto, estaba llorando porque le fallo, cuando prometió protegerla, y su única opción había sido dejarla ir.


— Y eso es lo que sucedió. — Termino de contar Talia dejando un silencio entre los presentes en la habitación.


— Eso... Eso... Eso es jodido. — Murmuró Jason de forma honesta apenas pudiendo procesar todo lo que Talia contó, desde ella intentando ser madre hasta ayudando a Ange a fingir su muerte sin que está lo supiera.


— No puedo perdonarte por lo que le hiciste a Damián. — Dijo Ange finalmente hablando. — Lo amo y el que hayas participado de su muerte no es algo que pueda olvidar o perdonar. — Entie—


— Pero, tampoco me corresponde a mi perdonarte por aquello, eso es algo entre tú y Damián. — Añadió levantando su mirada para ver a su madre. — En lo que a mí corresponde... Ya no estoy segura de conocerte como pensé que lo hacía por lo que... — tomo una larga bocanada de aire mirando el lugar donde paso los primeros años de su vida en este mundo siendo amada y protegida. — me gustaría conocer te, de verdad esta vez.


Desde que llegó a este mundo Ange jamás le dio una oportunidad a Talia porque no logro verla como algo más que la madre loca de Damián, como un personaje, pero la verdad es que ella era mucho más que eso, todos en este mundo estaban vivos y tenían sus propias vidas, no era justo juzgarlos por concepciones de otra vida que pudieran o no aplicar aquí.


— Quizás no te guste lo que descubras — Advirtió Talia y ella sonrió ligeramente.


— tal vez me guste, o tal vez no, no lo sabré hasta conocerte. — Respondió con calma.


— Entiendo, en ese caso algo se puede arreglar — Dijo Talia no sonriendo pero haciendo lo más parecido que podía hacer a una sonrisa.


Tenía una oportunidad para recuperar a su tesoro y está vez no la iba a desperdiciar.


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Notas: Como ya dije tengo una relacion de amor/odio con Talia, y aun no se si este es el ultimo capitulo y el siguiente sera el epilogo o si el siguiente sera el ultimo pero en todo caso muchas gracias por quedarse con esta historia y por todo su apoyo. 

Los amo y gracias por leer. 

En contra del ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora