1. AU.

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La amistad es el enlace más fuerte que existe que termina consumándose en amor, no me malinterpretes, no significa que puede terminar como un romance que sea para siempre, es solo por el cariño que se forma y que terminas diciendo que amas a alguien como si fuera un compañero, un amigo o un hermano.

Quién sabe si algún día lo puedes llamar un amante.

Eso le pasó a Marieta, una chica que le interesaba tanto el dibujo y que soñaba ser una gran diseñadora de modas, que conoció a Adrián de la peor manera posible en la escuela.

—Me parece una chica alocada y tonta. —dijo cuándo se encontró con Thomas, su amigo de la infancia y quien pudo soportar gran parte de su vida.

—Amigo qué te cuesta hablarle, no puede caerte tan mal, nunca has hablado con ella y tienes que hacerlo para que coordinemos con lo del curso de Literatura y de paso pedirle las indicaciones que la profesora pidió. Ella es parte de nuestro grupo y presidenta de clase.

—Me vale, no quiero hablarle.

—Adrián.

—Pues es así.

—Eres alguien extraño. —dijo su amigo moreno que le ofrecía un refresco. —Pero por eso te adoro.

—Deja de ser un delicado, hablando de eso, ¿para qué son esas rosas que tienes en las manos? ¿es para tu novia?

—Sip, y será el mejor tercer mes que hayamos podido celebrar.

—Yo que tu no les daría tanta importancia a esos sentimientos, te hacen un débil.

—Oye, el hecho de que seas un amargado en el amor no significa que critiques mis sentimientos. —vieron los dos como Marieta salió de uno de los salones de clases con muchos papeles en sus manos, tropezando y regándolos en el suelo por la caída.

—¿Enserio debo hablarle? Ya te dije que es muy... ella. Se acaba de tropezar de una forma muy tonta.

—Adrián... Es por tareas, no tienes que ser un abusivo.

—Bien, pero luego me lo debes con una de las hamburguesas de tu madre.

—Sí, prometido.

Se acercó a aquella chica y le dio una mano con los papeles.

—Oye, ¿te ayudo con eso? —dijo Adrián ayudándole con todos los papeles que botó aquella alocada muchacha.

—No, puedo sola.

No lo miró. Buena señal.

—Está bien... —de pronto el rubio soltó todos los papeles en el suelo, cayendo en frente de ella.

—¡Oye! Eso es algo mal educado de tu par-... te. —dijo al hacer un contacto visual con el joven que la miraba de forma seria.

—Solo vine a preguntarte si me das las pautas para el trabajo de Literatura, ya que la profesora dijo que te lo pidiéramos a ti.

—Oh, s-sí. D-dame un segundo. ¡Ahora voy! —dijo cargando los papeles que recogió y corrió desesperadamente hacia el salón y buscaba su mochila. Adrián veía la escena con algo de extrañeza y curiosidad ante la velocidad de la chica al salir del lugar.

Se acercó a su asiento.

—Debe estar por aquí, ¡Bingo! —dijo alegre al encontrar las hojas de la clase.

—¿Te entusiasma el trabajo?

—Algo, es que es mi deber como presidenta de la clase que todo esté bien... —le dio la hoja, haciendo que por un momento sus manos se rozaran, haciendo que la chica se ponga nerviosa ante la suavidad de sus manos.

Stay With Me - Adrinette April 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora