━━━𝙐𝙉𝙊.

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➢ 𝙾𝚌𝚝𝚘𝚋𝚎𝚛 𝟷𝚜𝚝, 𝟷𝟿𝟿𝟿

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𝙾𝚌𝚝𝚘𝚋𝚎𝚛 𝟷𝚜𝚝, 𝟷𝟿𝟿𝟿. ☂︎

𝟷𝟿 :𝟷𝟹 𝚙. 𝚖.

La pequeña Tatiana Hargreeves, también conocida como Número Ocho, se encontraba caminando tranquilamente por los pasillos de la gran mansión Hargreeves. Entre sus manos sostenía un libro, el cual estaba leyendo hace unos momentos en su habitación, éste era de tapa dura y se podía apreciar un ❛𝐇𝐨𝐦𝐞𝐫𝐨❜ tallado en dorado. El libro contenía citas en griego del nombrado anteriormente.
Era la primera vez que Reginald le ordenaba que lea el libro, cosa que se le está haciendo un poco difícil debido a su poco conocimiento del idioma en el cual estaba escrito. En algunas ocasiones recibió ayuda de su hermano Five, aunque ella se negaba rotundamente ya que quería demostrarle a su hermano que podía lograrlo sola.

Ese día a Tatu le traía mucha felicidad ya que se sumaba una nueva cifra a su edad. Para sus suerte, siempre el uno de octubre de cada año, Reginald les ofrecía un descanso de los entrenamientos y estudios que corresponden en ese día. Así permitiéndoles hacer cosas que no suelen hacer normalmente, como poder pasearse por la mansion cuando quisieran o pasar más tiempo juntos entre hermanos.
Aunque para los demás podía ser algo insignificante, para ella siempre fue algo muy especial y único.

Todos sus cumpleaños eran perfectos a excepción de un pequeño detalle el cual era que nunca pudo recibir un regalo de parte de su padre Reginald.
Con el paso de los años comprendió que con el simple hecho de pasar el día con sus hermanos le era suficiente y de sobra.

Ese día decidió vestir diferente. El uniforme nunca habia sido de su agrado aunque tampoco era algo a lo que le prestara mucha atención, pero el día de su cumpleaños número diez ameritaba una vestimenta nueva. Por eso, decio vestir con una falda negra junto a una remera blanca decorada con dibujos de estrellas de muchos colores aleatorios y llamativos. También llevaba los zapatos de la academia y una campera negra. Ropa digna de una niña de diez años intentando vestirse sola.

Por simple aburrimiento comenzó a caminar en dirección a la habitación de Five para poder ver que estaba haciendo él por su cumpleaños.
Para su hermano mellizo los cumpleaños no eran importantes y nunca fueron de su agrado por lo que los vivía como si fueran un día más en el año, así que Eight estaba segura de que probablemente lo encontraría estudiando o haciendo algo de lo que solía hacer habitualmente.
Aunque ella hizo todo lo posible para que el trate de verle el lado bueno a la fecha... nunca lo logró. Esas charlas siempre terminaban en discusiones que por tener poca edad nunca llegaron a ser muy fuertes, pero tenían un límite que consistía en mirarse mal y sacarle la lengua al otro mientras mantenían sus brazos cruzados y su ceño fruncido.
Después de tantos intentos de negaciones por parte de Five, ella se rindió por completo en su misión, pero hizo todo lo posible para lograr entenderlo un poco y aceptarlo.

ʟᴏsᴛ.ಌ | 𝒏𝒖𝒎𝒃𝒆𝒓 𝒇𝒊𝒗𝒆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora