🥀 ━━ Thirteen.

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— Venga, le ayudo— dije de manera amable, y me reprendí mentalmente.

Sin embargo, no podía no ayudarle, sus ojos mostraban pánico y confusión haciéndole ver como un corderito asustado. Mierda.

Él asintió y dejó que pasara uno de mis brazos por su cintura y el suyo por sobre mi cuello. Recargando solo un poco de su peso en mi cuerpo.

Lo ayudé a llegar, a paso lento y aunque no estuviese muy lejos tardamos un poco debido al peso extra que tenía que llevar, al marco de la puerta donde Casey, Marcia y Claire me miraban con incredulidad.

Las entendía, ni yo misma sabía por que le ayudaba después de que nos secuestró y que nos quería hacer daño.

— ¿Quienes son ellas?— preguntó en mi dirección, con el ceño fruncido viendo a las chicas temblorosas mientras ellas lo miraban con miedo.— ¿Que está pasando?— cuestiona de nuevo sin dejarme responder a su primer pregunta.

— Algo espantoso— respondió Marcia, sus brazos rodeaban los cuerpos de las más pequeñas.

— ¿Que hice? ¿les hice daño?— pregunta espantado.

No mucho, solo me golpeaste y trataste de matarnos.

Pensé sarcásticamente.

Al ver que no tenía planes de contestar yo él dirigió su mirada a las chicas, ellas tenían su mirada fija en la anciana tirada en el piso sin vida.

— Doctora Fletcher— llama, y obviamente ella no respondió— Doctora Fletcher— repite. Su mirada llena de terror volvió a mi, haciendo que nuestros ojos se conectaran— ¿Quién hizo esto?— preguntó en un murmullo aterrorizado.

— Fuiste tú— respondió Casey, él miró en su dirección haciendo que mi Estrellita se encogiera.

— Les juro que estaba en un autobús— asegura.— Yo no recuerdo nada después de eso... Yo...— balbucea callandose, mirando sus pies, supongo tratando de recordar lo que pasó en el último tiempo de su inconsciencia— Es el dieciocho de septiembre del dos mil catorce ¿cierto?— averigua. Hice una nueva negando con la cabeza. Eso fue hace dos casí tres años en realidad.

— No.— respondí, él tragó en seco.

— Tengo una escopeta que compré. Está en el gabinete del fondo, escondida ahí atrás— explica señalando dicho lugar.— Las balas están en mi casillero en el pasillo— indica— mátame— pidió, sus ojos fijos en los míos. Los suyos llenos de súplica— Mátame.

Estocolmo 🍀Kevin Wendell Crumb🍀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora