𝚂í𝚗𝚍𝚛𝚘𝚖𝚎 𝚍𝚎 𝙴𝚜𝚝𝚘𝚌𝚘𝚕𝚖𝚘; Trastorno psicólogico temporal que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con...
Hedwig patinó, justo por delante de Malia haciendo que esta rodará los ojos un poco. Patricia comenzaba a caerle realmente mal.
- Ella era mi novia- señaló a la peli negra haciendo que cuatro pares de ojos se posaran en ella, con completa incredulidad.- Yo la besé- contó y las mejillas de Ivy se enrojecieron de la vergüenza.- no fue la gran cosa- se encogió de hombros, siguiendo con su patinaje alrededor de la mesa de la que estaban recargadas las cuatro muchachas.
- Ya deja de fastidiarnos. Dinos que quieres- exigió la morena, los ojos de Malia se dirigieron a ella y negó sutilmente con la cabeza, no, no era buena idea hablarle así.
- ¡Dheera!- regaño la castaña que parecía ser la más sensata- no hagas que se enfade- pidió, Hedwig patinó hasta casi aventarse contra mesa haciendo que las chicas se sobre saltaran un poco.
-¡No digan nombres!- exclamó- dijeron que no oyera sus nombres porque estaría triste luego... Después de hoy- dijo después de balbucear un poco al rectificar sus palabras al darse cuenta que casi cuenta lo que no debía.
- ¿Hoy? Hedwig, ¿la bestia vendrá hoy?- preguntó aterrada la chica sobre la silla, el infante hizo un sonidito con la boca afirmando.
- ¿La bestia? ¿Quien?- preguntó la rubia más cercana a Ivy.
- Alguien que les hará cosas malas- contestó simplemente Hedwig y siguió jugando.
- ¿Por que nos escogiste, Hedwig?- preguntó otra rubia.
Por una estupidez, pensó Malia más no lo dijo.
- por que son impuras y jamás han sufrido en sus vidas- enumeró con sus dedos mientras patinaba frente a ellas.
Comenzó a tararear alguna canción que Malia desconocía, ella aprovechó que le estaba dando la espalda para intentar soltar sus muñecas pero no lo logró, el amarre estaba fuerte.
- Hay muchas bandas de chicos, algunas me gustan mucho pero Drake... Drake es mi favorito- comentó, dando vueltas alrededor de las chicas.- La bestia llegará por ustedes cuando menos lo crean- canturreo en un tono burlón, agachandose un poco para poder mirarlas y burlarse de ellas un poco más.- por todas ustedes, bueno, por ti no- señalo a Malia.- Es que ella no es impura- contó haciendo que los ojos aterrados y curiosos de las chicas se posaran en ellas.
- Yo... Yo lo voy a recibir- contó con una gran sonrisa patinando entre los pilares del lugar- es mi premio por mantener a la Horda en la luz- comentó con orgullo- aunque parece que el señor Dennis que ya no quiere pertenecer a ella.- se encogió de hombros como si eso no importara- Igual, seré el que lo lleve con las masas de los maltrechos- extendió sus manos.- ya me voy- se sentó sobre el piso.- sé que pronto él estará aquí- susurro, sin embargo Malia alcanzó a escucharlo bien- y no quiero que cuando venga tenga patines sobre los pies- rió Infantilmente comenzando a quitar los patines de sus pies.- La señora Patricia se enojará si se entera y etcétera- hizo una mueca.
La morena, que ahora sabía Malia, se llamaba Dheera iba a objetar algo pero ella negó con la cabeza sutilmente. Debía dejarlo ir para que entre todas pudieran idear un plan para escapar.
Tenía que ser lo más rápido y seguro posible por que si era cierto lo que Hedwig decía, y que Malia no dudaba que fuera así, tenían hasta en la noche para escapar con vida.
Bueno, por esa extraña razón de ser una pura Malia sabía que iba a estar segura, no saldría lastimada a menos que se oponga al plan de la bestia, y aún así, tenía la sensación de que iba a estar bien.
Hedwig les sonrió a todas cuando terminó de quitarse los patines y posteriormente salió del lugar en donde las tenían, Malia les indicó silencio a todas y espero unos largos minutos para hablar, tenía que asegurarse de que él estuviese realmente fuera del lugar.
- Bien, escuchenme bien ¿si?- todas asintieron con la cabeza- hay que buscar un plan, justo para antes de que oscuresca- advirtió- por que si no estamos acabadas.
- Todas nosotras excepto tu, ¿no?- se atrevió a objetar la rubia a lado de la castaña, Malia alzó una ceja al escuchar el tono venenoso que se había encargado de usar.
- ¡Eliza!- exclamó a modo de regaño de nuevo la castaña- no seas grosera.
- No es que lo sea, May pero ¿que nos dice que no es aliada de ese sujeto? Quiero decir, parecía que se conocían realmente bien- esclareció su punto de vista.
- Por que de ser así cuando la secuestraron hubiese sido la única que haya salido con vida, estúpida- saltó en defensa la otra chica rubia, de hecho hasta parecía no llevarse para nada bien.
- Bien, basta- exigió Malia cuando vió que la otra iba a contestar algo- escuchen, ¿oyeron lo que dijo? Tenemos hasta que oscuresca para salir por que de lo contrario la bestia estará aquí y no será nada bueno.
- ¿Quien es?- preguntó Dheera.
- Es una personalidad de ese hombre- contó un poco dudosa, pues también no sabía mucho sobre eso- ellos creen que viene a poner un balance, acabar con los impuros, como ustedes- explicó brevemente, sacudiendo sus manos, tratando de librarse de su prisión pero solo logró lastimarse con eso.
- ¿Quienes son los impuros- se atrevió a preguntar la castaña de nombre May.
- Los que se suponen que no han sufrido absolutamente nada- explicó- los que están a salvo son los maltrechos. Los que la han pasado mal, quienes han sufrido- aclaró.
- ¿y...? - iba a preguntar Eliza pero Malia negó con la cabeza al saber que tenía la intención de preguntar porque Hedwig había dicho que ella estaba a salvo.
- Eso no importa, ayudenme a pensar en algo que nos saque de aquí.
Por otros lado Casey se paseaba por la pequeña sala de estar de su departamento completamente alterada. Pues Malia llevaba sin aparecer desde el día anterior por la tarde, solo habían encontrado la bolsa con la compra que había hecho en la entrada del edificio pero no había rastro de ella.
- Ya hablé con las autoridades, no podemos reportar su desaparición hasta después de cuarenta y ocho horas- comentó el señor Benoit.
- Si son las horas más importantes- bufó Claire abrazándose a si misma completamente preocupada por la mayor.
- Lo sé, pero lo que podemos hacer ahora es estar tranquilos. No vamos a ganar nada si nos alteramos- dijo James, abrazando a su hija por los hombros.
- ¿Y si mientras tanto le pasa algo?- preguntó Marcia cruzando sus brazos en desacuerdo.
Pero no podían saber lo que estaba pasando.
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AAmonoss, ya tenía escrito este capítulo desde hace un chingo pero equis.
Espero les guste, vea y si es así voten y comenten. Gracias.
