Ahí está aquella sombra postrada en la silla de aquel cuarto solitario.
El eterno suspirar de cada parte de mi ser se desgasta el palpitar, ya no quiere sonar, pidiéndome perdón.Se abre la puerta y otro ser invade mi espacio
No hay estrellas, no hay mar, solo un cuarto de la vida que alguna vez tuve, y que estuve, dispuesto a resanar.¿Qué pasará?
Cortinas que al tacto ensucian mis ganas de amar
¿Sucederá?
Justicia en el pacto divino de aquel pequeño altar
Dedicado a alabar las tristezas internas que alejan sonrisas de impacto, el cuarto contacto entre tu y yo.
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POEMAS DE UNA MENTE PERDIDA
PoesíaLas mentes perdidas pueden crear pequeños mundos en expansión de letras, en esta ocasión se pierden en poemas.