Capítulo 12.

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Las semanas desde entonces pasaron volando. Perdí algunos días de clase, en contra de mi voluntad, por culpa de mi resfriado, pero desde que estuve mejor volví con las pilas cargadas para afrontar este nuevo curso. Había recibido algunos mensajes de Garret, pero no sabía nada de Jessica desde que se fue del lago. Era mi prioridad buscarla aquella mañana por el campus, tenía un mal presentimiento desde que se fue y no me quedaría tranquila hasta que la volviera a ver igual de risueña que siempre.

Cora me esperaba en el coche para irnos de camino a clase y aunque no se tardaba mucho caminando y el paseo hubiera sido ideal para despejarnos, habían anunciado lluvias esta semana y preferíamos no arriesgarnos.

- ¿Sabes que clase te toca a primera hora? -. Cora había conseguido contactar con mi tutor para facilitarme el horario de este curso dado que me había perdido la presentación por estar enferma. Asentí mostrándole el horario en mi mano mientras apuraba mi zumo de naranja, no me había dado tiempo de comer más nada esa mañana.

Cora aparcó el coche en el estacionamiento del campus, desde donde podía ver a Garret con Josh y otros amigos del equipo de futbol apoyados en sus coches mientras hablaban animadamente.

- Si quieres podemos esperar a que entren -. Dijo Cora sacándome de mi pensamientos.

- ¿Que? -. Contesté por impulso.

- Sé que no han estado muy bien y aunque habéis arreglado las cosas, entiendo que aún no te sientas muy cómoda con....

- ¡No! no,  estoy bien, no hay ningún problema, prometido -. Pequeña mentirosa. No la dejé terminar pues no haría más que aclarar lo obvio y no quería añadir esa preocupación a mi cabeza, no ahora que todo debería estar claro. Supongo que no me siento del todo cómoda después de lo que ha pasado.

Bajamos del coche y nos acercamos a lo chicos.

- Buenos días preciosa -. Dice Josh a su novia, posando las manos sobre sus mejilla  para darle un beso que me pareció de lo más tierno. Sus amigos fingieron arcadas antes de echarse a reír.

- ¿Yo no tengo beso? -. Se acercó Garret con una sonrisa de oreja a oreja, y lo bese antes de que hundiera su cabeza en mi cuello y susurrara. - Te he echado de menos.

Sonó el timbre y me sentí salvada por la campana.

- Luego nos vemos, no quiero llegar tarde mi primer día -. Acto seguido le di otro beso y me fui.

¿Por qué tanta prisa Val? ¿De que coño huyes? No, no lo había echado de menos, pero por que solo habían pasado unos días, no me había dado tiempo a echarle de menos, y él me conocía lo suficiente como para saberlo. Estaba tratando de forzar algo que simplemente no era, esa no era yo y para que todo volviera a ser como antes, yo debía volver a serlo, con todas mi simplezas, y para ser realistas, el era el romántico de la relación, siempre había sido así.

- ¡Argent! -. Me giré para ver quien me llamaba.

- Hola Cole -. Saludé, sin parar de caminar, al amigo de Garret que ahora caminaba a mi lado.

- Tienes biología ¿verdad? tenemos la misma clase a esta hora.

Cole no parecía el típico jugador de fútbol americano, era alto, delgado, pelo negro como el ébano y bastante reservado, a veces hasta llevaba las uñas pintadas, cosa que me parecía que le quedaba bastante guay con su estilo.

Dude unos segundos antes de contestar. - Genial, así me podrás poner al día de lo que me he perdido esta semana.

Cole resultó ser una sorpresa, me puse al día enseguida con sus apuntes y hasta se tomo la molestia de perderse la hora del almuerzo por explicarme algunos puntos en los que no entendía nada. Resulta que es el jugador de fútbol americano más atípico que he conocido, pero para bien. Por suerte coincidimos en un par de clases más y pude contar, no solo con sus apuntes sino también con sus explicaciones.

El padre de mi mejor amiga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora