El padre de mi mejor amiga.

Capítulo 2.

A la mañana siguiente baje directa a la cocina, encontrándome allí con un sonriente Sr. Jones y una animada Cora. 

- Buenos días Valerie, ¿como esta tu pie?  - Dijo el Sr. Jones al verme.

- ¿Que le ha pasado a tu pie?   - Preguntó Cora mientras se metía una gran cucharada de cereales con leche en la boca.

- Oh bueno. - Mis mejillas ardían de vergüenza. -Anoche baje a cenar y rompí un plato...  - Dije inocentemente, encogiéndome de hombros. - Y pise un cristal, sin querer.

Parecía que a Cora se le iban a salir los cereales por las orejas de tanto aguantarse la risa. 

- ¡Que patosa Val!  - Gritó Cora, mientras se reía.

- Bueno tengo que admitir que la culpa fue mía  - El Sr. Jones, miraba alegre a Cora. - Yo la asusté mientras sacaba su plato del microondas.

Entonces Cora rió aun más, contagiándonos a todos de sus risas. 

La primera semana paso volando, era muy divertido pasar las tardes con Cora y Sr. Jones, eran tarde interminables de risas, hablaba con mi padre todos los días, y dentro de lo que cabía, parecía volver todo a la normalidad. 

- ¿Que te vas a poner esta noche Val? - Gritó Cora desde el sillón.

Me acerque a ella mientras me comía una manzana y me apoyaba en el marco de la gran puerta del salón. 

- No lo sé, ni siquiera sé si iré.

- ¡Oh no! ¡Ni se te ocurra Val, me prometiste que irías! - Gritó Cora un tanto dramática.

- ¿Que hay esta noche, chicas?  - Preguntó el Sr. Jones, despegando la cabeza del libro que tenía entre la manos.

- ¡Hoguera de despedida!  - Gritamos las dos a la vez, riendo aun más.

- Vamos Val, Garret estará allí.

- ¿Quien es Garret?  - Pregunto curioso el Sr. Jones.

- El novio de Val, papá. - El Sr. Jones me miro, y se puso algo tenso. Supongo que era difícil para un padre hablar de novios con su hija, ¿como se suponía que lo iba a hacer conmigo?

Cora, como siempre, me terminó convenciendo de ir a la hoguera. Cerca de las nueve nos empezamos a preparar, así que me puse un pantalón vaquero corto, con rotos, y alto hasta la cintura, y un top negro de tiras finas. Cómoda, al fin y al cabo la hoguera era en la playa.

- Nos vamos papá. - Dijo Cora mientras se acercaba a la cocina, donde el Sr. Jones preparaba lo que creía que sería la comida de mañana.

- Muy bien Cora, pásenlo bien y no vuelvan tarde. - Dijo el Sr. Jones mientras le daba un beso en la frente a su hija. - Mañana trabajo temprano, dejaré la comida lista.

- Hasta luego Sr. Jones.

- Hasta luego Valerie - Dijo mientras Cora y yo salíamos de camino al coche. Eso significaba que una de las dos no podría beber esa noche.

- Yo me encargo de traer el coche de vuelta.

- ¿Seguro Val? Puedo traerlo yo si quieres, no te vendrán mal unas copas.  - Dijo Cora animada, y reí, iba a ser una buena noche, de eso no cabía duda, pero le debía mucho a Cora y debía disfrutar plenamente de la hoguera. 

- Segura, yo me ocupo del coche esta vez.

Al llegar, nos encontramos con Garret y el equipo entero de fútbol americano bebiendo en el parking. 

- ¡Val!  - Grito Garret emocionado mientras corría a abrazarme. Le había echado de menos, Garret fue uno de mis pilares cuando falleció mi madre, desde entonces sentí que le debía todo por haber estado conmigo en ese momento, por no haberme soltado, por haber sido paciente, por quereme como lo había hecho. Envolví mis piernas en su cintura mientras lo besaba y todos empezaron a gritar y a aplaudir. Reí pegada a sus labios.