Primito Cariñosito©

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Zapatos negros y brillantes sonaban contra la madera obscura del lugar, las miradas eran constantes, llenas de nostalgia y felicidad.

Brazo con brazo, miradas llenas de emoción y ojos llorosos que expresaban un cariño inigualable. Las rosas blancas que apretujaba con nervios, lo veía lleno de orgullo.

Caminaban hacia un destino inexplicable, dónde sus alas se abrirían solas y saldría para formar su propio nido. Su media alma veía a su orgullo con adoración y cariño, compartía miradas con aquel al que alguna vez le advirtió sobre posar sus manos en su diamante; estaban más cerca cada vez.

Sentía como aquel cuerpo expresaba sus nervios y emoción tambaleándose de un lado a otro, cuidando sus pasos para no tropezar con sus propios pies. Subió tres escalones alfombrados de rojo junto a aquel que sufrió con él en su infancia dolora, el verdoso dió un último mirar a esa linda paloma blanca, aquella que próspero por su cuenta, aquella que aprendió que vivir de un pasado le encerraría en una cadena de damnificaciones insistentes, aquel que perdió sus piernas pero le nacieron alas, aquellos ojos verdes que le miraban vidriosos hasta el alma. Por primera vez, vió como su lindo primo volaba sin él después de tantos años; a resguardarse en otro nido, en otros brazos, en otro amor.

Intercambio una última mirada con aquel que sería su acompañante de vida, soltó suaves palabras, aguantando no quebrarse ante aquel que juraría amor eterno.

- Cuídalo, por mi y por ellos, Shadow.

Regresó con los ojos inundados en lágrimas, se posó en la primera fila de bancas dónde, conocidos del azul se encontraban.
Mephiles se veía resignado mientras hablaba con un equidna rojo, Fleetway tomaba fotos de diferentes ángulos con alegría, abandonó la carrera al ver que no era lo suyo y entró a Fotografía y diseño.

Quitó las lágrimas de sus ojos y miró al azulito, fue la mirada más armoniosa y feliz que alguna vez pudo presenciar. Y ahí fue donde entendió, que debía empezar de cero, como él lo había echo.

- Estamos aquí todos reunidos para presenciar la unión de dos almas...

* * * * * * * * * * *

Miraba desde una barra forrada en blanco y detalles plateados con un adorno floral de rosas rojas, como danzaba aquel chico en brazos de su amorío. Tomaba una copa de vino tinto con cuidado de no manchar su traje negro, tenía una mirada cálida y a la vez nostálgica.

Sentía tantos recuerdos llegar al ver que Morita ya había crecido, y que no pudo estar con él en esa mayor parte de tiempo.
Pensó en su vida, como sus 28 años fueron endulzados con el pensamiento de que su única sangre estaba bien, tras el fallecimiento de su abuela se sintió solo, aferrándose a los viejos recuerdos de aquella casa casi intacta. Estaba decidido a esperar a ese amor que lo acompañaría en su vida, mejoraría como persona y haría algo de lo que sentirse orgulloso.

- ¿Puedo sentarme aquí?

Una voz atrevida lo saco de sus pensamientos, miró a un costado suyo notando un traje color crema.

- Claro, está disponible.

- Gracias, parece que Sonic tiene muchos amigos, las mesas estaban en su mayoría llenas -pidió una copa y siguió hablando- ¿Eres familiar de alguno de ellos?

- Eh, si...de Sonic de echo.

- ¡Vaya! -solto leves risas- se ve que lo bueno viene de familia - mencionó con mirada pícara-

- Oh cielos -rió de manera bastante varonil y atractiva, llamando la atención de aquellos ojos cafés- ¿Tratas de conseguir algo conmigo?

- Un baile, quizás -le miró travieso mientras bebía de su copa recién llegada-

- Bueno, ¿Qué esperas entonces?

El de ojos madera miró como una mano se ofrecía ante él, como esos ojos azules le miraban con caballerosidad y picarez.

- ¿Puedo saber el nombre de mi acompañante? - habló nuevamente el de ojos mar-

- M-Me llamo Manic, mis amigos me llaman Medi.

- Un gusto entonces...Manic.

Tras un destello en sus ojos cielo y abandonar un par de copas, la noche prosiguió en bailes, risas y el surgimiento de un nuevo amor.

Una nueva vida...

✨Fin✨