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-¡Llegamos!

Tras media hora de camino por fin habían llegado a la casa de su primo.

- Vaya... Todo sigue igual por aquí. -comentó al ver que inclusive el color de las paredes era el mismo de hace unos años, junto con algunas antigüedades decorando la sala de estar.

-Sip,desde que mi madre falleció, Papá no quiso deshacerse de sus cosas.- explicó mientras tomaba las maletas verdosas y las subía por las escaleras.

El cobalto lo siguió con paso calmado mientras apreciaba el interior de la morada. Al llegar al último escalón se dirigió con su primo al aparente cuarto de visitas, colocando su equipaje allí.

- Bueno -habló el verdoso rascando su nuca- te daré tiempo para que te acomodes aquí,de mientras iré por unas pizzas.

-¿Pizzas?

- Las redondas...con rebanadas traingulares...

-¡Ya sé lo que son! -le interrumpió el oji esmeralda

-¿No te gustan?

El problema en sí no era ese, si no que a nuestro azulado amigo se le ocurrió empezar a  hacer dieta desde hace unas semanas. Esa pizza sería la perdición para sus caderas.

- C-Claro que me gustan,solo que...

- ¡Genial!, llego en unos minutos - le interrumpió y salio directo a los escalones. El azulino lloriqueo unos segundos.

-M-Mi dieta...

Primito Cariñosito©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora