♔ 𝑬𝒏 𝒈𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒖 𝒂𝒎𝒐𝒓 ♔

【Ｃａｐｉｔｕｌｏ 1】¿Quién eres?

༒• 𝙲𝚊𝚖𝚎𝚕𝚘𝚝•༒ 𝟱𝗽𝗺

Con 19 años de edad el joven príncipe de cabello bicolor, rostro blanco como la nieve, alto y con una héterocromia que lo hacia ver mas atractivo de lo que ya era caminaba pacíficamente por las afueras del reino. Pues estos días había algo dentro de el le perturbava no sabía la razón pero sentía que algo estaba a punto de suceder, talvez algo importante o solamente producto de su imaginación.

Dejo de pensar en eso para luego caminar sin sendero alguno observando el hermoso paisaje que Camelot le ofrecía, claro, con cuidado de no cruzar al bosque, ya que estaba terminantemente prohibido por el tratado de paz de hace más de 300 años, nadie era un experto en el tema pero las historias contadas en el Reino decían que esas tierras mágicas abundaban las criaturas brillantes y hermosas, eso era algo que todos sabían.

Hasta que cierto día surgió el temor por la magia, todos empezaron a relatar lo temibles y sanguinarias que eran esas criaturas, sin querer la gente del pueblo empezó a odiar la magia y sus derivados.
De hecho el no creía en eso ya que para Shoto la magia algo un tanto interesante.

Luego de caminar por un tiempo el joven llego hasta un río donde divisó a un niño jugando y sin darse cuenta a su mente llegaron recuerdos un tanto amargos y difíciles de olvidar.

Dentro de él había algo que lo hacía sentir diferente, nadie le encontraba explicación a sus habilidades, su increíble fuerza o su rápida sanación de heridas, ni su familia, o los curadores, a decir verdad ni siquiera el mismo lograba resolver esas dudas, solamente venían a su cabeza vagos recuerdos de cuando era un niño, cuando por primera vez alzo una enorme roca o cuando cayo de un precipicio de más de 7 metros y salió ileso, pero nada mas, nada ni un solo recuerdo de cuando empezaron a surgir sus habilidades o el paradero de su madre...Pues ella había desaparecido hace unos 14 años y nunca la encontraron, su padre buscó por cielo, mar y tierra pero su paradero hasta el día de hoy es desconocido.

Desde su temprana edad las personas del pueblo siempre murmuraban a su espalda, creaban rumores falsos como que el príncipe tenia sangre mágica y oscura, claro que esos eran inventos y creencias de gente sin ningún tipo de distracción que creaba semejantes mentiras, solo por maldad, a Shoto ese tipo de personas le desagradaban de sobremanera y más su actitud egoísta.

Según los relatos de los adultos la magia era solo para hacer el mal, por lo cual se sentía decepcionado, y triste, el nunca hizo nada malo y si así fuera que tiene que ver la magia, pues para el como ya lo había mencionado no era mala.
La verdad esos hechos no eran algo que le quitara el sueño ya que su padre y sus hermanos siempre le indicaron que él era un humano puro, y con sangre real corriendo por sus venas

Gracias al gran apoyo que ellos le daban, siempre lograba olvidar esos malos ratos, talves el no lo mencionara porque no era muy expresivo pero agradecía a la vida por darle una familia tan hermosa y sincera.

Aunque eso no quita el hecho de que los niños o la gente del pueblo muchas veces le hayan querido quemar en la hoguera por hacer "magia negra". El siempre protegía a los aldeanos ya sea en las guerras contra otros Reinoso o cuando sus familiares desaparecian y ellos le pagaban de la peor manera, aunque claro que no lo hacían todos.

Los encargados de los quehaceres del castillo siempre le mostraron una sonrisa sincera y nada de miedo en su mirar, también las muchachas del reino le mostraban una sonrisa siempre que lo veían, eso era un poco raro ya que lo miraban con nerviosismo como si quisieran decirle algo, pero al final nunca lo hacían, eso le parecía demaciado raro ya que el era una persona que no comprendía muy bien las emociones de los demás.

Así como existían también muchas personas a las que había protegido, las cuales en lugar de miedo o desaprobación le mostraban respeto y admiración, eso y su familia era por lo cual estaba dispuesto a demostrar que él no era alguien por quien sentir miedo, ni mucho menos una persona con maldad, definitivamente seria el rey más fuerte de todos los que haya habido.

-Ahhh!!!!-

Ese chillido lo saco de sus pensamientos devolviéndolo a la realidad en un parpadeo.

-A-ayuda, p-por favor, alguien, q-que me escuche-

Decía una voz frágil a punto de desvanecerse detrás de unos arbustos a la orilla del río. Él comenzó a acercarse con cautela desenvainando su filosa espada con su mano dominante, ya que podría ser alguna amenaza.

El príncipe siguió los débiles sonidos hasta encontrar a la persona o talves, la cosa que los emitía.

Llego a la fuente de los susurros y en lugar de encontrase con un monstruo o una criatura rara, se encontró con una joven que a simple vista, no parecía alguien especial, su cabello era café y corto, sus ropas estaban rasgadas y su cuerpo un tenia moretones pequeños, ella se veía totalmente frágil y cansada. ¿Qué le abra pasado? Se preguntó a si mismo el joven principe.

-Oye, disculpa, ¿Qué te sucedió?-

La joven no hablo de hecho al momento de que el bicolor se acerco a ella, cerro sus ojos color café haciendo parecer que sus fuerzas se desvanecían. En un impulso rápido Shoto tomo en sus brazos a la chica y con delicadeza la cargo hasta llegar a un centro de curación corriendo lo más rápido que pudo.

Al momento de llegar a su destino el principe puso a la castaña en una de las camas y  se aseguró de que la atendieran.

La señora que la cuidaría le dijo que la castaña estaría bien, sin embargo el quiso quedarse, pues debía preguntarle algunas cosas que lo mantenían algo inquieto, como porque motivo nunca la había visto por el pueblo y porque estaba tan cerca de los límites con el reino mágico, también conocido como Arcadia

Luego de 1 hora la persona que la atendió salió para comunicarle al joven que la señorita que trajo recobro la conciencia.

-Gracias-

Dijo Shoto para después ingresar al cuarto donde fue atendida la chica y cerrar la puerta tras de si. El estaba a punto de gesticular una palabra cuando la joven de cabellos cortos hablo.

-Hola, disculpa por traerte problemas y gracias por ayudarme-

El joven la mira y esta vez la muchacha le muestra una simpática sonrisa.

-No fue nada, pero, tengo una pregunta, de hecho varias preguntas que hacerte-

En la cama el rostro de la chica cambio a uno de confusión, quedándose callada y espero a que el continúe hablando.

El chico al mirar que la joven no articulaba ninguna palabra decidió seguir con la conversación.

-¿Porque estabas a las afueras de Camelot, demasiado cerca de de los límites, con esas heridas y porque nunca te habia visto por ningún lado?-

La chica de cabellos color chocolate cambió su expresión a una sonrisa nerviosa y abrió su boca para hablar nuevamente.

-Bueno, no creo que le agrade escuchar lo que voy a decir-