Reformed || Kirby AU

Capítulo 10: Nuevo hogar

Hubo un tiempo en donde Gooey estuvo viviendo de un lado a otro en Dreamland, no fue hasta hace un año que le consiguieron un lugar donde vivir, un lugar acogedor para él.

Estaba cerca de un río, sabiendo que le gustaba la pesca. Un poco más lejos de su casa estaba el mar donde vivía Kine, por lo que casi eran vecinos. Pero no vamos a hablar de cómo Gooey vive su casi tranquila vida, no no no no, tenemos que recordar que hace ya unos minutos Gooey salió enojado del castillo luego del encuentro que tuvo con los de su especie, le dio una rabia con las palabras que tiró ese tipo, era enojo con tristeza, porque si, le dolió el comentario. Haberse ido después de patear el escudo y salir corriendo del lugar fue lo mejor que pudo hacer. Iba a rumbo a su casa para descansar.

El de ojos negros llegó a la misma y sacó las llaves, una vez que logró quitar el seguro tomó el picaporte y entró a su hogar. Se recargó contra la puerta soltando un pesado suspiro mientras iban poco a poco sentándose en el suelo, desgraciadamente lo que en su mayoría dijo Dark Star era cierto, haberse quedado aquí y que le abandonaran fue doloroso, aún sabiendo que mientras a él le veían de bicho raro su hermano tenía sus lujos sabiendo que el también en cierta forma estaba dañado.

Intentó retener sus lágrimas en el momento que los malos recuerdos comenzaron a atacarle, pero fue inútil. Aquellos días que pensaba que fue feliz con él se habían esfumado y solo podía recordar el cómo lo metió en esa bolsa, en cómo se separaba de él incluso cuando estaban en "casa" y la larga espera qué hizo pensando que algún día regresaría, el joven ahora era un mar de lágrimas.

La puerta estaba siendo golpeada, alguien llamaba. Se volvió a incorporar para irse a limpiar su cara por todas las lágrimas que tenía. Abrió la puerta despacio y hay vio cómo la de ojos morados le saludó.

—¡Ho-!

E inmediatamente cerró la puerta cuando visualizó a su hermano junto con el rey y su caballero ¿que hacía aquí?

—¡Auch!

Para colmo ni se había fijado que le había golpeado a la mujer extranjera.

—Gooey, muchacho tiene que abrirnos la puerta. Tenemos una sorpresa para ti

—Muy gracioso rey, pero ya la vi, mejor devuélvala del basurero de dónde lo sacó

—Uhhhh...

—Joven Gooey, sabemos que la situación entre ustedes es complicada, pero necesitamos que nos haga un favor

Abrió la ventana para poder escucharles, era de mala educación estar dejándoles con la puerta cerrada mientras hablan, se colocó en la misma para verlos.

—No sé qué favor puede ser bueno cuando él no es para nada de fiar

—Es que lo dejaron abandonado

La cara del chico de pelo azul cambió totalmente, Swordsman se limitó a mirarla con odio a la de gargantilla, se suponía que no le pensaban decir. Gooey no era de los malos, pero si quería bromear un poquito sobre la situación para aliviarse.

—Ooooh... entonces se dieron cuenta de tu falla

—¡Oye!

—Es que mira. No es normal que seas taaaan alto para lo que se supone que son una especie un tanto pequeña

—¡Gooey escúchame un minuto! Ni se te ocurra compararme contigo ¡tu eres muy diferente a todos-!

—Crafter es de colores y nadie le dice nada, Nebula también es diferente y apuesto a que algo débil

—Buenooo... a alguien más le quieres contar sus verdades

—Gooey, no es por nada. Pero si así se ponen los dos ahora, no me quiero imaginar cuando les toque convivir durante su estadía

—¿Cómo dices?

—Sorpresa, hijo de puta. ¡Me vengo a vivir contigo!

—¡U-un momento! ¿Pero por qué?

—Porque no me dejaron que se quedara conmigo, además que dijo que prefería quedarse con su hermano que el castillo

El de ojos negros se pensó la situación por un momento, pero ahí se di cuenta de que sería en vano dejarles que se vaya por ahí, el no tenia ni idea que hacer y era mejor que estuviera viviendo con él que conoce gran parte de las costumbres y cosas de aquí.

—Sword. Si te podrás quedar aquí, pero habrá reglas y moderaciones ¿las aceptará?

—Mira. Otra opción no tengo, te haré caso en lo que sea necesario con tal de que me des un techo

—Me parece bien. Pero esto no significa que te perdono

—Si, si, si, si. Eso me lo suponía

El joven abrió la puerta y le dejó pasar al espadachín, la de colmillos le dijo que le veía mañana, suponiendo que logró meterlo también al grupo. Gooey arregló su cuarto y también el sofá donde iba a dormir Swordsman, si el era el invitado pero el no tener otra cama o que necesariamente no tenía que dormir, prefería darle un espacio donde se acostara en vez de dejarlo en el suelo.

El de piel y pelo negro le echó una ojeada a la casa, colecciones de piedra y caracolas en una estantería donde habían fotos y dibujos, un parasol morado con rayas blancas a lado de ese mueble, un libro donde anotaba la clase de peces que había visto o capturado y por supuesto una televisión con un reproductor, a lado del mismo habían varias cajas de películas.

Todo lo miraba con curiosidad, parecía un niño pequeño, después escuchó como su ahora compañero de cuarto le dejó una sábana y una almohada para que durmiera cómodo. Tomó una de las cajas porque la portada le llamó la atención.

—¿Podemos ver algo? Supongo que no debes dormir ahora

—Si, pero dudo que sepas lo que quieras poner, varias de esas películas las encontré en una caja y hay algunas que tienen mala espina

—¿Son espadas láser esas cosas?

—Un minuto, tengo una trilogía completa, podemos ver esas películas

Sorprendentemente el humor del joven cambió y decidió hacerle caso a su hermano, aunque hicieran esto no significaba que le perdonaba, más bien era que le toleraba aún así después de todo. Pasaron lo que restaba del día viendo un maratón de esa saga de películas, una vez que se las terminaron fueron a dormir porque ya era un poco tarde y así fue.