❝ 𝐴𝑣𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑚𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑔𝑢𝑛𝑡𝑜 𝑠𝑖 𝑚𝑖𝑠 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟𝑖́𝑎𝑛 𝑜𝑟𝑔𝑢𝑙𝑙𝑜𝑠𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 ❞
Diecisiete años han pasado desde la muerte de Jade y Régulus Black, la pequeña Lesath quedo a cuidado de Narcissa y Lucius Malfoy...
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𝐋𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐥𝐢𝐳
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Keira Avery se encontraba sentada en medio de sus dos amigos, su mano izquierda apretaba la de Lesath en señal de apoyo, la acción se repetía con Liam con la otra mano.
—Estoy nerviosa...
La chica Black no había probado ni un bocado de su cena, estaba sumamente impaciente en que el banquete finalizara para que de una vez por todas anuncien los campeones de los colegios.
Lesath empezó a mirar por todo el gran comedor para distraerse, y sus ojos conectaron con los de cierto pelirrojo que la estaba observando, este le dedico una sonrisa coqueta y le alzo los pulgares, la chica le sonrió en agradecimiento.
Aun recordaba cuando sus tíos le habían dicho que no se presentara al torneo, cuando quiso saber el por que estos cambiaban de tema, al principio considero hacerles caso y no participar, pero luego de pensarlo demasiado se dio cuenta que esa era una oportunidad perfecta para que sus padres, Jade y Régulus Black, donde quieran que estén, se sientan orgullosos de ella.
—Juro que si ninguno de los dos sale como campeón golpeare a alguien—Comento Liam.
La morena rio entre dientes.—Miren quien viene—Señalo con su cabeza.
Ambos chicos voltearon para ver a su amiga pelirroja Ravenclaw acercarse a ellos.
—Sigo diciendo que no tuvieron que haber participado—Hablo Morgana mientras tomaba asiento junto a ellos.
—Morg hay muy pocas posibilidades que uno de nosotros salga como campeón—Dijo Lesath—¿Cierto Liam?
—Repito, como ninguno de los dos salga elegido golpeare a alguien.
Antes de que cualquiera de las tres chicas pudiera comentar algo, la comida desapareció y Albus Dumbledore se puso de pie.
—Si, en un minuto el cáliz tomara su decisión—Dijo.
Las velas del gran comedor se apagaron dejando que la una luz sea la que proponen las llamas azules del cáliz de fuego.
Lesath podía sentir un hueco en su estomago, estaba demasiado nerviosa, Keira al notarlo apretó mas su mano, e hizo leves caricias en esta con su dedo pulgar, con el fin de tranquilizarla.
Las llamas del cáliz se volvieron rojas y arrojo un pedazo de pergamino, el cual fue tomado por el viejo.—El campeón de Durmstrang es... !Víctor Krum!
El bulgario se puso de pie desde la mesa de Slytherin a la vez que el lugar se llenaba de aplausos, la chica Black aplaudió por pura cortesía, pues los participantes le dan exactamente igual, Krum cruzo entre los alumnos para llegar hasta el director, compartieron un apretón de manos para que luego el chico cruzara la puerta que el hombre le indicaba.
Las llamas del cáliz nuevamente se pusieron color rojo, para luego arrojar un segundo pergamino.—La campeona de Beauxbatons es... !Fleur Delacour!
Una chica rubia se puso de pie desde la mesa de Ravenclaw, saludo al director con un apretón de manos y se dirigió hacia la puerta donde anteriormente Krum había desaparecido.
—Solo falta el de Hogwarts—Susurro Liam.
El cuarteto se agarro de las manos y cerraron los ojos a la vez que el tercer papel salía de las llamas del cáliz.
—El campeón de Hogwarts es.. !LESATH BLACK!
A la mencionada se le corto la respiración, todo Hogwarts se puso de pie y empezó a aplaudir y chiflar—especialmente los Slytherin—, Keira y Liam se tiraron a hablar a la pelirroja. Lesath se puso de pie y con una gran sonrisa y una mano tapándose la boca se encamino hacia el director Dumbledore.
Al pasar al lado de Draco la chica le desordeno el cabello, e imito la acción con Harry. Todo Hogwarts estaba aplaudiendo, gritando, saltando, chiflando. Todos menos una persona.
Morgana Greengrass.
En cuanto nombraron a su amiga como la campeona de Hogwarts la pelirroja se quedo estática, sentía una presión inexplicable en su peso, sentía un mal presentimiento sobre todo esto.
Lesath saludo al director Dumbledore y se dirigió hacia la puerta donde los dos anteriores campeones habían atravesado. Fleur y Víctor la recibieron con sonrisas y apretones de manos, la francesa parecía mas tranquila al saber que no era la única mujer.
Se escucho el sonido de la puerta volviendo a abrirse, los tres campeones se dieron vuelta pensando que eran los directores de sus colegios, pero al ver a la persona fruncieron el ceño.
