❝ 𝐴𝑣𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑚𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑔𝑢𝑛𝑡𝑜 𝑠𝑖 𝑚𝑖𝑠 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟𝑖́𝑎𝑛 𝑜𝑟𝑔𝑢𝑙𝑙𝑜𝑠𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 ❞
Diecisiete años han pasado desde la muerte de Jade y Régulus Black, la pequeña Lesath quedo a cuidado de Narcissa y Lucius Malfoy...
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𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚
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En cuanto Lesath abrió los ojos tuvo que cerrarlos nuevamente por la luz del sol que le daba directo a la cara, se puso de pie con cuidado acostumbrándose a la luz y frunció el ceño confundida al observar el lugar en el que se encontraba.
Estaba en una especie de bosque, pero no era tenebroso, era un bosque realmente lindo, los arboles grandes y hermoso, inclusos pudo notar algunas hadas volando entre las hojas. Pero lo que la lleno de curiosidad fue el observar una casa, mientras se iba acercando se dio cuenta que era una casa de dos pisos, una especie de cabaña, pero tenia su elegancia, la manera era oscura, mientras que el techo estaba hecho de concentro color gris metálico.
Una pequeña risa de una bebe se escucho a lo lejos, lo que la hizo dejar de observar la casa.
—Reg no la sumerjas tanto, se puede resfriar.
El corazón se le detuvo y por un momento dejo de respirar, Reg, ese era el apodo de su padre, Régulus.
Rápidamente se giro y empezó a mirar por todo el bosque, hasta que noto a un hombre que no pasaba de diecinueve años que nadaba en el lago, en sus brazos sostenía a una pequeña bebe de menos de un año, aquella bebe estaba riendo mientras que el hombre tenia una amplia sonrisa en su rostro, mirándola con un brillo en los ojos. En la orilla de aquel lago vio también a una mujer pelirroja acostada en el pasto recargada en un tronco, al igual que el hombre no pasaba de los diecinueve años, su expresión era fría pero tenia una leve sonrisa en sus labios, se veía muy concentrada en el libro que estaba en su regazo, pero de vez en cuando mandaba miradas al hombre y a la bebe en el lago.
Lesath recorrió anonadada todo el cuerpo de la mujer, pero sus ojos se detuvieron en su vientre, se notaba un poco abultado por el crop-top que traía puesto.
La chica Black no pudo evitar derramar lagrimas.
Sus padres.
Desde los trece años no soñaba con ellos, y ahora estaban allí, frente a ella. Empezó a llorar tanto que tuvo que recargar las manos en sus rodillas. De pronto comenzó a jadear, sintiendo como le faltaba el aire, eran demasiadas emociones encontradas que no podía manejarlas notas.
Estaba a punto de cerrar los ojos pero sintió como alguien la tomaba de la cabeza, al alzar la mirada vio frente a ella a la mujer pelirroja quien le sonreía levemente, limpio sus lagrimas con sus pulgares, pero sus manos no abandonaron su rostro.
—Pronto nos veremos, cariño, mas pronto de lo que crees—hablo—No tengas prisa.
Estaba a punto de contestar pero todo se empezó a ver borroso.
Y luego negro...
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Cuando abrió los ojos todo casi no podía ver nada por la oscuridad, pero pudo notar que estaba en la enfermería. Trato de moverse pero hizo una pequeña mueca, le dolía demasiado la cabeza, así que sin mas se acomodo nuevamente entre las almohadas y sabanas.
En su cabeza solo estaba el hecho que había soñado con sus padres, cuando llevaba mas de tres años sin hacerlo.
Lo que sintió al verlos después de años era inexplicable, la presión en su pecho y su corazón yendo a toda velocidad, la falta de aire y las lagrimas cayendo por sus mejillas. Y Lesath nuevamente no pudo evitar preguntarse como hubiera sido una vida con ellos, no la malinterpreten, la chica Black amaba a sus tíos y a su padrino, pero en el fondo ella necesitaba a sus padres biológicos.
Las palabras que le dedico su madre también eran otras de las cosas que pasaban por su mente: —Pronto nos veremos cariño, mas pronto de lo que crees. No tengas prisa.
¿A que se refería?, ¿Volvería a soñar con ellos casi todas las noches?, por ella no había ningún problemas, si los sueños eran la única manera para que viera y hablara con sus padres, Shira estaba dispuesta a aceptarlo.
—Ya despertaste, ¿Cómo te sientes?—un susurro la saco de sus pensamientos.
Giro su cabeza buscando a la persona abrió los ojos como platos al ver a Harry sentado al lado de ella, entonces noto en su mano la capa de invisibilidad.
—¿Qué haces aquí?—chillo en voz baja—Es muy tarde
El se encogió de hombros.—Es lo que menos me importa, no podía dormir por la preocupación. Quería asegurarme que te encontraras bien.
—¿Me trajiste tu solo desde el campo de Quidditch hasta aquí?
—Si—asintió—No pesas demasiado, estas muy delgada, ¿Has comido bien?
—No te preocupes.
Harry metió la mano en los bolsillos de su pijama, saco una rana de chocolate y se la entrego.
—El año pasado el profesor Lupin me dio chocolate luego que me desmayara por los dementores, te ayudara.
—Vete a dormir—dijo aceptando el chocolate.
El chico asintiendo sonriendo y se puso de pie, se inclino para dejarle un beso en su mejilla y se encamino a la salida de la enfermería.
—Harry—lo llamo—Gracias.
La sonrisa del chico se aumento y dijo: —Para eso esta la familia.
