CAPÍTULO 7

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Una mirada de asombro cubría el rostro de Prem. Estaba teñido con un poco de alivio y algo que Boun quería atribuir a la alegría. Eso hizo que el miedo que Boun había sentido por encontrar a su compañero frente a frente contra una banda de matones se desvaneciera.

Eso no significaba que no quisiera poner a Prem sobre sus rodillas y azotarlo hasta sacarle la mierda. Tenía toda la intención de hacer precisamente eso en el momento en que el culo de su compañero estuviera fuera de problemas.

―Earth, ve a buscar a Mike ―dijo Boun, sin apartar los ojos de los hombres que comenzaron a extenderse delante de él―. Dile que lo necesitamos.

―Estoy aquí, Boun.

Boun se volvió a ver a Mike y a varios hombres de pie detrás de él. Reconoció a algunos de ellos como hombres de la manada, a los demás no los reconocía. Boun asintió con la cabeza y volvió su atención a su compañero.

―Prem ―le dijo con una voz que no toleraría una negativa― ven aquí.

Prem al instante cruzó el suelo entre ellos hasta que se encontró a centímetros de él. Boun lo agarró del brazo y tiró de él más cerca. Acarició con la mano la cara de Prem. Todavía se veía demasiado pálido para el gusto de Boun.

―Necesito un minuto, Mike ―dijo sin apartar la mirada de los ojos color amatista mirándolo con aprehensión.

―Tómate todo el tiempo que necesites, Boun ―le respondió Mike―. Creo que voy a ir a tener una pequeña charla con nuestros invitados.

Boun no perdió el tiempo. Agarró el brazo de Prem y tiró de él hasta el borde del pequeño claro. Se puso entre su compañero y la multitud. Lo que tenía que hacer era demasiado íntimo para que otros lo vieran.

―Necesitas beber, Prem.

Prem negó con la cabeza, bajando los ojos para mirar al pecho de Boun. Boun le levantó la barbilla, con lo que sus ojos vieron hacia arriba.

―¿Por mí, mi Príncipe?

Prem lo miró fijamente durante un largo momento de tensión.

Boun estaba seguro de que se negaría.

―Por favor ―le susurró de nuevo.

Prem pasó un brazo alrededor del cuello de Boun y lo acercó para un beso.

Boun se estremeció. Parecía que había pasado una eternidad desde que había besado a su Príncipe por última vez. Podía saborear a Prem, olerlo, sentir el cuerpo de su compañero presionado contra el suyo.

El mundo a su alrededor se desvaneció hasta que sólo quedaron Boun y Prem. No había vampiros, ni hombres lobo, ni Príncipes o gente persiguiéndoles, solo ellos dos, dos compañeros juntos como debían estar.

Cuando los dientes afilados se hundieron en su cuello, Boun no pudo impedir lanzar un grito. Cada delicioso tirón de su sangre saliendo de su cuerpo y que daba a Prem era el paraíso. Boun podía sentirlo a través de cada nervio. Se sentía como si cada vez que Prem le chupaba el cuello y tomaba otro trago, le chupara el pene.

Boun sabía que se iba a correr en cualquier momento. No le importaba si un grupo de lobos y vampiros los veían, o le oían. Iba a explotar. Boun gruñó. Envolvió con sus fuertes brazos a su compañero, sus manos aterrizaron en el culo de su hombre y tiraron de él contra su cuerpo.

No sintió a Prem moverse hasta que su mano estuvo envuelta alrededor de su pene, el cual de repente parecía estar fuera de sus pantalones. Una buena caricia en su pene, un trago fuerte de los labios de Prem, y Boun se encendió.

ᴩʀɪɴᴄíᴩᴇ ᴅᴇ ꜱᴀɴɢʀᴇ//𝓑𝓸𝓾𝓷𝓟𝓻𝓮𝓶 ♡ 4 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora